Las importaciones de café desde Costa Rica se dispararon este año, pues pasaron de 540 toneladas, entre enero y mayo del 2013, a 4.370 toneladas en el mismo periodo del 2014.
Ese repunte se presenta luego de que entre el 2009 y el 2011 hubo un gran incremento, seguido de una marcada reducción en el 2012 y 2013.
El café que se importa al país viene de Nicaragua, Guatemala, Honduras y Perú, según los registros del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), y se utiliza para mezclarlo con el nacional.
El auge de las compras enfrenta de nuevo, como en el 2011, al Icafé con los tostadores nacionales.
El director ejecutivo de esta entidad, Rónald Peters, reconoció la preocupación por ese aumento. Otra vez denunció que la entidad no tiene control de ese grano importado y dudó de la calidad del producto, pues comenta que se trae por el menor precio.
Al contrario, el presidente de la Cámara Nacional de Tostadores de Café, José Manuel Hernando, dijo que hay escasez de materia prima local; que el producto importado es de calidad semejante al utilizado para consumo interno; que pagan un arancel o impuesto de entrada del 15% y que, por eso, no se trae por precio.
Gestiones. Tal es la preocupación del Icafé que reactivó las gestiones para crear un reglamento técnico y obligar a que las empresas indiquen en los empaques si venden café nacional o importado.
Una medida de ese tipo llevaría a que la industria del café venda café en su totalidad importado o que explore el mercado para determinar si el el consumidor acepta las mezclas actuales, sobre las cuales no hay obligación de informar.
Peters explicó que entre enero y mayo de este año se calcula que las importaciones de café suman unos 95.000 quintales (sacos de 46 kilos), mientras que en igual periodo del 2013 apenas habían ingresado 11.747 quintales.
La reglamentación técnica se tiene que hacer por medio del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), entidad ante la cual se había hecho la gestión desde el 2011 y ahora se reactiva.
No obstante, Hernando advirtió que ya han presentado sus objeciones ante el MEIC,
“Que hagan el reglamento, pero eso es un obstáculo al comercio”, señaló Hernando.
La industria prefiere el café nacional, pero la baja cosecha no permite tener disponibles calidades para consumo local, aseveró el representantes de los tostadores.
Según Hernando, el consumo local es de 400.000 quintales o sacos de 46 kilos al año y en este periodo solo hay disponibles 200.000 bultos de cosecha nacional. Así, que, agregó., ya se importaron alrededor de 100.000 quintales y se tiene que importar otros 100.000.
El objetivo, según los tostadores, es evitar desabastecimiento.