El 2021 fue un año récord para la llegada de nuevos vehículos eléctricos a Costa Rica, pero el 2022 apunta a ser todavía mejor. Si las cifras de importación mantienen el ritmo actual, el país se encamina a más que duplicar este año la cantidad de nuevas inscripciones de este tipo de transporte, incluyendo automóviles, motos y equipo especial como carritos de golf y cuadraciclos.
En los primeros siete meses de este año, se inscribieron 1.074 nuevos vehículos eléctricos, 335 más (+45%) que en el mismo periodo del 2021, según los datos del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), entidad encargada por ley de contabilizar esta información.
La cifra cayó solo en abril y, más recientemente, en julio. Sin embargo, en este último mes la razón de la disminución radica en que se estaba a la espera del reglamento de nuevas exoneraciones.
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La anterior Asamblea Legislativa dejó aprobado el expediente 21.465, conocido como Ley de Incentivos al Transporte Verde, que en esencia amplía hasta el 2035 algunos beneficios ya vigentes desde el 2018 para este tipo de transporte.
En el 2021 ingresaron, en total, 1.334 vehículos y las estimaciones del Minae apuntan a que en el 2022 la cifra será de 3.089 (+130%). Dichas proyecciones se basan en crecimiento mundial de los países líderes definiendo características conservadoras y ajustes tomando en cuenta la oferta en el mercado de países pequeños, así como la pandemia.
“Sabemos que ahorita hay más de 1.000 vehículos a la espera de terminar el proceso de Hacienda y Cosevi para ser exonerados. Solamente esos que están ahí son más de los que ingresaron el año pasado”, comentó Silvia Rojas, directora ejecutiva de la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove).
Rojas agregó que Costa Rica se está volviendo un mercado cada vez más atractivo para los fabricantes de estos vehículos, que envían más oferta al país. Los incentivos y la infraestructura de carga parecen ser las razones de este impulso. El Minae registra para este año 37 modelos de autos eléctricos de 20 marcas que se comercializan en Costa Rica, que se suman a 17 marcas de motocicletas eléctricas.
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En sus proyecciones de crecimiento, la institución prevé que este año culmine con poco más de 3.000 nuevos vehículos eléctricos, cifra que se elevaría a casi 8.000 para el 2023.
Hasta julio del 2022, en el país existían 5.730 vehículos eléctricos, entre los que se cuentan autos, motos y equipo especial (cuadraciclos, carros de golf o carros de trabajo, todos con placa).
Incentivos
Costa Rica extendió las exoneraciones fiscales para vehículos eléctricos hasta el 2035, una de las principales estrategias para promover el uso de esta tecnología en el país. La reciente ley abarca tres impuestos: el impuesto al valor agregado (IVA), el impuesto selectivo de consumo y sobre el valor aduanero, y el impuesto a la propiedad.
Estos impuestos irán incrementando de forma escalonada cada año. El que se extenderá por más tiempo es el IVA, que sumará un punto porcentual cada año.
Una de las novedades de esta ley, y cuya incorporación se dio tras peticiones del sector, es que los incentivos aplicarán también a los vehículos eléctricos usados hasta con cinco años de antigüedad. No obstante, también existen otros beneficios no fiscales.
Uno de ellos es que están exentos de la restricción vehicular, por lo que pueden circular todos los días de la semana a cualquier hora.
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Algunas municipalidades aplican también descuentos en el uso de parquímetros en sus calles, un esquema que se irá expandiendo a otros municipios.
El Instituto Nacional de Seguros (INS) ofrece también beneficios en el costo del seguro para vehículos amigables con el ambiente, tanto eléctricos como híbridos, de hasta 15% de descuento en la prima del seguro.
Rojas mencionó que algunos bancos tienen líneas de crédito especiales para este tipo de vehículos con mejores tasas.
Costa Rica, además, está fortaleciendo su red de cargadores en todo el territorio nacional. El Minae tiene enlistados 48 cargadores rápidos en las siete provincias, que corresponden a los que colocan las distribuidoras de energía eléctrica del país.
No obstante, el sector privado también ha desplegado su red con cargadores semirrápidos. Desde centros comerciales y de oficinas hasta pequeños comercios y restaurantes ya ofrecen cargadores para vehículos eléctricos.
“Cualquier comercio es un buen lugar para instalar un cargador semirrápido”, acotó Rojas, quien agregó que estos son preferibles pues, aunque toma más tiempo, “estresa” menos la batería del vehículo.
Tener un cargador para vehículos eléctricos es un valor agregado para los comercios y, con la popularización de esta tecnología en el país, podría ser un factor determinante para la escogencia de los clientes.
Asomove tiene mapeados unos 250 cargadores semirrápidos, pero una parte de ellos están en empresas u oficentros que los ofrecen solo a sus trabajadores. Entre 150-200 de ellos sí están abiertos a todo el público.