La cerveza sin alcohol comenzó a reclamar más espacio en los supermercados y en el resto de comercios costarricenses a medida que se gana un lugar en la preferencia de los consumidores. Hace una década eran una extravagancia pero actualmente, se pueden comprar al menos una docena de marcas de este tipo de bebidas, en su mayoría importadas.
El peso de este producto aún es incipiente en Costa Rica. Según la firma consultora International Wine and Spirit Research (IWSR), la penetración de mercado de esta bebida sin alcohol se estimó en 0,3% del volumen de ventas totales para el 2023, mientras que en el mundo fue del 1,68%.
Sin embargo, la mayor oferta de este tipo de bebidas apunta a que es un nicho con potencial de crecimiento local y un fenómeno global impulsado por las nuevas generaciones, como reconoció Rolando Carvajal, director general de Florida Ice and Farm (Fifco). La empresa nacional introdujo al mercado Imperial Cero en el 2016 y Heineken 0.0 en setiembre del año pasado.
“El crecimiento (de la cerveza sin alcohol) durante el 2023 fue de doble dígito y tanto así que nos quedamos sin inventario para Heineken 0.0 porque las proyecciones que se hicieron, en conjunto con Heineken, fueron superadas por mucho y en un tiempo más corto. El crecimiento continuará siendo así, es un fenómeno mundial no solo en el mercado costarricense”, apuntó el ejecutivo.
Carvajal mencionó que Costa Rica aún tiene una posibilidad de crecimiento del consumo per cápita de cerveza y el producto sin alcohol tiene un potencial muy fuerte de aumento a futuro. “En Europa hay países como España donde la cerveza sin alcohol crece consistentemente, es más, ya más del 10% de la cerveza que se consume es sin alcohol”, comentó.
De hecho, de las bebidas de este tipo importadas por Auto Mercado, tres son de origen ibérico: Mahou 0.0%, Estrella Galicia 0.0% y Free Damm. Además, la compañía retail también ofrece otras seis marcas, incluidas las fabricadas por Fifco, según el detalle de su sitio web.
Alejandra Masís, gerente de secos de Auto Mercado, confirmó la demanda creciente, principalmente a partir del lanzamiento mundial de Heineken 0.0. “Es un segmento que se viene desempeñando muy bien. Hemos ido ampliando las referencias para ofrecer un portafolio más robusto y una mejor experiencia de compra”, puntualizó.
En el caso de Walmart, Mónica Elizondo, subgerente de Asuntos Corporativos, comentó que están en proceso de desarrollo de una estrategia en conjunto con Fifco para impulsar este segmento de bebidas y promover su consumo. La empresa vende Imperial Cero y Heineken 0.0.
“Se incorporó una marca adicional al portafolio de cerveza sin alcohol, lo que nos ha hecho duplicar las ventas del segmento”, manifestó Elizondo. Agregó que, en el corto plazo, no tienen previsto importar este tipo de producto, pero no lo descartan a futuro.
Fenómeno global
El incremento del consumo global de cerveza sin alcohol se da de forma más relevante entre los adultos jóvenes. Por ejemplo, en España casi cuatro de cada 10 jóvenes entre 18 y 35 años, consumieron cerveza sin alcohol durante sus salidas, según datos de un estudio del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de setiembre del 2023, publicados por la agencia Europa Press.
Según los datos de esa entidad, en el 2022, el 13% del consumo total de cerveza en este país fue de una variedad sin alcohol.
En Alemania, un país con una fuerte tradición cervecera, ocurre el mismo fenómeno. Según el portal de estadísticas federal Destatis, el volumen de cerveza no alcohólica producida en Alemania casi se duplicó en los últimos 10 años, llegando a los 670 millones de litros en el 2022, según informó la agencia AFP, en agosto del 2023.
Además, un sondeo del 2022 del instituto Allensbach apuntó que la cerveza sin alcohol representaba alrededor del 7% del total de compras de esta bebida. “Vemos un fuerte incremento de la demanda”, afirmó a AFP Holger Eichele, jefe de la Federación de Cerveceros de Alemania.
El director general de Fifco afirmó que esta situación ocurre porque las nuevas generaciones están adoptando un estilo de vida que explora la moderación y el consumo inteligente de alcohol, lo que genera un mayor interés por las alternativas bajas en alcohol o sin alcohol.
Carvajal agregó que a dicha situación se suma una mayor oferta y variedad de este tipo de bebidas, en las que tanto la calidad como los perfiles de sabor de las opciones sin alcohol han mejorado significativamente.