El café es una bebida más que conocida por los costarricenses y su consumo per cápita en el país se calcula en 4,15 kilogramos por año. Pero, como otros bienes de la canasta básica, el grano molido aumentó significativamente de precio en los últimos meses por una combinación de factores: menor productividad local, bajas cosechas mundiales y aumento en los costos de las materias primas, entre otros.
Si se compara junio del 2022 con el mismo mes del año anterior, los amantes de la bebida ahora compran un café 57,5% más caro que hace 12 meses, según cálculos basados en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que toma en cuenta el producto que adquiere el consumidor final.
Para el mes de junio, en comparación con mayo, el precio del café aumentó 2,29% y alcanzó un índice de 159, 24 (con base en 100 para diciembre del 2020), por lo que la variación que acumula su costo, solo este 2022, alcanzó el 35%
Al consultar por las bolsas de café de 1.000 gramos en la página web de tres supermercados de Costa Rica, los precios más bajos rondaban los ¢4.500 y llegaban hasta los ¢6.860, excluyendo marcas premium y cafés de especialidad.
¿Por qué sube el café?
Xinia Chaves, presidenta del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), explicó que las cosechas nacionales presentan una tendencia a la baja en la productividad, que obedece, principalmente, al envejecimiento de los cafetales y las afectaciones por el cambio climático.
Cifras del Icafé señalan que la producción para el 2021-2022 es de alrededor de 1.769.152 fanegas, alrededor de 6,23% menos que en el periodo 2020-2021. Los datos también muestran que el consumo nacional generó ingresos por alrededor de $32,6 millones el año anterior.
“Al mostrarse una cosecha inferior disminuye la oferta y, adicionalmente a eso, coincide en que la oferta mundial de los países productores hacia el mundo consumidor también disminuye, lo que ha puesto una tendencia a subir el precio internacional del café”, explicó Chaves, quien agregó que Costa Rica exporta hasta 84% de lo que produce.
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En el 2021, Costa Rica vendió en el extranjero alrededor de $326 millones de café oro, con los países de la Unión Europea y Estados Unidos como principales mercados, según datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer). Por otro lado, importó $18 millones en el producto mencionado desde países como Honduras y Nicaragua.
El presidente de la Cámara de Tostadores de Costa Rica, José Manuel Hernando, añadió que no solo se trata de una cuestión de menor oferta a nivel mundial que afecta al alza el precio internacional del café (referencia para la compra a nivel local), pues también entran en juego los altos costos de las materias primas como la gasolina, que encarecen la producción y distribución del producto.
Comentó, además, que los aumentos no se han trasladado en su totalidad al consumidor y que las variaciones se hacen de forma paulatina; en el caso de Café Montaña, empresa que Hernando dirige, ya trasladaron 40% de los aumentos que perciben.
“Se ha tenido que ser muy creativo para no trasladarle al consumidor de un solo golpe, pero nosotros sí tuvimos que absorber incrementos de hasta el 100% (en el grano)”, comentó Hernando.
Por otra parte, la disminución de la oferta internacional se debe a factores como las condiciones climáticas que experimentó Brasil, principal productor y exportador del grano a nivel mundial.
Costosa tarde de café
El café forma parte del día a día de miles de costarricenses, ya sea a la hora del desayuno o como consumo de la tarde. La mayoría de veces, esta bebida se acompaña de algún bocadillo. Pero la tarde de café es cada mes más cara, pues los adicionales como la leche, el pan y el azúcar también siguen aumentando de precio.
La leche líquida, por ejemplo, tuvo un aumento de mayo a junio de 5,34% mientras que la natilla, de 5,09%. Los panes salados aumentaron 1,86% de un mes a otro mientras que el pan cuadrado, un 1,35% y las galletas saladas variaron un 6,45%.
Asimismo, los datos del INEC sobre el costo de la Canasta Básica Alimentaria muestran que el precio per cápita mensual de lácteos para la zona urbana pasó de ¢6.840 en mayo a ¢7.148 en junio y el grupo de galletas y pan pasó de ¢5.678 a ¢5.737 en un mes, mientras que el azúcar también subió de precio.
Hace un año, el consumo per cápita urbano de productos lácteos estaba en ¢6.119 (¢1.029 menos que ahora), el pan y galletas en ¢4.863 (¢874 más este año) y el azúcar se encontraba en ¢2,249 (¢197 menos en el 2021). Cuando se compara con hace dos años, es decir, junio del 2020, las diferencias son aún más grandes: la de los lácteos es de ¢1.678 y en los panes y galletas de ¢897.
Por ello, si usted es de los acompaña la hora del café con panes, lácteos y azúcar, este tipo de merienda podría salirle, por mes, hasta ¢4.171 más costosa. Esto, sin contar la variación interanual de más del 57% del costo de la bebida a base del grano de oro.