Solo 13 hogares aprovecharon en el 2016 el bono diferido que ofrece el Estado para ayudar a familias de clase media a comprar vivienda.
Este subsidio se comenzó a entregar en el 2013. Ese año se dieron 63 bonos, luego en el 2014 se otorgaron 103, pero cayó a cifras de 25 en el 2015 y a 13 en el 2016. Este año apenas se ha entregado uno.
Hasta ahora, solo dos entidades ofrecen créditos que incluyen este bono como ayuda: Mutual Cartago (Mucap) y el Grupo Mutual.
¿Qué es el bono diferido? Este instrumento consiste en una contribución mensual que hace el Estado a los hogares de clase media para ayudarles a pagar las cuotas del préstamo de la casa en los primeros cinco años.
Según un ejemplo brindado por Mucap, si un hogar recibe un ingreso bruto de ¢1.021.496 (pueden sumarse las entradas de los miembros de la familia), pueden optar por un crédito de ¢34 millones y la cuota inicial mensual le queda en ¢289.690.
Con el bono diferido –bautizado así porque se difiere en el tiempo–, el Estado le ofrece pagar ¢50.750 de esa cuota inicial. En el tiempo el apoyo va disminuyendo. El periodo de ayuda, en este caso es por tres años, informó la gerente general de Mucap, Eugenia Meza.
En total, al hogar en este ejercicio se le darían un bono de ¢2.436.000.
Johnny González, director de ventas de Grupo Mutual, dijo que el bono tiene dos efectos para el hogar: le baja la cuota mensual, pero además aumenta su capacidad de endeudamiento.
Esto debido a que la cuota no puede representar más de la tercera parte el ingreso del hogar. Empero, al añadirle la ayuda del bono, la familia tiene acceso a un préstamo mayor del que sus entradas le permiten.
“El beneficio del bono diferido radica en aumentar la capacidad de endeudamiento de los interesados, ya que el bono se emplea para cubrir un porcentaje de la cuota mensual por créditos de vivienda”, manifestó Luis Montoya, gerente general del Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi).
Estos créditos se pueden aplicar a la compra de una vivienda existente, compra de lote y construcción de casa, construcción en lote propio, así como ampliaciones y mejoras de una vivienda propia.
El valor máximo de la casa debe ser de ¢58.666.000.
Si por ejemplo un hogar tiene un lote, que fue valorado en ¢20 millones, entonces la construcción de la casa debe estimarse en cerca de ¢38 millones para no sobrepasar el monto máximo, detalló González, de Grupo Mutual.
Si la persona realiza su compra en un edificio vertical el bono aumenta.
Según un ejemplo, brindado por el Grupo Mutual, para un hogar con un ingreso bruto de ¢800.000 y para una vivienda de ¢35 millones, el bono ordinario sería de ¢3.006.000, pero el subsidio para una vivienda en edificio vertical sube a ¢5.154.000.
La ayuda tiene restricciones, como por ejemplo, si el beneficiario se atrasa en el pago de la cuota, se le suspende el subsidio.
¿Por qué no se usa? Pero ¿por qué a pesar de que el bono es regalado tan pocos hogares lo utilizan y tan pocas entidades lo ofrecen?
Conocedores del sistema consultados lo atribuyen a dos factores: la gente lo conoce poco y cuesta encontrar viviendas cuyo precio sea menor a los ¢58.666.000.
“Las solicitudes por parte del público disminuyeron por diversos factores como poca oferta de viviendas con un costo que no supere el tope de interés social, la poca cantidad de entidades que ofrecen el bono diferido y también el desconocimiento del público de los beneficios del producto”, refirió Montoya.
González añadió que para los mismos desarrolladoras ha sido difícil la comprensión de cómo funciona el bono diferido y por eso no hay mucha oferta de vivienda por debajo del límite máximo que permite el bono.
Meza agregó que los mercados operan con base en oferta y demanda y en este caso el bono diferido da un empujón a la demanda, pero el problema es que la oferta no se fortalece simultáneamente.
Proyectos actuales. Según González, Grupo Mutual tiene a disposición financiamiento para tres proyectos que calzan con este bono.
Un ejemplo es Condominio Vía Interlomas, dos torres de seis pisos cada una en San José, cerca del Centro Comercial Plaza América.
Mucap ofrece seis proyectos. Un ejemplo son 40 casas en Valle Escondido en Cartago.
Meza anunció que Finanvivienda, la Cámara de Entidades Financiadoras de Vivienda Social, realizarán una feria de vivienda social en julio, donde las personas podrán conversar con desarrolladores, empresas de materiales de construcción e intermediarios financieros.