Siete de cada 10 tipos de tarjetas de crédito que circulan en Costa Rica tienen tasas de interés en colones que oscilan entre el 40% y 49,9% anual.
Esto significa que si realizó compras por ¢100.000 utilizando el crédito de la tarjeta dicha compra le saldrá al término de un año entre ¢140.000 y ¢150.000.
Los datos provienen del último estudio trimestral de tarjetas de crédito y débito para el 2017, con corte al 31 de octubre del 2017, del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), publicado la tarde del miércoles 14 de febrero.
El estudio explica que en el mercado hay tarjetas con tasas que van desde el 23% hasta el 49,9%; no obstante, la mayoría se ubican en el rango alto. Para esta estimación se contabilizaron 253 tipos de tarjetas.
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Como referencia, la tasa de interés activa promedio del Sistema Financiero para préstamos en moneda nacional, al 6 de febrero, era de 15,08%.
Los datos del estudio muestran que las tarjetas son muy utilizadas por los nacionales y que las deudas por esta vía aumentaron en el último año.
Según el documento, la deuda total con tarjetas de crédito alcanzó, al 31 de octubre del 2017, ¢1.196.995 millones, un 11% más que el mismo trimestre del año anterior y calculó una circulación total de 2.628.751 plásticos para un promedio de deuda por tarjeta de ₡455.347.
Algunas personas que utilizan las tarjetas de crédito no pagan intereses porque cancelan todo el saldo al corte.
Las tarjetas también ofrecen beneficios como puntos que se pueden cambiar por dinero, millas para viajes, acceso a salas especiales en los aeropuertos, seguros de asistencia médica y seguros de viajes, entre otros.
Cautela al escoger
Erick Jara, director de Investigaciones Económicas y de Mercados del MEIC, recomendó a las personas ser cautelosas y ordenadas con el uso de este producto financiero, pues está expuesto a asumir un costo económico elevado.
Añadió que antes de adquirir un bien o servicio con tarjeta de crédito, el consumidor debe tener certeza de que lo podrá pagar al contado, de lo contrario podría asumir compromisos que afectarán su equilibrio financiero, reputación crediticia e, incluso, su calidad de vida.
Consultada sobre las altas tasas, María Isabel Cortés, directora ejecutiva de la Asociación Bancaria Costarricense, comentó que el estudio demuestra que hay una amplia competencia y que existe una gama muy amplia de emisores de tarjeta, de tipos de tarjeta y muy diversas tasas de interés en colones y en dólares.
“El consumidor financiero debe informarse adecuadamente para escoger el tipo de servicio que le conviene considerando los costos y los beneficios que se les ofrecen”, comentó Cortés.
Por su parte, Anabelle Ortega, directora ejecutiva de la Cámara de Bancos e Instituciones Financieras, explicó que estas tasas son altas porque se trata de crédito de consumo, el cual, por su naturaleza, tiene un nivel de riesgo mayor que otros tipos de créditos que otorgan las entidades financieras.
Además, agregó Ortega, son créditos que no tienen ninguna garantía que los respalde y normalmente son la categoría de crédito que muestra mayores niveles de morosidad.
Según el estudio del MEIC, la mora de uno a 90 días en tarjetas de crédito (atrasos de pago que van de un día a casi tres meses) alcanzó, en octubre del 2017, un 7,57% y de 90 días en adelante un 4,89%.
A manera de referencia, en el sistema financiero costarricense la morosidad mayor a 90 días y cobro judicial en préstamos, es del 1,90% de la cartera total del crédito.
“La regla que aplica en este caso es que a mayor nivel de riesgo, las entidades bancarias y financieras deben compensarlo con tasas más altas”, aseguró Ortega.
El estudio del MEIC señala las tarjetas específicas que tienen las tasas de interés más altas.
El primer lugar, con una tasa de 49,9%, corresponde a cinco tarjetas Visa de The Bank of Nova Scotia; le siguen dos tarjetas internacionales de Mastercard de la misma entidad y luego otras del Banco Davivienda, otra de Financiera Desyfin y otra de Soluciones de Pago MB.
La Nación consultó a cada una de estas entidades, el miércoles 14 de febrero en la tarde, pero solo fue posible tener respuesta de Desyfin.
David Otero, gerente de captación, banca electrónica y medios de pago de Desyfin, explicó que las tarjetas de crédito de Desyfin se introdujeron al mercado desde 2014 con el propósito de complementar la oferta de banca electrónica y medios de pago y actualmente ofrecen prácticamente todos los productos de un banco, pero siendo una entidad de menor tamaño.
“Si bien procuramos mantenernos siempre en el promedio del mercado (respecto a las tasas de las tarjetas), nuestros clientes también son conscientes de que esa mínima variación porcentual responde a los beneficios ampliados de nuestros productos que incluyen un programa de millas, seguros gratuitos y otras ventajas”, argumentó Otero.