La tendencia sostenida en la baja en el valor del tipo de cambio durante el último año y medio, junto con el ascenso en la confianza en la economía reactivaron el consumo de los hogares. A partir del 2023, existen varios indicios que reflejan cómo las familias reanudaron sus gastos en la compra de bienes y servicios, después de contenerlos a raíz de la incertidumbre generada por la pandemia, la crisis de los contenedores y los conflictos bélicos.
Además, la mejora también se ve influenciada por el incremento del ingreso real de los trabajadores del sector privado (aunque en el sector público aún está contraído), la estabilidad en los precios de los combustibles, la variación negativa en la inflación y un aumento en el crédito en dólares, según el Informe de Política Monetaria del Banco Central de Costa Rica (BCCR), de enero del 2024.
Economistas y empresarios consultados por La Nación coinciden en que la devaluación de la divisa respecto del colón, junto con los argumentos señalados por el ente emisor, estimulan las compras de las familias en bienes como vehículos, casas y electrodomésticos, cuyo valor se ve influenciado por la cotización del dólar. Lo mismo ocurre con servicios como el alquiler, la televisión, Internet, el hospedaje o los tiquetes aéreos, cuyas tarifas suelen estar expresadas en dólares.
Evidencias del mayor consumo
La variable relevante para medir el consumo interno es la evolución del producto interno bruto (PIB), cuantificado por el tipo de gasto de los hogares. El indicador general cerró el último trimestre del 2023 con un crecimiento interanual del 5,8%, mientras que en el mismo periodo del 2022 fue del 3%, según datos del ente emisor.
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Al desagregar el índice, se observa una aceleración en la compra de automóviles, viviendas y electrodomésticos, lo cual se conoce como bienes duraderos. Esta categoría tuvo una variación interanual del 17,7% en el último trimestre de 2023, una de las más elevadas desde mediados del 2015, cuando fue del 19%. A mediados del 2021 se registró una tasa de variación del 18%, pero fue debido a un efecto rebote por la contracción registrada durante la pandemia, según datos del BCCR.
Las familias también reanudaron el gasto en servicios, con una tasa de crecimiento del 7,7% en el último trimestre del 2023. Las compras en supermercados (bienes no duraderos) crecieron casi 5% al cierre del año anterior, después de comenzar el año prácticamente estancadas.
El economista Daniel Ortiz destacó que el resurgimiento del consumo de servicios se explica en buena parte por la mejora en el ingreso real, principalmente de los trabajadores privados. Consideró que este movimiento es normal para una economía de ingresos medios como la costarricense.
“Uno no puede descartar que algunos servicios se hayan abaratado, como los alquileres en dólares. Así como servicios de televisión e Internet que se cobran en dólares, para quienes ganan en colones hoy es más barato”, afirmó. Ahora bien, este especialista agregó que el nivel de adquisiciones no es sostenible por mucho tiempo porque quien compró carro o casa solo lo hace una vez.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) es otro termómetro que muestra una mejora en las expectativas de las personas sobre la evolución de la economía. En agosto del 2020, en plena crisis sanitaria, el indicador tuvo un nivel de 28,3 puntos (en una escala de 0 a 100) y empezó a ascender hasta llegar a los 50,1 puntos, en febrero pasado, según la encuesta trimestral elaborada por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR). Este ascenso se reflejó también en las opiniones positivas de las personas para comprar un carro o una casa.
Los resultados del ICC, asi como los datos más actuales de consumo de los hogares, se obtuvieron en una coyuntura en la cual el precio de la moneda estadounidense pasó de rozar los ¢700, a mediados del 2022, a manenerse muy cerca de los ¢500 durante este año.
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Fernanda Alvarado, economista y coordinadora del estudio de la Escuela de Estadística de la UCR, manifestó que el reciente comportamiento de estabilidad en el tipo de cambio puede estar contribuyendo a la mejora de la confianza de las personas.
“Hemos observado que se han reducido las expectativas de alza del precio del dólar, y esto ha coincidido con valores relativamente altos del ICC, aunque también hay que tener en cuenta que los procesos inflacionarios recientes no han producido aumentos bruscos en el costo de vida, lo que también afecta el índice”, explicó la investigadora.
Percepciones claves
Según el economista José Luis Arce, el ascenso en la confianza del consumidor es un elemento muy relevante para entender las decisiones de compra de los hogares. El especialista enfatizó que, entre el 2021 y el primer semestre del 2022, hubo un shock económico que afectó el sentimiento de los consumidores: inflación alta, subida en el tipo de cambio, alza en materias primas, la guerra entre Rusia y Ucrania, y la crisis de los contenedores.
“La caída más relevante del tipo de cambio en el 2023, después de ese escenario sombrío, junto con la baja de la inflación, la recuperación del ingreso real y la reactivación del crédito en dólares para la compra de bienes duraderos, favoreció la recuperación del consumo. Era algo esperable porque el golpe original fue absorbido”, enfatizó Arce.
