Los llamados fondos generacionales comenzarán a funcionar en el Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP), a partir del 2024, y será uno de los cambios más relevantes en el sistema complementario desde su creación, en el 2000, con la promulgación de la Ley de Protección al Trabajador.
La figura llegará a Costa Rica después de un análisis de cuatro años porque, desde el 2020, la Superintendencia de Pensiones (Supén) comenzó un proceso de investigaciones y consultas para habilitar este nuevo sistema de inversión del ahorro individual de los trabajadores asalariados, según los informes de proyectos estratégicos de la entidad fiscalizadora.
Sin embargo, también en el 2020, la Superintendencia rechazó a BAC Pensiones la posibilidad de crear una figura en el ROP muy similar a la anunciada por la Supén, según confirmó a La Nación Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de esta entidad financiera.
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¿En qué consiste el cambio?
Actualmente, en el sistema complementario de pensiones, la administración de las inversiones del ROP por ¢9,6 billones propiedad de 2,9 millones de trabajadores, se hace sin tomar en cuenta la edad del afiliado. El riesgo que puede asumir una persona a la cual le faltan 30 años para jubilarse, no es el mismo de quien está a menos de cinco años del retiro.
Precisamente, esta falta de diferenciación en la estrategia de inversión, según el perfil de la persona, provoca que las pérdidas registradas en los últimos meses afecten por igual a todos los clientes.
En contraste, en los fondos generacionales a los clientes se les clasifica por rango de edad y, dependiendo del grupo, así será la estrategia de inversiones. La persona se irá moviendo de un grupo a otro, lo cual modificará la estrategia de inversión.
Rocío Aguilar, jerarca de la Supén, explicó que en esta figura, a medida que la persona se haga mayor irá pasando a un nuevo grupo en el cual la política de inversión será diferente.
El objetivo final es que, cuando el trabajador esté cerca de su jubilación, la inversión de su ahorro individual se haga en instrumentos de renta fija (bonos, por ejemplo) y de menor volatilidad, recalcó Aguilar.
La otra figura que existe en el país, desde marzo del 2021, son los multifondos, pero solo en el régimen de pensiones voluntarias. Aquí, los afiliados también son clasificados por rangos de edades, pero cada fondo se administra de manera individual con características de riesgo y rendimientos meta diferentes.
Cuando llega el momento de que el afiliado se pase de grupo, su inversión se liquida al valor de mercado reportado en ese momento. Esta fue la figura que BAC Pensiones solicitó utilizar en el ROP y para el cual no obtuvo la autorización, sino solo para los fondos voluntarios.
¿Cuál es el beneficio?
Separar a los afiliados por rango de edades permite a las operadoras de pensiones complementarias (OPC) establecer una estructura de inversión catalogada como agresiva, cuando se trate de personas en sus primeros años de cotización. Mientras que las personas pronto a jubilarse pasarán a una estructura de inversión más conservadora.
Ahora, no significa que se podrá adquirir instrumentos altamente especulativos, en especial en los mercados externos. Las operadoras deben cumplir con el Reglamento de Gestión de Activos que permite, por ejemplo, la adquisición de títulos valores que cuenten con calificación de riesgo.
Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC Credomatic, destacó que a mayor edad, la estrategia de inversión será de menor riesgo y más líquida. Mientras que, para los trabajadores de menor edad, la política sí puede ser más agresiva.
Esta diferenciación es importante porque, actualmente, 251.000 personas tienen 61 años o más y se jubilarán en los próximos años. Sin embargo, para el 2024 cuando la Supén tiene previsto entre en vigencia los fondos generacionales, la cantidad de personas cerca del retiro será mayor, según la actual estructura de cotizantes.
¿Por qué hasta ahora?
La Ley de Protección al Trabajador dejó en manos del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) y la Supén la posibilidad de introducir diversas modalidades de estructura de inversión de los recursos del ROP. Sin embargo, hasta ahora la Superintendencia pone fecha para el comienzo de la figura de los fondos generacionales.
La jerarca de Supén explicó, entre las razones, de que se necesita una suficiente masa de recursos para una administración que permita la diversificación de los activos administrados por las OPC.
También recordó que, desde el 2015, se estableció que hasta diciembre del 2024 se iban a separar la administración del ROP en recursos para acumulación y los desacumulación.
Para Alejandro Solórzano, gerente general de Vida Plena, la razón radica en que hasta ahora la cantidad de trabajadores afiliados al ROP, cerca del retiro, conforman un grupo cada vez más relevante de personas y recursos.
Agregó que la acumulación de un activo relevante por grupo, sea en fondos generacionales o multifondos, es clave para hacer tractos y sacar el mayor provecho de las inversiones en cada grupo.
Otra de las razones fue que, antes de octubre del 2020, se cerró la posibilidad de que los trabajadores pudieran llevarse su ROP en un solo tracto si al calcular el monto de la pensión era inferior en 10% a la cuantía mínima del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
Los diputados eliminaron dicha posibilidad, con lo cual obligó a todos los nuevos jubilados a elegir alguna de las nuevas modalidades de jubilación para las personas con una cantidad de dinero acumulada baja. Incluso, la legislación estableció modelos de reparto acelerado de los recursos de manera transitoria a quienes se retiraron antes del 31 de diciembre del 2020.