La caída en las ventas de vehículos, materiales de construcción y aparatos electrodomésticos y del hogar, son los principales lastres que arrastran la actividad comercial en Costa Rica a un comportamiento negativo desde noviembre del año pasado, según las mediciones del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
De acuerdo con la serie tendencia ciclo (se eliminan los efectos estacionales) del índice mensual de actividad comercial (IMAC), en noviembre del 2018 ese sector entró en números rojos. Ese mes, el comportamiento de la actividad comercial fue del -0,03% respecto a igual mes del año anterior.
A partir de entonces, el IMAC ha marcado cifras bajo cero, hasta que en marzo de este año llegó a -0,31% y en abril se ubicó en -0,26%.
De acuerdo con el desglose del comportamiento del sector comercial, realizado por el BCCR, el subsector de venta de vehículos viene en depresión desde agosto del 2017 (-0,1%). Desde ese momento no se ha presentado un mes con comportamiento positivo y en abril pasado (último dato disponible), cerró en -11,8%.
Los subsectores de materiales de construcción y de aparatos electrodomésticos también empujan la caída en la actividad comercial. El primero viene en negativo constante desde julio del 2018 y en abril cerró en -3,27%; mientras que el segundo está por debajo de cero desde desde noviembre del 2018 y en abril cerró en -2,83%.
El IMAC es un indicador calculado por el BCCR que mide el comportamiento y valor de las ventas de bienes. Contiene 23 agrupaciones de productos y para cada uno de ellos se cuenta con una muestra de empresas de las cuales se obtiene información mensual.
Lilliana Aguilar, presidenta de la Asociación de Importadores de Vehículos, Maquinaria y Afines (Aivema), explicó que múltiples factores causan el decrecimiento del sector.
En los últimos meses, los principales fueron el cambio del gobierno, la huelga tan larga en el país y la incertidumbre proveniente de la aplicación del plan fiscal. La contracción se presenta también, adujo Aguilar, por la inconsistencia en políticas del Estado respecto a los vehículos.
Según Randall Murillo, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC), la caída en la venta de materiales es concordante con lo que sucede en todo ese sector, en general, el cual se ha visto muy golpeado por la incertidumbre que reina en el país en diferentes campos, por ejemplo, en la aplicación del impuesto al valor agregado (IVA).
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Para Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR), el subsector de vehículos tuvo crecimientos de hasta dos dígitos en su actividad, antes del declive iniciado en agosto del 2017, hace casi dos años. Luego, fue severamente afectado por las restricciones de crédito en el sistema financiero nacional y por la prudencia de los consumidores a la hora de adquirir bienes duraderos.
En lo relativo a los materiales de construcción, Elizondo esperaría que durante un trimestre (a setiembre venidero) se alivie la incertidumbre de los consumidores y se pudiera ver un poco de repunte. Los electrodomésticos y enseres grandes para el hogar son igual que los vehículos, bienes duraderos, y la gente piensa mucho para adquirirlos, señaló.
Pese al resultado del IMAC, en lo relativo a aparatos eléctricos y del hogar, Eduardo Córdoba, gerente de Mercadeo de Grupo Unicomer (tiendas Gollo), resaltó un aumento de las ventas de esa cadena. “En nuestro caso no se ha dado una disminución en las ventas, incluso las categorías de línea blanca y electromenor han mantenido un crecimiento constante en los últimos meses”, declaró.
Mencionó que esa cadena, lejos de liberar personal más bien está contratando porque tuvieron aperturas de nuevas tiendas. “Solo en el mes de mayo inauguramos tres, una en Guachipelín de Escazú, otra en la Avenida Central de San José y otra en Tibás”, detalló.
Difícil recuperación
Los distintos sectores afectados prevén una recuperación lenta y difícil, en especial por el contexto actual de Costa Rica, donde se mantiene la incertidumbre por la situación económica y fiscal.
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Elizondo espera signos de recuperación luego de quizá un trimestre de acomodo a las nuevas circunstancias creadas con el IVA. Por eso, espera que julio, agosto y setiembre aún sean de cautela y que en octubre se presenten algunos signos positivos. Eso, agregó, quitando la estacionalidad de un mes como agosto, en el cual el Día de la Madre crea una distorsión positiva en las cifras comerciales.
Murillo, en cambio, es menos optimista. Espera tener señales de recuperación apenas en el 2020. “El problema de la construcción es como el de una máquina de ferrocarril. Cuando está en marcha arrastra rápidamente los sectores involucrados, pero cuando está detenida arranca despacito antes de tomar toda la velocidad”, analizó.
Hoy la gente puede comenzar a tomar confianza, añadió, con señales como la baja en tasas de interés, pero para tener un criterio fuerte y aventurarse a comprar vivienda se pueden pasar seis meses o más.
En esto coincidió con Elizondo, para quien la salida al retroceso del sector comercial no está en las manos de los empresarios sino en la confianza de los consumidores. “No es un tema de oferta sino uno de demanda”, señaló.