Los grupos negociadores de Costa Rica y China lograron cerrar ayer las negociaciones para suscribir un Tratado de Libre Comercio (TLC).
El acuerdo final llegó durante la sexta ronda de conversaciones, la cual se inició en nuestro país el pasado lunes.
Pese a la brevedad de este último encuentro (que apenas se extendió por dos días y medio) se logró llegar a un consenso sobre los aspectos más sensibles de la negociación.
“Se atendieron de forma adecuada todas las sensibilidades expresadas por los productores nacionales”, aseguró el ministro de Comercio Exterior, Marco Vinicio Ruiz.
De hecho, el sector industrial, que vehementemente había expresado su desacuerdo, con este TLC quedó satisfecho.
“Se reconoce el esfuerzo de los negociadores por atender las demandas de acceso a mercado de la amplia mayoría de las empresas del sector industrial”, señaló el presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) Juan María González.
Sin embargo, aclaró que este TLC no va a proteger el desarrollo futuro del sector. “En el mediano plazo va a ser difícil que fructifique cualquier inversión industrial en el país”, sentenció.
Los resultados. Costa Rica podrá vender a China el 99,6% del total de sus líneas arancelarias (familias de bienes o productos) sin tener que pagar aranceles.
En este grupo se incluye al jugo de naranja (una de las últimas conquistas del equipo nacional) junto con flores, plantas ornamentales y tubérculos.
Quedaron excluidos del acuerdo el 0,01% de las partidas. Debido a lo anterior, el país no podrá vender a China en condiciones preferenciales productos como azúcar, algodón y lácteos.
El resto tendrá un proceso de desgravación. La carne y el jugo de piña, por ejemplo, pagarán cada ves menos aranceles hasta llegar a cero en cinco años.
De esta forma, el país podrá vender a China café libre de aranceles a diez años plazo y China no tendrá preferencias para ingresar al mercado nacional con este producto.
Por su parte, el gigante asiático podrá exportar libremente a Costa Rica el 58% de sus líneas arancelarias como, por ejemplo televisores y electrodomésticos.
Un 10% de sus partidas quedaron fuera del acuerdo. Las exclusiones en productos plásticos y metalmecánicos aliviaron al sector industrial costarricense.
En el campo agrícola se limitaron las importaciones de frijoles chinos. Los mismos solo podrán entrar al país cuando no exista producción nacional y en un contingente limitado de toneladas métricas del grano.
China es el país más dinámico del mundo y Costa Rica tenía interés en consolidarse como socio comercial de países asiáticos.