El Gobierno anunció, el miércoles 26 de abril, un proyecto denominado Marchamo Digital, que tiene como fin actualizar el sistema de regulación vehicular de Costa Rica, así como simplificar algunos servicios de uso cotidiano en una segunda etapa.
El plan, que será ejecutado de manera interinstitucional por el Instituto Nacional de Seguros (INS), podría implementarse a partir de noviembre de este año; es decir, con el próximo cobro del derecho de circulación. Sin embargo, dependerá de la evolución del proceso de licitación, que se iniciará en mayo.
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La propuesta del Poder Ejecutivo es sustituir los documentos físicos que se colocan en los parabrisas de los vehículos por una sola etiqueta que posee un chip con toda la información del automotor, entre esas el derecho de circulación. El ‘sticker’ tendrá un valor de ¢2.000 y una vida útil de 10 años.
Esa nueva etiqueta tendrá incorporada la tecnología RFID, que permite identificar objetos, en este caso vehículos, a través de ondas de radio que brindan la posibilidad de captar cientos de objetos a la vez. La RFID es similar al código de barras que poseen los productos, en el sentido de que los datos son capturados por una etiqueta.
En este caso, el dispositivo inteligente almacenaría la información de los automóviles en este chip que interactúa con un sistema informático, desde el cual los equipos de la Policía de Tránsito podrán acceder a los detalles particulares de cada vehículo.
Al ser consultado sobre si las personas también podrán acceder a los documentos de circulación en formato digital, el departamento de prensa del INS respondió que, en etapas posteriores del proyecto, las diferentes instituciones aspiran llegar a la desmaterialización de los títulos mediante su digitalización.
La aseguradora encargada del marchamo también explicó que aún no se define si la primera etapa de digitalización del trámite se hará de manera progresiva o para todos los vehículos, pues dependiendo de los tiempos de adjudicación del proceso de contratación, determinarán la logística de entrega y masificación del servicio.
Así funciona en otros países
Recientemente, el gobierno de la Ciudad de México digitalizó este tipo de trámite, al brindar la posibilidad a los dueños de los automotores de portar la tarjeta de circulación y su licencia de conducir de manera digital, con la misma validez de los documentos físicos.
En esa ciudad, los dueños de vehículos particulares pueden obtener esos dos documentos a través de la aplicación CDMX, disponible para dispositivos Android y Apple. Allí hay un apartado para agregar credenciales, que brinda la posibilidad de añadir la tarjeta de circulación y licencia de conducir.
En el caso de la tarjeta de circulación, el usuario debe ingresar datos como la placa del auto e identificación para acceder al documento, que se puede utilizar de la misma manera que la versión física, de acuerdo con lo establecido en la ley de movilidad vigente en la Ciudad de México.
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Este documento es similar al derecho de circulación que conocemos en Costa Rica, pues incluye datos que identifican cada vehículo, como la marca, el modelo, números de serie y de motor, y otras especificaciones. También es la autorización que permite que un carro circule dentro del país.
Un caso similar ocurrió en España, con la implementación, en el 2020, de la aplicación miDGT, administrada por la Dirección General del Tráfico (DGT) del país ibérico y disponible para descargarse en dispositivos Android y Apple. En esa plataforma los conductores centralizan toda la información de circulación y tráfico de sus autos.
En la aplicación se pueden portar desde los papeles del vehículo hasta la licencia de conducir, sin necesidad de llevarlos en un formato físico. Desde finales de 2021, también implementaron nuevas funcionalidades, como la posibilidad de identificar al conductor en caso de denuncia; consultar la nota de un examen o solicitar una cita
Segunda etapa
Según el comunicado de prensa del Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), el proyecto de marchamo digital tiene una segunda etapa que permitirá utilizar el chip integrado en cada una de las etiquetas para otras funciones.
Entre estas, agilizar el tránsito durante las presas, dando prioridad a los vehículos de emergencia, así como en la apertura de agujas de peaje o permitiendo el ingreso a parqueos. En países como India, la Autoridad Nacional de Carreteras ha implementado el sistema FASTag para el cobro de peajes por medio de la tecnología RFID.
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La oficina de prensa del INS reconoció que aún no hay un plazo definido para la implementación de esta segunda etapa, ya que todas las iniciativas tendrán una planificación independiente, según las prioridades de cada entidad involucrada. Sin embargo, añadieron que se espera que esto sea un tema prioritario.
Mónica Araya, presidente ejecutiva del INS, manifestó que en las próximas semanas se iniciarán los procesos de contratación administrativa para el proyecto, a través del Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop), con la realización de dos licitaciones públicas.
Estas dos licitaciones incluirán la compra de las etiquetas que se colocarán en los vehículos (adquisición de la tecnología de identificación por radio frecuencia), así como del sistema integrador, es decir, la plataforma tecnológica que permitirá utilizar la herramienta.
Al 1º de enero del 2023, el INS había recaudado más de ¢279.849 millones por el pago de 1.440.206 derechos. A esa fecha quedaban pendientes 304.501 marchamos, lo que representaba un 17,5% de los que salieron al cobro el pasado 1° de noviembre.