Durante la segunda mitad del 2022, es probable que los hogares costarricenses estén priorizando la compra de alimentos como el azúcar o la harina en la canasta del supermercado, antes que comer fuera de casa o disfrutar de algún paseo para divertirse en familia, esto con el propósito de reducir los gastos debido al aumento en los precios.
La información se desprende del estudio Consumer Watch Reloaded, de la firma de investigación de mercados Kantar División Worldpanel. Esta investigación recabó información de los cambios en los hábitos de consumo de los hogares centroamericanos producto de la creciente inflación que azota a la región.
LEA MÁS: Hogares frenan consumo aquejados por menor poder adquisitivo
En julio pasado, Costa Rica registró la mayor inflación que ha tenido el país desde abril del 2009, la cual alcanzó una variación interanual del 11,48%. En la región centroamericana, Nicaragua y Honduras también alcanzaron el doble dígito en este indicador.
Ante este panorama de una fuerte presión financiera, los hogares han tenido que adoptar tácticas para reducir el gasto mensual. En el caso concreto de Costa Rica, en los primeros seis meses del año los consumidores se inclinaron por marcas económicas y privadas (creadas por los supermercados), así como a la compra de presentaciones más pequeños.
“El tico está recurriendo a hacer compras de tamaños más pequeños, porque están empezando a ir a canales de más cercanía. Esto es como un círculo, porque probablemente van a canales de más cercanía para evitar gastar gasolina. Van a un minisúper, por ejemplo, y lo que encuentran son tamaños más pequeños”, aseguró a La Nación, Monika Esquivel, directora de Advanced Analytics para Kantar.
Esquivel comentó que los productos que menos sacrifican los costarricenses son el azúcar, harina y embutidos. La analista resaltó que el caso de la harina podría responder a la versatilidad del producto, con el que se pueden hacer tortillas u otras recetas, mientras que los embutidos entran en esa categoría al ser un sustituto de las carnes.
De acuerdo con el estudio, el recorte en los gastos fuera del hogar también es una de las estrategias de los consumidores centroamericanos para reducir gastos, ya que las personas optan por realizar compras más planificadas. Evitar comer fuera de casa, inclinarse por productos en promoción o disminuir el gasto en productos de limpieza son algunos de los cambios en los hábitos de consumo.
“El patrón en común es que cuanto menos dinámica esté una categoría, más posibilidades hay de que marcas económicas se posicionen. En los productos de limpieza es donde más fácil se logra fallar, antes que con algo de comer. Por eso es que hay más probabilidad de migrar a marcas más baratas y este tipo de cestas de cuidado del hogar se ubican de primeras”, comentó la analista.
Estos comportamientos responden a que, en el primer semestre del 2022, la mayoría de hogares que participaron en el estudio registraron una disminución en sus ingresos. Además, el incremento en el costo de la vida, pero no en los salarios, disminuye el poder adquisitivo de los consumidores.
El estudio recolectó, de forma virtual, información sobre ingresos, gastos y preocupaciones de los consumidores de los seis países de Centroamérica. En total, 2.430 hogares participaron en la investigación, siendo Costa Rica el segundo país en el que más personas contribuyeron, con 420 respuestas.
Compradores centroamericanos más preocupados
Según la información recopilada por la firma, 97% de los hogares centroamericanos tienen una preocupación por el aumento en los precios. Los dos primeros lugares se relacionan con temas inflacionarios y económicos, pues en el segundo sitio se ubica la economía del país y el mundo (95%).
En comparación con las cifras recopiladas el año anterior, la preocupación por el incremento en el costo de la vida subió considerablemente, ya que solamente el 51% de la muestra del 2021 externó alguna inquietud sobre el aumento en los precios que impactan a los hogares.
LEA MÁS: Ahorre comprando frutas y hortalizas que están en temporada
“Esto es lo que detona el resto de las preocupaciones (aumento de precios). Adicionalmente, hemos visto un crecimiento de la preocupación sobre inseguridad y violencia, porque el tener a un menor poder adquisitivo podría generar una percepción de más inseguridad”, apuntó Esquivel.
De un año a otro, el número total de preocupaciones por hogar subió de cinco a ocho, en promedio, y el pesimismo de cara al próximo año también creció. Caso contrario a la percepción que tenían los consumidores para el 2022, quienes consideraban que este año sería más positivo tras un 2021 que en buena parte estuvo marcado por la pandemia de la covid-19.
Hogares en números rojos
La firma incluyó en su estudio un análisis sobre cuáles hogares de la región llegan en números rojos a fin de mes, es decir, aquellos que tienen dificultades económicas en los últimos días del mes. De acuerdo con los datos, 40% de los encuestados afirmó tener esa condición.
El país más afectado es Panamá, que a pesar de tener una inflación menor al 5%, cuenta con un alto nivel de desempleo. En el caso propiamente de Costa Rica, el 44% de los hogares que participó en el estudio aseguró tener dificultades para llegar a fin de mes.
LEA MÁS: Las marcas necesitan ‘quebrar el umbral de lo rutinario’ para sacar a los consumidores de la casa
Según Esquivel, los hogares del país son de los que menos ahorran en la región, de acuerdo con los datos del estudio, lo que podría incrementar los efectos del aumento en los precios. Además, comentó que Costa Rica es el país de Centroamérica que más busca pagar con créditos.
Este grupo de hogares más vulnerables se inclina por comprar productos en tamaños más pequeños que permitan una mayor accesibilidad. De la cifra total, solamente un 4% logra generar ahorros mensuales y un 37% aseguró que llegan con las finanzas equilibradas a final de mes.