Estrenar un vehículo completamente nuevo es el anhelo de muchos. Para lograrlo, el acceso a soluciones financieras suele ser vital. Sin embargo, en algunos casos, las personas prefieren la comodidad de no ser necesariamente propietarios del vehículo nuevo.
Para estas situaciones, algunos grupos crediticios ofrecen la figura del “renting”, que consiste en el alquiler a largo plazo de un carro nuevo. Usualmente, estos contratos tienen una duración mínima de 2 años.
Empresas consultadas por La Nación confirmaron que este producto está ganando terreno entre los usuarios en comparación con el leasing y el crédito prendario debido a los beneficios que ofrece y porque el pago de la cuota ya incluye los costos de mantenimiento.
Ruth Salazar, ejecutiva de negocios de renting de CrediQ, explicó que esta modalidad es popular entre trabajadores independientes que necesitan renovar constantemente su unidad, así como entre jóvenes asalariados que desean evitar preocupaciones sobre el mantenimiento.
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José Paulo Martínez, gerente de Innovación y Producto de la financiera Cafsa, señaló que esta opción es común entre profesionales con un poder adquisitivo que les permite cambiar de automotor con frecuencia y que desean evitar gastos a largo plazo como en el marchamo.
En ese sentido, Martínez afirmó que el renting no resulta tan beneficioso para los asalariados, ya que al final del contrato el vehículo no pasa a su nombre, a diferencia del leasing o el crédito prendario, donde el cliente adquiere el vehículo en algún momento.
CrediQ es la entidad financiera del GrupoQ, que maneja marcas como Hyundai, Chevrolet, Cadillac o Isuzu. Por su parte, Cafsa es el brazo del Grupo Purdy, que representa a Toyota, Subaru, Ford, Lexus o Xpeng.
Diferencias con leasing y crédito prendario
El leasing es un producto mediante el cual la arrendadora compra un activo y lo cede para su uso a una persona o empresa a cambio de un pago mensual de alquiler. A diferencia del renting, se considera una tasa de interés en el pago mensual, ya que el bien puede llegar a ser propiedad del cliente al final del plazo.
En el caso del crédito prendario, el vehículo es propiedad del usuario desde el inicio del préstamo, aunque este responde al pago de la deuda. En contraste, en el renting, el bien nunca pasa a ser parte del usuario, sino que siempre pertenece a la entidad financiera.
Además, en el alquiler a largo plazo, la cuota es fija durante todo el periodo e incluye seguros, ya que el propietario del vehículo sigue siendo la entidad crediticia. En el crédito prendario o el leasing, la cuota puede variar según la tasa de interés.
Tanto Martínez como Salazar indicaron que los beneficios fiscales del renting llaman la atención de los trabajadores independientes, ya que la totalidad de la cuota se puede considerar como un gasto ante el Ministerio de Hacienda, lo que permite deducirlo de la renta en su totalidad.
En algunos casos, tanto en leasing como en renting la entidad le cobrará por finalizar el contrato en un periodo menor al acordado, aunque eso dependerá de su contrato.
Condiciones y comodidad atraen a usuarios de renting
Tanto en Cafsa como en CrediQ, los plazos mínimos para acceder a un renting son de dos años. El cliente elige el plazo según la frecuencia con la que desee estrenar un vehículo, y no se requiere el pago de una prima inicial, a diferencia de un crédito o leasing.
En renting, la garantía puede consistir en un depósito equivalente a un porcentaje de las cuotas o al equivalente de ciertas cuotas. Por ejemplo, en CrediQ, el depósito equivale a dos meses de cuota y se paga por adelantado.
CrediQ detalló que el pago de la cuota mensual incluye todos los impuestos del período, así como mantenimientos preventivos como cambios de aceite, rotación y balanceo de llantas, y la posibilidad de acceder a un vehículo de sustitución.
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Cafsa ofrece beneficios similares, pero la cuota también incluye el mantenimiento correctivo, como el cambio de llantas o de batería, que no debe ser pagado por el cliente.
En ambos casos, la cuota suele ser mayor que en un crédito prendario, pero la diferencia dependerá de las características del vehículo, del cliente y del uso que se le dé al automóvil.
Salazar apuntó que, para un Hyundai Palisade, la diferencia en la cuota mensual en comparación con un crédito prendario es de $120.
Martínez sostuvo que el margen para un Toyota Prado puede oscilar entre $300 y $500.
Grupo Q permite el acceso a todos los modelos, mientras que Cafsa solo ofrece algunos de gama media a alta, con precios superiores a los $30.000. Sin embargo, Martínez señaló que los clientes que optan por el renting buscan vehículos costosos.
Es importante destacar que, al tratarse de un alquiler, las entidades pueden establecer límites y condiciones para el uso de la unidad. Por ejemplo, CrediQ establece un límite máximo de hasta 50.000 kilómetros al año, aunque este dato puede variar según el contrato y afectar el monto de la cuota.