Los precios del petróleo registraron este viernes su cuarta jornada consecutiva al alza, con los operadores protegiéndose ante la incertidumbre provocada por una posible respuesta de Israel a los ataques de Irán, esta semana.
El costo del barril de Brent del mar del Norte para entrega en diciembre, subió 0,55% a $78,05. En tanto, el barril de West Texas Intermediate (WTI) para entrega en noviembre ganó 0,91% a $74,38.
En cuatro sesiones, el WTI ganó más de 9% con el impulso del ataque con misiles iraníes sobre Israel, el martes, y la escalada en Medio Oriente.
Israel prometió responder y, el jueves, los precios del crudo se dispararon por una declaración del presidente estadounidense, Joe Biden, quien dio cuenta de “discusiones” sobre una posible ofensiva contra instalaciones petroleras iraníes.
El presidente estadounidense instó luego, el viernes, a Israel, a no atacar las instalaciones petroleras de Irán.
“Si yo estuviera en su lugar, estaría pensando en otras alternativas que no fueran atacar campos petroleros”, declaró Biden a periodistas.
A pesar de todo, “los operadores se posicionan”, según Stephen Schork, autor del Schork Report, y se preparan para un eventual ataque durante el fin de semana, que tendría un efecto multiplicador sobre los precios cuando reabra el mercado.
“Podrían atacar ahora, ya que nadie lo espera”, advirtió el analista.
Los operadores “no quieren estar expuestos en este mercado en caso de que pase algo” en las próximas horas en Medio Oriente, insistió.
Muchos operadores especulativos apostaban a la baja de los precios del crudo. Ahora, en medio de la tensión geopolítica, compran para cubrirse y eso da todavía más impulso a los precios.
“Si no pasa nada este fin de semana, habrá una corrección”, advierte Stephen Schork, para quien “los fundamentos (del mercado) no cambiaron y presentan grandes riesgos” en un contexto de oferta abundante y demanda incierta.