Los datos del Banco Central muestran que el ingreso real promedio de los trabajadores registró un incremento interanual del 6,4% al cierre del 2023. El impulso se dio, principalmente, en el sector privado, cuya tasa de variación interanual fue del 11,2%, en contraposición al sector público que continuó con una contracción del 5,5%, en el mismo periodo.
Otro elemento que afianza esta observación es el incremento en las opiniones favorables de las personas para la compra de un vehículo o una vivienda, con puntajes de 27,8 y 22, respectivamente, en febrero anterior. Estos son los niveles más elevados de la encuesta del ICC desde el 2017.
Para Emmanuel Agüero, economista del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible de la Universidad Nacional (Cinpe-UNA), la actividad comercial de venta de carros registra uno de los niveles más altos desde el 2015 cuando hubo un auge en el sector de vehículos. Hasta febrero pasado, la actividad económica registró una tasa de crecimiento del 16%, según datos del BCCR.
El investigador ejemplificó rápidamente la influencia del tipo de cambio en dicha actividad. A finales del 2022, cuando el precio de la divisa era de ¢600, un carro con un valor hipotético de $100 costaba ¢60.000. Ahora, con el dólar en ¢503,10, el valor del vehículo sería ¢50.310.
“Las personas consumen bienes duraderos normalmente cuando su confianza está alta porque creen que en el futuro tendrán ingresos estables y fuertes. El tipo de cambio es un factor importante porque los hogares miden su endeudamiento principalmente por la cuota del crédito y no por la tasa de interés, entonces financiarse en dólares se ve influido por el tipo de cambio al hacer la conversión a colones”, dijo Agüero.
Su argumento se refleja en la aceleración en el crédito en moneda extranjera al sector privado. El crecimiento interanual del saldo de los préstamos en dólares fue del 12,7% en febrero pasado. En octubre del 2022, comenzó el ascenso positivo, después de registrar variaciones negativas desde el 2019, según el Banco Central. La reactivación de la cartera coincidió con la baja en el precio de la moneda estadounidense.
En contraste, la tasa de variación interanual del saldo de los préstamos en colones fue del 5,5% en febrero, según datos del Banco Central.
Arce comentó que las tasas de interés de los préstamos en dólares son un poco más bajas que las de colones, por lo cual se incentivó este tipo de financiamiento. Agregó que aunque el ente emisor reduzca su tasa de política monetaria (TPM), el traslado a las tasas activas en colones es lento, por lo cual aún se favorece el crédito en moneda extranjera.
Toma de decisiones
Fernando Montufar, Account Manager de Kantar CariCAM, firma especializada en análisis de mercados de consumo, explicó que a partir del segundo semestre del 2023 notaron un crecimiento en la canasta de bienes de los hogares costarricenses, tendencia que continúa este año debido a los efectos positivos en la economía de las familias por el turismo o el crecimiento de las exportaciones.
“Sobre la influencia del tipo de cambio, algunos hogares pueden estar aprovechando el momento para lo que dejaron de hacer en los últimos dos años, como reparaciones del hogar o compras que dejaron de hacer porque priorizaron. Sí, es un periodo que se aprovecha para consumir”, dijo el analista.
Las perspectivas favorables señaladas por Montufar son reconocidas por empresarios consultados por este diario.
Para Mario Simán, director general de Grupo Unicomer, propietario de las cadenas Gollo y la Curacao, la evolución del valor del dólar favorece las importaciones de electrodomésticos. “El tipo de cambio nos ha beneficiado a nosotros y a nuestros consumidores porque los productos que son manufacturados afuera son más baratos. La gente ha cambiado sus televisores o sus refrigeradoras”, sostuvo.
El empresario agregó que la actividad de financiamiento ofrecida por la compañía a sus clientes para la compra de estos bienes refleja una reactivación.
Los datos de importaciones de electrodomésticos muestran que el año pasado, las empresas trajeron al país bienes por un valor de $1,7 millones, es decir, 12% más que los $1,5 millones del 2022, según el BCCR. Al primer trimestre de este año, la tendencia continúa, ya que se trajeron productos por un valor de $422 millones, 10% más que en el mismo periodo del 2023.
En el sector de vehículos, Jorge Guerra, subdirector Comercial de Grupo Purdy, reconoció que el sector tiene una gran recuperación. “El beneficio inmediato para nuestros clientes está en la cuota que se paga cada mes, ya que la mayoría de los financiamientos se hacen en dólares y la mayoría de los salarios se perciben en colones. Por lo tanto, al bajar el tipo de cambio, son menos los colones para la mensualidad”, comentó. Además, confirmó que la moneda estadounidense se mantiene como la preferida de las personas para comprar carro.
Colaboró el periodista Alejandro Durán.