Si antes en casa se compraba pan con queso o estilo francés o italiano, ahora hay una tendencia al melcochón clásico. También hay una inclinación a escoger en las góndolas de los supermercados, o en las pulperías, los productos habituales, solo que en presentaciones de menor tamaño y con menor costo.
Incluso, el consumo nacional de arroz aumentó y esto podría ser porque las familias tienden a sustituir alimentos que subieron de precio por este grano que se mantiene estable, declaró Fernando Araya, director ejecutivo de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz).
Igualmente, los viajes a la playa o la montaña se han reducido y todo ello es un indicio de que el consumo en hogares de Costa Rica se frenó. Así lo confirman datos del Banco Central y también de los de los comerciantes, productores o importadores.
El porqué de esta situación lo explican el fuerte incremento en los precios. También el aumento en las tasas de interés de los préstamos en colones, y el alza en tipo de cambio del dólar en junio –aunque ahora va a la baja–, lo cual resta disponibilidad de dinero para comprar a quienes afrontan el pago de deudas. A ello se une el desempleo, que ha disminuido, pero aún es alto (11,7% en el segundo trimestre).
De hecho, las familias viven una inflación que no se veía desde hace 13 años (11,5% en julio del 2022 con respecto al mismo mes del 2021) y en el caso de los alimentos el incremento es de casi el doble (21%) y el de los productos de la canasta básica alimentaria 22,7% en el mismo periodo. Ni se diga en el transporte (23%).
Si se comparan cuatro indicadores –tomando como punto de partida el año antes de la pandemia– se pueden visualizar los golpes sufridos por los hogares. Estos indicadores son ingresos de los trabajadores, precios al consumidor, tasa básica pasiva y tipo de cambio.
Para ello, La Nación elaboró un índice tomando enero del 2019 como base 100 y a partir de ahí se notan los cambios. Con el inicio de la pandemia, en marzo 2020, los trabajadores registraron una fuerte baja en sus ingresos, pero los precios se mantenían y las tasas de interés eran bajas. El precio del dólar subía gradualmente.
Luego los ingresos de los trabajadores se recuperaron, pero los precios y el tipo de cambio aceleraron su aumento y las tasas de interés comenzaron a subir. Desde el 21 de junio pasado, el precio del dólar ha tendido a la baja, lo cual trae un respiro a los hogares endeudados en dólares, pero afecta a otros, por ejemplo, los que dependen del turismo.
Como respuesta a estos efectos las familias ya han comenzado a frenar sus compras, muestran los datos del consumo de los hogares en bienes de consumo final que publica el Banco Central.
En este indicador, se nota que este gasto cayó fuertemente con la pandemia, luego hubo un rebote importante que implicó tasas de crecimiento interanuales (de cada trimestre respecto al mismo del año anterior) cercanas al 9%, pero en los dos primeros trimestres de este año ya se ha frenado a un ritmo promedio de 3,6%.
Cambios que perciben los vendedores
Estas variaciones no solo modifican los gráficos. Empresarios consultados comentaron que han visto ajustes en los hábitos de consumo de los hogares ante el aumento en precios.
María Pía Robles, directora de Relaciones Corporativas de Fifco, empresa que participa en mercados de bebidas, negocio inmobiliario en Guanacaste y alimentos (Industrias Alimenticias Kern’s y panadería y repostería Musmanni), comentó que han notado cambios en las preferencias de los consumidores ante la ola de aumentos.
“Efectivamente, hemos visto un cambio en los hábitos de consumo producto de esa inflación, de un mayor costo de la vida, y lo vemos reflejado en las preferencias de compra, y a eso respondemos con una mayor innovación en el tipo de productos”, comentó Robles.
Por ejemplo, explicó, en el caso del pan, han buscado no trasladar los aumentos en el costo de sus insumos y materias primas al consumidor, sino ofrecer nuevos productos, en presentaciones más pequeñas o promociones en días puntuales de la semana.
“Sí hemos visto una preferencia por presentaciones más sencillas de pan, como es el melcochón clásico”, comentó Robles.
También, en frijoles Ducal han apuntado a presentaciones más pequeñas y en bebidas no alcohólicas, lo contrario, presentaciones familiares de mayor rentabilidad para el consumidor.
Luis Mastroeni, director de Relaciones Corporativas y Sostenibilidad de la Cooperativa de Productores de Leche R. L. Dos Pinos, explicó que durante la pandemia, cuando los ingresos de los hogares cayeron, lanzaron una línea llamada Productos de Bienestar, la cual ayuda también en la actual coyuntura.
“Sin duda alguna esta línea de productos puntuales que tienen presentaciones más pequeñas y precios diferenciados (mantiene la misma calidad y nutrientes) nos ha ayudado mucho a enfrentar esta situación, que es parte de una realidad de toda la industria en todas las áreas de la economía nacional”, explicó Mastroeni.
Añadió que han visto que el consumidor busca más, piensa más su compra, y explora promociones.
El alcance del ajuste también se nota en los servicios. Arnoldo Beeche, propietario del Hotel El Establo, en Monteverde, y otro hotel en playa Carrillo, Guanacaste, indicó que han registrado una baja en la visitación de ticos, la cual ha sido compensada con el incremento en la llegada de extranjeros.
Por pedido de este diario, Beeche comparó la visitación de ticos a sus hoteles entre el 1°. de junio y el 25 de agosto del año pasado y el mismo periodo del actual. Encontró que en el hotel de Carrillo la visitación de ticos bajó 24% y en el de Monteverde, 6%.
