La Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) y un grupo de importadores de materiales se oponen a una solicitud para poner un arancel a la varilla de acero que ingrese al país desde el extranjero.
El 30 de noviembre del 2017, la empresa ArcelorMittal de Costa Rica S. A. presentó al Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) una solicitud para establecer una medida de salvaguardia y colocar un tributo de 15% a la importación de varillas de construcción.
El pasado 19 de marzo, el MEIC inició el trámite a la medida en un proceso de investigación en el que se decidirá si el arancel se impone o no.
Sin embargo, el inicio de este estudio generó malestar en la Cámara Costarricense de la Construcción y en distintos importadores de este insumo quienes argumentan que este proceso podría significar que se extingan las importaciones del producto.
Estos últimos, incluso hicieron pública su preocupación, este lunes 30 de noviembre, en un campo pagado en la edición impresa de este medio, donde instan al presidente electo Carlos Alvarado a poner atención a este trámite.
Entre quienes suscribieron el espacio se encuentran importadores como Aceros Abonos Agro, Gerdau Metaldom e Intersteel S. A.; y detallistas como Corporación El Lagar y Grupo El Colono.
La mayoría de varilla de construcción importada que entra a Costa Rica, proviene de Turquía. Sin embargo, ArcelorMittal es la única empresa que la produce localemente.
Arancel justo
La solicitud de un impuesto del 15% a la importación de la varilla de construcción es lo justo y no es un número desproporcionado, según los argumentos dados por la empresa ArcelorMittal.
Señalan que el impuesto respondería a lo equivalente de otros insumos de la construcción, como por ejemplo el cemento o la loza. “No es el 46% del arroz ni el 35% del azúcar. Lo que estamos pidiendo es que se restablezca el 15%”, aseguró Lucrecia Brenes, asesora de la compañía.
Actualmente, el arancel a la importación de este producto, se encuentra en 0%, para el acero aleado y en 5% para el no aleado, después de modificaciones hechas en el 2011 en respuesta a la crisis inmobiliaria que vivió el país.
El costo de la varilla representa el 10% del costo de las viviendas de bienestar social, de acuerdo con el MEIC.
El proceso para subir el arancel, es un proceso que se encuentra en investigación. La conclusión se tendrá cuando se genere un informe con recomendaciones para determinar si procede o no el reestablecimiento del impuesto, de acuerdo con Geannina Dinarte, actual ministra del MEIC.
La investigación de mercado podría dar tres conclusiones: homologar el impuesto de las varillas al 5%, reducir los dos impuestos a cero o subir ambos impuestos. Este último panorama es el que solicita ArcelorMittal.
Aparte, está la investigación a la medida de salvaguardia, que se aprobaría en caso de comprobar que las importaciones sean en tal proporción que afecten la producción nacional.
Según Dinarte, este es el proceso más lento y se podría prorrogar hasta por un año. En este segundo proceso participan varios actores: importadores, exportadores, productores y países que podrían verse involucrados.
Temen a cese de importaciones
En contra del proceso llevado por el MEIC, sobresale el argumento de que la implementación de la salvaguardia perjudique seriamente la competitividad en un mercado como el de varilla, que es un insumo indispensable en el sector construcción, manifestó Jorge Arturo González, presidente de la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC).
Los empresarios que internan el material hablan, incluso, de la posibilidad de que se extingan por completo las importaciones y de que esta medida, contribuya a que ArcelorMittal se pueda convertir en un monopolio privado.
La importación de barras de acero o hierro, de las que se derivan las varillas de construcción representa $7,9 millones en importaciones, solo en el 2017. Sin embargo, este valor ha venido en disminución. En el 2013, los importadores pagaron $42,7 millones en total, según datos de la Promotora del Comercio Exterior.
Esto responde a la disminución de los precios del acero en el ámbito internacional. En el 2008, la tonelada de esta aleación costaba $921 y pasó a $464, en el 2017.
Otro de los argumentos en contra del arancel, señalan que el país podría enfrentar escasez del material y por ende una subida en los precios.
Por el contrario, ArcelorMittal argumenta a favor de los aranceles al señalar que se subutiliza la capacidad que tienen en el país. La planta tiene posibilidad de producir 350.000 toneladas de varilla y solo están produciendo 50.000 para el mercado nacional
La compañía también aduce que tienen espacio para la contratación de 400 empleados, aunque actualmente cuentan con 83 trabajadores, según datos de Lucrecia Brenes, asesora de la empresa.
Esta compañía, ubicada en Guápiles, afirma que ellos son el segundo cliente más importante del Instituto Costarricense de Ferrocarriles; y el quinto del Instituto Costarricense de Electricidad.