La baja en el precio de 57% de los bienes alimentarios que mide el índice de precios al consumidor (IPC) ayudó a frenar la inflación durante lo que va del año.
Un total de 59 bienes de este tipo, de un grupo de 104, acumularon una variación porcentual negativa en los primeros cinco meses del 2016, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Como resultado, el grupo Alimentos y bebidas no alcohólicas, el de mayor peso en el IPC, reportó una caída del 1,4% entre enero y mayo de este año.
El grupo de Transporte, segundo en influencia, también tuvo una variación negativa de 2%, principalmente por las bajas tarifarias de las gasolinas y el diésel.
Pese a ese declive, la inflación fue de un 0,03% en los primeros cinco meses del año.
Las alzas en productos y servicios educativos y de salud, telefonía, alquiler y servicios de la vivienda compensaron las disminuciones en alimentos y combustibles, de acuerdo al INEC.
Detalle. El arroz, pan salado, leche líquida, atún y huevos fueron los bienes que más influyeron en la baja del grupo de Alimentos y bebidas no alcohólicas.
Productores locales consultados por La Nación coincidieron en que la caída en el precio de las materias primas, la estabilidad en el tipo de cambio y rebajas en los combustibles influyeron en la cotización de los alimentos.
“El precio del arroz al consumidor de calidad 80/20, que se establece por decreto, se redujo en un 10% en los últimos cinco años”, explicó Minor Barboza, director ejecutivo de la Corporación Arrocera Nacional.
Barboza añadió que una sobreproducción internacional de ese grano es la principal razón del mejor costo interno.
Para Mario Montero, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), la disminución sostenida en las materias primas dio certidumbre al fabricante local para sostener precios.
“El consumidor hoy es más exigente e informado. Esto obliga a las compañías de consumo masivo a hacer promociones y ofertas que también impactan en los costos”, aseguró Montero.
En el caso de los alimentos frescos, la reducción en productos como chile dulce, papaya, papa o frijoles se atribuyó a la estacionalidad productiva.
“En verano se produce mejor, sobre todo si hay riego, eso genera una baja en precios de algunos productos”, señaló Juan Rafael Lizano, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura.
Influencia. Alberto Franco, economista de Ecoanálisis, recalcó que el precio del dólar, materias primas y combustibles contribuyeron a esa caída en el costo de los alimentos, pues se han mantenido estables o bajaron en el año.
Sin embargo, recalcó que cuando varíen al alza, provocarán un incremento en bienes de consumo alimentarios por su efecto en los costos locales.