La Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) acude cada vez más al endeudamiento externo para abastecer de combustible a Costa Rica.
La empresa estatal inició, a partir del 2011, un proceso de mayor dependencia de las líneas de crédito de corto plazo en dólares con bancos en el extranjero para comprar hidrocarburos.
El Banco Central alertó a la compañía pública de que con esta práctica se expone al riesgo cambiario. Esto ocurre porque los ingresos de Recope son en colones, pero usa préstamos en divisas.
“No es prudente que el requerimiento de fondos por parte de Recope para atender operaciones de naturaleza estructural (compra de combustible) sea cubierto con endeudamiento de corto plazo”, enfatizó el ente emisor en una resolución de la Junta Directiva del pasado 20 de noviembre.
Pese a la advertencia, el Banco Central autorizó a Recope, como caso de excepción, a ampliar sus líneas de préstamos internacionales hasta por $70 millones para la importación de hidrocarburos para el resto del año. En marzo anterior, ya le había permitido endeudarse hasta por $275 millones.
Con el permiso, la empresa pública cierra el año con 2,1 millones de barriles de inventario.
Édgar Gutiérrez, gerente de Administración y Finanzas de la Refinadora, confirmó a La Nación que afrontan un deterioro financiero en los últimos tres años, que los obliga a utilizar el crédito con bancos para comprar hidrocarburos.
Advirtió de que, si no se aprueba un alza en la tarifa ordinaria, que incluye el costo de operación, en 2014 cerrarán con déficit.
Gutiérrez reconoció que, si la situación no se corrige, existe un riesgo de desabastecimiento.
El ente emisor obliga a las empresas públicas a cerrar con saldo cero cada año en líneas de crédito externo, pero es la segunda vez que Recope pide permiso para incumplir. La primera fue en 2011.
Génesis. Según Recope, sus problemas de falta de recursos comenzaron en el 2010 cuando la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) la obligó a devolver a los consumidores ¢63.000 millones de su utilidad, a través de la disminución en el precio de los combustibles entre 2011 y el año pasado; pero redujo sus reservas.
Gutiérrez confirmó que pedirán a la Aresep que se les devuelvan ¢44.000 millones de esos recursos.
Asimismo, la entidad está enfrentada con Tributación debido al cobro del impuesto sobre la renta sobre sus excedentes.
El fisco les cobró, por el periodo 2009-2010, ¢27.000 millones entre principal e intereses. El 50% del monto lo canceló la entidad en julio. El restante lo está pagando por tramos a 24 meses, desde agosto, según consta en los documentos presentados al Banco Central.
Para el gerente Financiero de Recope, el pago es improcedente pues las utilidades son deducibles dado que son para inversión y compra de combustible.
Sin embargo, Juan Carlos Gómez, subdirector general de Tributación, dijo que el cobro está amparado en la ley. “Recope puede disponer de los excedentes luego de pagar el impuesto”, dijo.