Aunque estrenar vivienda es uno de los principales deseos de muchas personas, llegar a adquirir una casa puede ser un reto para muchas familias de clase media, especialmente si estas ya tienen parte de sus ingresos comprometidos en otras deudas.
Según el Banco Central de Costa Rica (BCCR) el presupuesto para acceder a una vivienda de clase media es de ¢45,1 millones. Mientras que para el Centro de Estudios del Negocio Financiero e Inmobiliario (Cenfi), ese valor asciende a ¢63,7 millones si se incluye la compra del terreno.
El ingreso promedio de una familia de clase media es de ¢757.091, según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). La Nación hizo el ejercicio para saber cuánto porcentaje de los ingresos promedio de una familia del tercer quintil de la población se destinaría al financiamiento de una vivienda catalogada de clase media.
Para ello, se tomó una tasa de interés fija de 7% durante un plazo de 30 años, lo que equivale a 360 cuotas, y considerando que la familia dio una prima del 10% del valor de la casa, es decir, ¢6.371.156. Esto implica una necesidad de financiamiento de ¢57.340.410 bajo esas condiciones; por lo que se pagarían ¢381.489 por mes.
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Considerando que todos los ingresos de la familia están libres de otros pagos, los integrantes de ese hogar destinarían el 50% de sus ingresos mensuales a pagar el crédito. La otra mitad deberá destinarla a otros gastos como comida, agua, luz, transporte, educación, entre otros.
Sin embargo, debe tomarse en cuenta que en la condiciones crediticias brindadas por la banca las cuotas variarán de acuerdo a los indicadores de referencia, como la tasa básica pasiva.
Melizandro Quirós, director ejecutivo del Cenfi, explicó a La Nación que, para las familias que presentan ese ingreso mensual de ¢757.091, las entidades financieras solicitan un aproximado del 45% de dicho dinero para pagar la cuota, sin embargo, este grupo de la población enfrenta dificultades para alcanzar ese porcentaje, pues ya tienen otras deudas con las que debe cumplir.
Quirós opinó que parte de la problemática radica en las dificultades de las familias para entrar en la calificación bancaria, la cual excluye a un alto porcentaje de personas.
El hogar de clase media
El BCCR cataloga como una vivienda de clase media una construcción en un terreno de 115 metros cuadrados (m²). En ese hogar existe un garaje para un vehículo, una sala, un vestíbulo, una cocina, un dormitorio principal, dos dormitorios secundarios y dos baños.
Según el plano de dicho modelo de vivienda, algunos de los acabados que se incluyen son cielo de gypsum, piso cerámico, pared con repello fino y enchape de azulejo, por ejemplo.
El presupuesto destinado para esa casa, según el Banco Central, son ¢45.110.317 sin terreno. El Cenfi calcula el valor del terreno en ¢18.601.250. Es importante considerar que el valor de ese terreno puede variar dependiendo de su ubicación.
Melizandro Quirós mencionó que dicha vivienda y terreno, bajo ese presupuesto, es muy difícil conseguirla cerca de los cantones centrales de las provincias, sino que se encuentran en lugares un poco más alejados. La ubicación también suele ser complicado para muchas familias, pues trabajan presencialmente en lugares más céntricos.
Durante el último año, la cantidad de viviendas financiadas en el país disminuyó en un 4,37%; mientras las viviendas alquiladas crecieron en un 8,76%.
Costos de construcción
Los costos de la construcción han dejado de crecer al ritmo al que lo venían haciendo, sin embargo, este sector económico arrastra una tendencia decreciente en los últimos meses.
Los índices de precios de la construcción son un conjunto de indicadores estadísticos calculados por el INEC que miden la variación en los precios de los materiales utilizados en la construcción de diferentes tipos de obras. Están compuestos por el índice de precios de edificios, el índice de precios de vivienda de interés social, y un grupo de dieciocho índices de precios de insumos y servicios especiales.
A pesar de ese comportamiento, según el Índice Mensual de Actividad Comercial (IMAC), de materiales de construcción y ferreteria medido por el Banco Central, la actividad registró una caída interanual de 5,1% al mes de diciembre del 2022. Un año antes esta actividad había reportado un crecimiento interanual del 10,2%.
El IMAC mide el comportamiento y valor de las ventas de bienes para 23 agrupaciones de productos. Para cada una de ellas se cuenta con una muestra de empresas de las cuales se obtiene información mensual.