El poder adquisitivo de los hogares en Costa Rica aún no se recupera de la pandemia de la covid-19. Las familias, hoy en día, pueden comprar menos bienes y servicios con sus ingresos en comparación con el 2019 y los años previos.
Según la Encuesta Nacional de Hogares 2023 (Enaho) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el ingreso real promedio por hogar fue de ¢1.049.142 referido al mes de junio, en comparación con los ¢1.012.995 del año anterior.
Aunque este ingreso experimentó un aumento del 3,6% en términos reales respecto al 2022, sigue siendo similar al del 2021 y está por debajo de los niveles previos a la emergencia nacional provocada por la covid-19, según el informe del INEC.
El ingreso de los hogares comprende la suma de entradas regulares que perciben todos sus miembros a partir de diferentes fuentes, por concepto de trabajo (asalariado o autónomo), por rentas de la propiedad (alquileres, intereses, dividendos, entre otros) o por transferencias (pensiones, ayudas de otros hogares, becas y subsidios estatales), entre otras, a junio del 2023.
En el indicador de ingreso real se descuenta el aumento de los precios, y al final lo que mide es la capacidad económica de los hogares.
En 2019, el ingreso real promedio de los hogares fue de ¢1.131.613, es decir, ¢82.471 más alto que la cifra registrada en el 2023. Según los datos históricos del Instituto, el resultado del 2023 es menor que todos los registros de la Enaho desde 2010 hasta 2019.
Eddy Madrigal Méndez, coordinador de la Enaho 2023, describió este año como un periodo de transición, en el cual se están asentando los datos tras la pandemia. No obstante, enfatizó en que el crecimiento del 3,6% en los ingresos reales es un aumento fuerte y un escenario que sucede poco, pero que la cifra absoluta permanece por debajo de la prepandemia.
“Pareciera sumamente difícil recuperar lo que ocurrió (...) Estamos hablando de un crecimiento de los ingresos reales de más de tres puntos, realmente fuerte, que casi nunca se ve. Pero cuando se compara el comportamiento un poquito más largo en la serie, el ingreso real del 2023 está muy por debajo del que fue antes de la pandemia”, explicó Madrigal.
El coordinador de la Enaho aseguró que aunque el panorama de pobreza e ingresos se está empezando a acomodar de los golpes provocados por la pandemia, ninguno de los dos indicadores ha llegado a los niveles de antes de la emergencia sanitaria.
Fernando Naranjo, economista y socio de la firma Consultores Económicos y Financieros (Cefsa), explicó que el ingreso real de los hogares se mantiene por debajo de las cifras pre pandemia a raíz de factores como las altas tasas de interés, que repercuten en la reactivación economía.
Este especialista afirmó que la apreciación del colón respecto al dólar también perjudica, principalmente a los sectores exportadores, el turismo, e incluso a actividades domésticas que se realizan en el país; y que, en términos de empleo, la economía nacional no está generando nuevos puestos de trabajo.
En relación con las fuentes que componen el ingreso promedio de los hogares, el principal rubro sigue siendo el salario, que abarca 64,9%, seguido del ingreso autónomo, con un 15,1%. La lista la completan las rentas de propiedad, los subsidios estatales y becas, así como otras transferencias.
Rodrigo Cubero, expresidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), explicó que los salarios aún no recuperan las cifras de la prepandemia, y que, al ser esta la fuente principal del ingreso promedio de los hogares, incide de forma directa en la recuperación de ese rubro a los números de antes de la crisis.
Según Cubero, los salarios reales, que toman en cuenta el efecto de la inflación, no han llegado a sus niveles prepandemia porque los salarios nominales crecieron relativamente poco en los últimos años, y se está ante un mercado laboral que aún no se recupera en términos de ocupación.
“Durante varios meses, en los últimos tres años, los salarios reales han estado cayendo. Ahora empiezan a recuperarse, a pesar de que los salarios nominales están estancados, porque la inflación está negativa. Entonces empiezan a recuperar terreno, pero no alcanzan los niveles prepandemia”, comentó Cubero.
Posible endeudamiento para consumir
Aunque el consumo de los hogares costarricenses se aceleró levemente por segundo trimestre consecutivo, este rubro mantiene una relativa estabilidad, en torno al 3%, desde el primer trimestre del 2022. Las variaciones registradas fueron menores a un punto porcentual.
Según las cifras del Banco Central, el gasto de los hogares fue de 3,8% durante el segundo trimestre de este año, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta representa un incremento de 0,6 puntos respecto a los primeros tres meses del 2023.
Para el expresidente del Banco Central, el comportamiento positivo en el consumo de los hogares de los últimos trimestres sorprende para bien, pues este indicador se ha mostrado resiliente a pesar de la caída en los ingresos reales promedio de los hogares.
“En un contexto donde los ingresos de los hogares han caído, eso sorprende. La única explicación posible es que el nivel de endeudamiento de los hogares está aumentando, es decir, si los hogares están consumiendo más y sus ingresos son menores en términos reales, eso es porque se están endeudando más”, explicó Cubero.
Sin embargo, él enfatizó en que este panorama podría implicar dificultades para mantener los niveles de consumo a futuro. Y señaló que la economía doméstica y los salarios reales empezaron a repuntar, por lo que si esto persiste y se fortalece el empleo, el consumo podría llegar a mejorar sin que esto implique mayor endeudamiento.
En el análisis del consumo de los hogares se incluyen los bienes duraderos, que son aquellos que pueden utilizarse durante un periodo igual o superior a un año, y los no duraderos, cuyo uso o disfrute se desarrolla en el corto plazo y por una única vez.
El gasto de consumo final de los hogares también incluye los bienes semiduraderos, que difieren de los duraderos en su vida útil prevista, pues se refieren a artículos como las prendas de vestir o el calzado. El último rubro que se incluye en el gasto son los servicios.
Al tener menores ingresos disponibles para satisfacer los gastos mensuales, los hogares también pueden optar por cambiar sus patrones de consumo.
El estudio Omnichannel Latam 2023, realizado por la firma consultora Kantar, revela que los hogares de Costa Rica optaron por la compra de productos de volúmenes más pequeños y la mayor “cacería de descuentos” mediante la visitación de más canales de compra, en medio de un contexto que recién sale de una alta inflación.
La empresas se ajustan a estos comportamiento. En Dos Pinos aseguran que tras la pandemia, los hábitos del consumidor han vuelto a la normalidad en los productos que ellos venden. Añadieron que durante la crisis, el consumidor optaba por comprar artículos grandes, en presentaciones familiares, pues esto les generaba ahorros.