Wilmer Gutiérrez recuerda que llenó su primer álbum Panini de la Copa del Mundo para la edición de España 1982. Cuarenta años más tarde, este 2022, la tradición sigue viva. Como él, muchas personas en Costa Rica se contagian de la locura mundialista, en una tierra donde se respira fútbol en cada esquina.
Otro caso común es el de los padres o madres que se involucran de lleno para ayudar a sus hijos a completar la colección. Tal es el caso de Ronald Hidalgo y su hijo, Emerson Hidalgo, quienes llenaron su primer álbum del Mundial para la edición 2014, como forma de compartir más en familia.
Para coleccionistas como Cristian Saborío el álbum también despierta un sentimentalismo especial. Su padre tenía una pulpería y le inculcó desde pequeño la tradición de completarlo. El joven comentó que esta edición mundialista, la de Qatar, es muy importante para él, pues su papá falleció el año anterior y la actividad lo hace recordarlo con mucha emoción.
La fiebre de los coleccionistas del álbum Panini del Mundial involucra a niños, jóvenes y adultos, quienes cada cuatro años inician una completa travesía para completar todas las 32 selecciones que disputan el torneo: intercambios con amigos, compra de postales y hasta pagar miles de colones por los stickers más apetecidos.
La Nación realizó un recorrido por la avenida central de San José, con el propósito de comparar los diferentes precios a los que se venden las postalitas para el álbum del Mundial de Qatar. Además, se visitaron dos locales físicos que se dedican a la venta de artículos de colección que para los mundiales incursionan en el comercio de los cromos, así como una tienda en línea.
Es importante resaltar que los precios fueron obtenidos en la semana del 10 al 14 de octubre y son solamente una guía, ya que estos pueden variar en diferentes partes del país, o incluso, de una semana a la otra, al no ser un mercado regulado formalmente.
Las reglas no escritas
Pese a que hay diferencias en los precios entre lugares, o con solo dar unos pasos extra en el caso de la avenida central, existen una especie de reglas no escritas en este “mercado secundario” que revive cada cuatro años, más aún si la selección nacional está dentro de las mundialistas.
En San José, personas que habitualmente venden lotería, frutas, ropa, o periódicos aprovechan la temporada mundialista para poner a la venta sobres y postales sueltas, como forma de generar un ingreso adicional a su trabajos. Aunque la competencia por atraer clientes es intensa.
“Este año hay mucha competencia, porque todo el mundo anda en lo mismo”, comentó Manuel Picado, quien tiene siete años de vender periódicos en la avenida central. Y es que solamente en ese sector de San José hay unos ocho puestos de venta de postales, con una oferta similar, pero con algunas diferencias en los precios.
Sin embargo, hay varios “consensos” en cuanto a la fijación de precios. Uno de ellos es que la mayoría pone un valor mínimo de ¢150 para las postales sueltas más habituales o menos apetecidas por los coleccionistas.
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Luego, hay un segundo segmento de precios, que va desde los ¢200, para las postales de selecciones más reconocidas como Brasil, Alemania o Francia.
La otra regla que se pasea por las calles josefinas es la del costo de las figuritas “doradas” o especiales, como escudos, estadios o el balón del Mundial. Esas también tienen un precio diferenciado, que si bien es distinto dependiendo de dónde se compre, es mayor al mínimo de las figuritas de jugadores de selecciones.
Un caso similar pasa con los futbolistas de la selección de Costa Rica, que por ser de los más buscados tienen un rango de precio diferente, que va desde los ¢350 a ¢1.000.
La siguiente norma engloba a un grupo de jugadores selectos, entre los cientos que estarán en Catar. Estos son los más apetecidos por coleccionistas y vendedores, pues son los que generan una mayor ganancia. En esa lista están Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Kylian Mbappé, Neymar y el arquero Keylor Navas, sus postales van desde los ¢1.000, pero la mayoría de sitios los venden entre los ¢2.000 y ¢5.000.
