A partir del 2023, las personas que compren presencialmente en establecimientos con una tarjeta mediante la modalidad de pago sin contacto no necesitarán presentar su cédula ni firmar el voucher que generan los datáfonos si la compra es menor o igual a ¢50.000.
Así lo estableció la Junta Directiva del Banco Central (BCCR) tras aprobar una propuesta técnica que hizo la División de Sistemas de Pago, y modificar el Reglamento del Sistema de Tarjetas de Pago el pasado 9 de diciembre.
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La institución estableció el monto máximo de pago rápido en ¢50.000 colones para transacciones hechas en moneda local y en $100 o su equivalente para las transacciones realizadas en divisas internacionales.
Según la Junta Directiva del banco, la decisión se toma “para garantizar que el 90% de las operaciones de pagos presenciales no requieran de la autenticación del cliente mediante un mecanismo de seguridad reforzada, en línea con el objetivo de eficiencia para los pagos con tarjeta”.
Según el reglamento, no se le deberá exigir al cliente ningún documento de identificación, la firma del comprobante de pago, la digitación del PIN de la tarjeta o cualquier otro mecanismo de autenticación reforzada.
Como mecanismo de prevención de fraudes para este tipo de pagos, el BCCR exige la autenticación reforzada del cliente en la quinta operación de pago rápido consecutiva, o cuando la suma de los montos de las operaciones de pago rápido consecutivas supere los ¢150.000.
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Comisiones para el uso del datáfono bajarán
La entidad financiera también aprobó disminuir las tarifas que se cobran a los pagos con tarjetas de crédito y débito en los comercios. Con esto, la institución espera una reducción en costos estimada en ¢13.600 millones que beneficiarán al sector comercial.
La comisión de adquirencia, que es la que paga el comercio al banco adquirente que provee el datáfono y el servicio, pasará de un 2,25% a un 2,00%.
Por otro lado, la comisión de intercambio, que es la que reconocen las entidades proveedoras del servicio a los emisores de las tarjetas que pasan por sus datáfonos, pasará de un 1,75% a un 1,50%. En caso de que la tarjeta del cliente sea de la institución que provee el datáfono, no se paga comisión de intercambio.
Estas comisiones son distintas cuando aplican para estaciones de servicio, servicios de recarga de vehículos eléctricos, peajes y servicios de transporte regulados por la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep). En este caso, la comisión de adquirencia será de un 1,50% y la de intercambio de 1,00%.
Según la Ley de Comisiones Máximas del Sistema de Tarjetas, N° 9831, le corresponde al BCCR determinar estas comisiones y revisarlas cada año. La última fijación que realizó el Banco fue en marzo de este año y se determinó con base en un estudio de noviembre del 2021.
La entidad decidió mantener el límite máximo de ¢12.500 colones para el alquiler mensual de los datáfonos, monto vigente desde marzo del 2022.
Ambas modificaciones empezarán a regir en 2023, dos meses después de la entrada en vigencia del Reglamento del Sistema de Tarjetas de Pago.