San José
El Banco Central aumentó la tasa de política monetaria de 1,75% a 2,25% a partir de este jueves 6 de abril, lo cual puede influir, en los próximos meses, en otras variables de la economía como otras tasas en colones, la inflación, la producción, el empleo y el tipo de cambio.
La tasa de política monetaria es la que aplica el Banco Central en sus operaciones en el mercado integrado de liquidez, donde las entidades financieras negocian recursos. Se utiliza dicha tasa más un punto para préstamos y menos un punto para depósitos.
VEA: Banco Central eleva la tasa de política monetaria
Dos economistas consultados, José Luis Arce y Max Alberto Soto, comentaron los efectos previstos por el aumento de este indicador.
- Aumento en otras tasas: Arce comentó que en teoría, debería haber un efecto al alza en las tasas de interés en el sistema financiero debido a esta decisión, pero tradicionalmente ese proceso de traslado no es perfecto.
Soto espera una presión al alza en las tasas de interés en colones de más a largo plazo en el segundo semestre del año, pues es ahí donde el Gobierno presiona por recursos. El Gobierno ya tiene cubiertas sus necesidades del primer semestre del año.
Consideró que no habrá efectos inmediatos en la tasa básica pasiva, a la cual están ligados muchos créditos, debido a la forma de medirla (no incluye las tasas del Gobierno, ni del Banco Central).
- Inflación controlada y estable: El objetivo del Banco Central con la decisión es mantener la inflación bajo control, así que se espera que esta se mantenga dentro del rango meta, entre 2% y 4%.
"Es probable que la inflación de marzo venga alta, en este caso el inicio del ajuste –y posiblemente mayores aumentos en meses próximos en las tasas– ayudarían a mantener la inflación dentro del rango meta", comentó Arce.
Soto considera que en la medida que la inflación pueda mantenerse dentro del rango meta del Banco Central, la tasa podría no sufrir aumentos significativos posteriores.
- Menor crecimiento en la producción: Para Soto un aumento en las tasas tiene el efecto de desacelerar la economía, lo cual dificulta enfrentar las altas tasas de desempleo, ese sería un costo de proteger la meta de inflación.
"El costo de la medida es posiblemente en crecimiento, pues esto encarece el crédito y ralentizaría aún más el consumo privado –ya afectado por la desmejora de términos de intercambio– y posiblemente la inversión", dijo Arce.
- Más dificultades para financiar el déficit fiscal: Un aumento en las tasas de interés en colones eleva los costos de pago de intereses del Gobierno, lo cual golpea el alto déficit fiscal.
- Evita presiones sobre tipo de cambio: Arce considera que una de las motivaciones de esta medida es justamente cambiaria.
"El aumento en los tipos en colones es una forma de aumentar el atractivo de las inversiones en colones y por esa vía tratar de quitarle cierta presión al mercado cambiario, que ha estado deficitario y depreciándose el colón, en buena medida, por el aumento de la demanda de dólares debido a la dolarización de los portafolios", comentó.
Para Soto, el diferencial entre tasas en colones y dólares todavía no es tan alto como para esperar un ingreso de capitales en dólares para invertir en colones, lo cual podría presionar a la baja el tipo de cambio (por la venta de dólares).
Aumento esperado. Tanto Soto como Arce coincidieron en que la decisión del Banco Central era la esperada y un poco tardía.
"A mí me parece que es algo que se esperaba, es posible que haya postergado la decisión más de la cuenta, hay condiciones, que indican que las tasas de interés deberían ser más altas de lo que han sido, por el lado de la parte fiscal", comentó Soto.
Para Arce, desde la perspectiva de la política monetaria y de las decisiones del Banco Central, este es un cambio muy importante.
Explicó que el 2015 y 2016 fueron años tranquilos para el Banco porque condiciones particulares y sobre las que no tiene control –como la baja en precios de materias primas– permitieron que relajara su política monetaria (bajando la tasa de referencia) pues la inflación se desplomó y además las expectativas en aquel momento de apreciación hacían de esa decisión algo deseable para evitar una mayor apreciación real del colón.
No obstante, ese mundo ya cambió, ahora con las presiones para la depreciación del colón, el resurgimiento de la inflación y los aumentos en los tipos de interés afuera, ya no es posible mantener y menos justificar esa posición de política, añadió Arce.
"En ese sentido, me parece que el Banco Central ha actuado responsablemente con este ajuste, quizás un tanto tardío, pero señala que su postura es realizar el ajuste y no posponerlo, a pesar de las presiones fiscales y, eventualmente, políticas", comentó el economista.