El precio del tomate se ha más que duplicado en los últimos 12 meses que terminaron en julio del 2022; el de la papa aumentó 74% y el del aceite, 65%. Estos son parte de los fuertes aumentos que han mostrado algunos alimentos que son importantes en el gasto de los hogares.
Solo en el mes de julio, el índice de precios de los alimentos aumentó 4,46%, fue la división que más subió, y en los últimos 12 meses que terminaron en julio del 2022 la subida en esa división fue de 21% muy por encima de la inflación general (de 11,48%). Esto significa que si hace un año gastaba ¢100.000 en la compra de comida, ahora se debe desembolsar ¢121.000 para comprar lo mismo.
Para determinar los alimentos más importantes para los hogares se utilizó la ponderación del índice de precios al consumidor, que indica la importancia relativa del gasto de cada uno de los bienes y servicios reportados en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos, respecto al gasto total.
Por ejemplo, la ponderación de 1,31% del arroz, representa, en términos promedios, el gasto en consumo que los hogares costarricense reportaron dedicar a la adquisición de dicho producto, explicó Nelson Castillo, Coordinador de la Unidad de Índice de Precios al Consumidor. La suma de la ponderación de los 289 bienes y servicios que conforman el índice el resultado es 100%.
El aumento en el costo de la comida golpea, principalmente, a los hogares más pobres porque son los que dedican una mayor parte de su gasto total en la compra de alimentos.
Entre los alimentos cuyos precios han aumentado más, en los últimos 12 meses, se encuentran muchos agrícolas como el tomate, el culantro, la papa, la vainica, el chile dulce, la lechuga, la sandía y la yuca, según la información que arroja el índice de precios al consumidor.
Rigoberto Vega, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria explicó que algunos de los factores que están influyendo en el aumento de algunos productos destacan la crisis marítima de logística y la guerra de Ucrania y Rusia, lo cual ha provocado la disminución y encarecimiento de fertilizantes, los insumos agropecuarios y las materias primas.
“Además, también afectan el alto costo de la electricidad y de los combustibles. Otro factor son los fenómenos climáticos, especialmente las fuertes lluvias que han afectado la mayoría de las zonas productivas del país”, añadió Vega.
Agregó que estos factores han encarecido mucho los costos afectando el flujo de caja de los agricultores y que, a corto plazo, no ven que las condiciones vayan a variar.
El economista Norberto Zúñiga indicó que un costo que podría bajar es el de los combustibles, que es importante para los agricultores y otros productores de alimentos, debido a la baja internacional en los precios de los hidrocarburos y la apreciación que muestra el tipo de cambio.
Otros alimentos que muestran incrementos importantes en los últimos 12 meses son algunos industrializados, como el aceite, la harina de trigo, el pan y la mantequilla, las carnes como el pollo y los huevos.
En un congreso realizado el 19 de julio pasado Juan Ignacio Pérez, presidente de la Cámara de la Industria Alimentaria (Cacia), enumeró algunas de las situaciones que han golpeado el precio de los alimentos.
“Las secuelas sobre el mercado de una pandemia que aún se percibe en el comportamiento del consumidor, la guerra entre Rusia y Ucrania, la crisis de contenedores, el incremento fuerte en todos los rubros de costos por materias primas e insumos, el hackeo delincuencial que afectó los servicios aduanales, aunado a la inestabilidad económica por el crecimiento del tipo de cambio del dólar; ponen de manifiesto la necesidad de analizar qué decisiones podemos tomar, para mejorar el futuro inmediato de la Industria Alimentaria”, puntualizó Pérez.
En dicho congreso los industriales propusieron al Poder Ejecutivo acción en seis áreas estratégicas con medidas puntuales para paliar costos que se pueden reducir con medidas administrativas internas, entre ellas, reducción de costos innecesarios en los puertos de Moín y Caldera, eliminación de barreras de acceso a materias primas industriales y mejorar la política comercial que elimine las distorsiones del comercio internacional.
En julio pasado, Luis Mesalles, gerente de La Yema Dorada, explicó que en el 2021 los precios de los huevos estuvieron bajos, por eso la comparación con ese año genera una variación alta y además se ha venido reduciendo la producción.