El mercado de vehículos eléctricos en Costa Rica crece con fuerza, y pese a que algunos modelos son más caros que los carros con motor de combustión interna, esta tecnología ofrece atractivos que pueden representar un ahorro significativo en el bolsillo a largo plazo.
Claro, que uno de los ahorros más evidentes en la factura de combustible, sobre todo en momentos en que el precio por litro es de ¢956 para la gasolina súper, de ¢922 para la regular, y de ¢872 para el diésel. Sin embargo, especialistas en movilidad eléctrica aseguraron a La Nación que los vehículos eléctricos también tienen un bajo costo de mantenimiento y ofrecen una alta fiabilidad en su desempeño.
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Silvia Rojas, directora ejecutiva de la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove), explicó que en el caso particular del mantenimiento de un vehículo eléctrico, los gastos se reducen a cambios de llantas o revisiones de otros detalles como los frenos.
“Es cierto que en el vehículo eléctrico existe una diferencia en esa inversión inicial, con una diferencia que puede rondar entre los $10.000 y $5.000 en modelos similares, pero cuando se empiezan a hacer todos los ahorros, que incluyen gasolina y mantenimiento, la persona va notar ese retorno de inversión y más rápido va a empezar a ganar”, explicó Rojas.
En eso coincide Sergio Morales Hernández, coordinador del Laboratorio de Investigación en Vehículos Eléctricos (LIVE), del Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec), quien aseguró que en dos o tres años las personas pueden notar un ahorro si el carro tiene un precio superior a uno equivalente de gasolina, gracias a la reducción en costos de mantenimiento y uso de combustible.
“El vehículo eléctrico requiere de muy poco mantenimiento general, entiéndase frenos, suspensión, etcétera, a menos que pase alguna otra cosa como que la persona se vaya en algún hueco o tenga un choque; pero no se tiene que pensar en cambios de aceite, de bujías, o fajas. O sea, hay un ahorro importante”, afirmó Morales.
Según los datos del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), entidad encargada por ley de contabilizar el ingreso de este tipo de vehículos, en el país ya hay 5.813 medios de transporte que utilizan esta tecnología, entre automóviles, motos y equipo especial como carritos de golf y cuadraciclos. De ese total, 3.468 son carros.
Recientemente, Costa Rica extendió las exoneraciones fiscales para vehículos eléctricos hasta el 2035, una de las principales estrategias para promover el uso de esta tecnología en el país. También algunas municipalidades ofrecen descuentos en el uso de parquímetros y otros beneficios no fiscales.
¿Qué recomiendan las agencias?
De acuerdo con Morales, las revisiones de mantenimiento van a depender estrictamente de la recomendación de las agencias. Sin embargo, puso como ejemplo su situación personal, como usuario de un vehículo eléctrico modelo 2015 y comprado en el 2019, al que únicamente le ha tenido que cambiar las escobillas y un sensor de presión de una llanta.
En el caso de los carros eléctricos de la marca AION, cuyos precios van desde los $26.000 hasta los $54.000, la agencia EV2, que distribuye sus modelos en Costa Rica, explicó que el primer mantenimiento del vehículo debe hacerse a los 5.000 kilómetros (Km) y es gratis.
La segunda revisión es a los 20.000 Km y a partir del tercer mantenimiento se realiza cada 20.000 km, todas con un costo de $113 (¢73.600). Además, todos sus modelos cuentan con una garantía de tres años o 100.000 km, así como de ocho años en la batería.
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De su lado, Hyundai recomienda hacer un mantenimiento cada 10.000 km, bajo un precio que va entre los $100 (¢65.100) y los $150 (¢97.700). La agencia afirmó que las revisiones incluidas dependen del momento de compra, según los beneficios que ofrezca la marca en ese instante.
Por su parte, Juan Ignacio Sansó, gerente comercial de BMW, explicó que los vehículos en BMW y MINI se requiere acudir al servicio de mantenimiento entre los 8.000 a los 12.000 km, los cuales se pueden negociar en el proceso de compra para que una o varias visitas estén incluidas.
Incluso, entidades como el Tec y el Instituto Nacional de Aprendizaje brindan capacitación para formar especialistas en este tipo de transporte, con el fin de suplir la demanda de personas que puedan reparar la parte eléctrica de los vehículos.
¿Qué pasa con la batería?
La batería es una de las principales preocupaciones sobre los autos eléctricos, aunque no lo es por el mantenimiento, sino por la degradación y vida útil. Sin embargo, un escenario de sustitución o una disminución drástica en el rendimiento del vehículo es poco probable, según los especialistas.
Rojas manifestó que es importante diferenciar los conceptos de degradación y vida útil, ya que el primero hace referencia al desgaste por el uso del carro, mientras que el otro no debe confundirse con la garantía que otorgan las agencias, que comúnmente es de ocho años, puesto que eso no significa que la batería se va a morir en ese tiempo.
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La directora ejecutiva de Asomove también indicó que, en caso de que se dañe, se puede reparar. “Si existiera un daño tampoco es que tenemos que cambiarla toda. La batería está compuesta por paquetes y cada paquete está compuesto por celdas y eso es lo que puede fallar”, agregó.
No obstante, ambos indicaron que es poco probable que eso pase y coinciden en que a nivel de autonomía, es decir, los kilómetros que se pueden recorrer con una sola carga en la batería, el desgaste y la reducción en el rendimiento es mínima con el paso del tiempo.
“Un uso normal del carro continuo todos los días, pues después de cinco años o un poquito más, tal vez se empiece a notar un poco la diferencia de autonomía, pero no va a ser nada tan grave como llegar y decir: ¡mirá, ya tengo que cambiar la batería!, o que el carro ya no me está permitiendo hacer mi rutina”, afirmó Morales.
En Costa Rica también hay múltiples estaciones de carga; solamente el Minae tiene mapeados 48 en todo el territorio nacional. Mientras que Asomove reporta al menos 150 puntos de carga abiertos a todas las personas que tengan un vehículo eléctrico.