Alejandra Masís, gerente comercial de Productos Secos de Auto Mercado, comentó que el consumidor se está enfocando en marcas y productos cuya relación precio y calidad sea favorable y que se adapten mejor al presupuesto.
Añadió que lo han podido percibir en la valoración y cada vez mayor demanda de su marca privada Selección Auto y la marca controlada, Essential Every Day, con las cuales ofrecen 200 productos importados y nacionales que forman parte de la canasta básica del costarricense: frijoles, aceites, salsas, harinas, enlatados, lácteos, congelados, jugos, productos de limpieza del hogar y de higiene personal, entre otros.
En el caso del arroz, Fernando Araya, director ejecutivo de Conarroz, aseveró que más bien han registrado un incremento en las ventas en los últimos meses. Ya en la pandemia el consumo había aumentado porque la gente estaba más en la casa y cocinaba, y actualmente Araya interpreta que las personas sustituyen otros alimentos que han subido mucho de precio por el arroz cuyo precio se ha mantenido más estable.
En el primer semestre del 2022, el promedio mensual de venta de arroz fue de 17.431 toneladas métricas de arroz pilado contra 16.468 toneladas del mismo periodo del año anterior.
¿Cuánto más podría tardar?
Juan Robalino, director del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica, ve probable que las altas tasas de inflación sean un fenómeno temporal.
“El tipo de cambio ha venido bajando este último mes, lo que disminuye la presión en los precios de los bienes importados. También, el precio internacional del petróleo ha venido bajando desde mediados de junio. Además, es de esperar que los efectos de las medidas que tomó el Banco Central para reducir la inflación se empiecen a observar en el último trimestre del año. Todos estos elementos van a contribuir a que los niveles de inflación se reduzcan”, argumentó Robalino.
Sin embargo, en cuanto a las tasas de interés, la historia es diferente, según Robalino, debido a que estuvieron bastante bajas durante todo el periodo de pandemia.
El aumento en la tasa de política monetaria (referencia del Banco Central que influye en el resto de intereses) con el objetivo de reducir la inflación, genera aumentos importantes en las tasas de interés de mercado, y sobre todo en las de los préstamos.
“Ya se están empezando a observar esos cambios y aún falta que los aumentos más drásticos de la tasa de política monetaria que se dieron a mediados de año empiecen a tomar efecto. Creo que estos aumentos tendrán una mayor duración y que los hogares endeudados deberían tomar medidas de largo plazo para lidiar con ellos”, comentó Robalino.
Consejos para pasar esta ‘ola’ de aumentos
Javier Ángulo, gerente de Sostenibilidad y Educación Financiera de CS Ahorro y Crédito, brindó algunos consejos a los hogares para pasar esta “ola de aumentos”.
1. Uno es revisar el presupuesto, que es la distribución de los ingresos que recibe el hogar en los diferentes gastos, con el fin de adaptarlo a la nueva realidad.
“Es importantísimo que todos nosotros, todas las familias, incluso los emprendedores, hagamos un presupuesto, un plan de gasto, donde pueda ver cómo he venido administrando mis ingresos, sobre todo aquellas familias que tienen ingresos variables, para determinar cómo va a afectar mi capacidad de consumo”, comentó Ángulo.
2. Si tiene un ingreso extra, añadió, mejor guárdelo, ahórrelo, porque eso le va a servir como un colchón a futuro.
3. Puede además evaluar la posibilidad de renegociar con las entidades financieras si puede hacer una readecuación de las deudas, que es un ajuste de las condiciones, el plazo, por ejemplo, para que la cuota baje un poquito.
4. La unificación de deudas es otro camino que puede ayudar a bajar las cuotas para tener más liquidez para afrontar las alzas en los precios. “En este momento las entidades financieras tienen alto nivel de liquidez, que tienen recursos para poder colocar a nivel de préstamos, entonces va a encontrar opciones, que pueden ayudar a aliviar la cuota mensual”, dijo este ejecutivo.
En el caso de las personas que tienen deudas en dólares antes de pasarlas a colones deben hacer un análisis porque las tasas en colones también están subiendo. Las personas pueden hacer el ejercicio de estimar el tipo de cambio que no le permita cubrir esa cuota, lo que se llama un análisis de sensibilidad, para medir el margen que tiene.
5. A los hogares emprendedores, Ángulo les recomienda tratar de negociar no solo descuentos a la hora de hacer las compras, sino plazos.
6. Esta es una época también para enseñar a los hijos algunos conceptos, como el de costo oportunidad, que indica el costo en el cual se incurre en tomar una decisión y no otra. Además, que primero está el deber y después el placer, primero se compra lo que se necesita y luego se analiza si se pueden adquirir otras cosas.
“Seamos muy cautos a la hora de tomar decisiones financieras, hagamos ajustes que sean apropiados, ya sea un poquito en el estilo de vida, en las compras, las negociaciones con las entidades financieras y por otro lado un análisis cuidadoso donde me pregunto, ¿qué pasaría si yo tomo esta decisión financiera en este momento, ¿cómo me va a beneficiar? Y ¿cómo me va a ayudar a futuro?”, recomendó Ángulo.
“Esperamos que esta sea una temporada económica complicada, pero que no dure mucho, pero eso nadie lo sabe entonces en este momento más vale prevenir para poder salir adelante con un poquito más de liquidez, solvencia y bienestar financiero”, añadió Ángulo.