Una de las curiosidades que para este Mundial tomó protagonismo fue el de las postales “extra”, unas figuras de colección que son más exclusivas, pues hay una menor probabilidad de conseguirlas en los sobres. Estos stickers tienen cuatro versiones (base, bronce, plata y oro) y solamente fueron elegidos los futbolistas más destacados del mundo.
La dinámica de venta de estas postales es totalmente diferente, los comerciantes no las tienen visibles al público, sino bien resguardadas entre sus pertenencias. Para conocer si tienen alguna hay que preguntar expresamente por ellas e incluso, son recelosos a la hora de decir sus precios.
Sin embargo, algunos de ellos reconocen haber negociado algunas de estas por varios miles de colones. Tal es el caso de Jorge Marchena, quien aseguró que recientemente vendió en ¢40.000 las postales “extra” de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi en su versión oro.
Por su parte, Carlos Guerrero, quien es vendedor de frutas en la avenida central desde hace 32 años, comentó que vendió la misma postal del astro argentino en ¢30.000. Otras figuras como Neymar o Mbappé se cotizan en precios que van desde los ¢10.000 en adelante.
Venta no calienta
La mayoría de vendedores coincidió en que la venta no ha calentado tanto como de costumbre, pese a que el álbum empezó a venderse hace más de un mes. Algunos de ellos han invertido varios millones de colones en la compra de los cubos de postales, pero tienen la fe de recuperar la inversión o al menos sacar algo de ganancia en las próximas semanas.
Flander Lara, comerciante de camisetas, contó que siempre ha vendido postalitas sueltas en los Mundiales en los que ha clasificado la selección nacional. “Este es un año de transición, a la gente no le sobra tanto dinero. He abierto 34 cubos, hace una semana logré recuperar la inversión, pero ya hay algunas pérdidas porque hay un gasto diario de unos ¢5.000 entre traslados, alimentación. Este es un trabajo muy tedioso”, afirmó.
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“La venta no ha estado tan buena como el Mundial pasado, el precio del producto subió casi 100%. Un cubo que el álbum pasado valía ¢32.000, ahora cuesta entre ¢59.000 y ¢63.000. Está bastante caro, pero ahí se va sacando poco a poco”, afirmó Carlos Guerrero.
Rudy Sunsing, quien lleva cinco mundiales vendiendo postales sueltas, destacó que la venta ha estado fría, pero mantiene la fe de seguir recibiendo las listas de faltantes de sus clientes. Este vecino de Tibás aseguró que trata de mantener precios cómodos y también ofrece las figuritas por medio de redes sociales.
“La venta ha estado un poco más lenta este año, muy pocas personas vienen a comprar. He invertido más de lo normal por el precio de los cubos, he comprado 36 cajas para vender sobres y las sueltas”, comentó Luis Esteban Ruiz, quien vende periódicos y revistas desde hace ocho años en San José.
Expectativas superadas en venta de álbumes
Cada cuatro años, la llegada del álbum del Mundial es una locura y siempre genera una alta expectativa. Apenas tiene poco más de un mes de haber salido al mercado y las ventas han superado las expectativas, según confirmó Cristian Oreamuno, Grouper de Dipo, distribuidora oficial de la marca Panini en Costa Rica.
“Hemos superado las expectativas, aún así ya traíamos un crecimiento importante en comparación con las ventas de Rusia 2018, con todo y que hemos encontrado mercadería de contrabando desde Panamá. El negocio ha ido bastante bien, la colocación va al ritmo que esperábamos”, comentó Oreamuno.
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Este representante aseguró que se imprimen la misma cantidad de postales, por lo que la probabilidad de que salgan es la misma. Aunado a esto, Panini confirmó que esperan lanzar una dinámica de venta de postales sueltas para diciembre, aunque en una cantidad limitada.
Para esta ocasión, la distribuidora no ha tenido cortes de inventario, en comparación con otros mundiales en los que se les acababa la mercadería, por lo que han tenido un flujo constante hacia los clientes. Además, están reforzando para cuando empiece la Copa del Mundo.