El Gobierno y el sector privado intentan realizar un trabajo conjunto, con promoción externa y mejoramiento de servicios internos, para revertir la caída en la atracción de cruceros que se ha presentado en los últimos años.
Para la temporada 2013-2014, que se inicia el próximo 1.° de setiembre, la previsión es que lleguen 130 barcos grandes a los dos puertos de Puntarenas y 59 al puerto de Limón, según los datos preliminares aportados por el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop) y la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japveda).
El Instituto Costarricense de Turismo (ICT), que considera en su recuento la llegada de barcos un poco más pequeños a todos los puertos del país, junto con los grandes, detalló que, por ejemplo, en el periodo 2011-2012 el total de cruceros en Costa Rica fue de 345.
Wagner Loría, secretario de la Asociación Costarricense de la Industria de Cruceros, dijo que entre el 2011-2012 y la fecha se cayó en un 50% el ingreso de cruceros grandes a los muelles de Caldera y Puntarenas y el Alemán, en Limón. El principal problema se presenta en el Caribe.
Esa situación se debe a la falta de avance en el mejoramiento de los servicios para los barcos y para los turistas y a la fuerte competencia de países cercanos, como Colombia, Panamá, Guatemala y Nicaragua.
Inestable. Factores externos que varían en cada temporada afectan la llegada de cruceros y el número de pasajeros a Costa Rica, explicó Juan Carlos Borbón, gerente general del ICT.
Entre esos factores, mencionó los climáticos, costo de los combustibles, creación, modificación o eliminación de rutas y cambios o incursión de las líneas en nuevos mercados.
A nivel local, reconoció que se requiere un gran mejoramiento en la infraestructura portuaria para recibir a este tipo de barcos, aunque hay diferencias en cada puerto.
Además, señaló que los operadores de cruceros se ven afectados por huelgas o amenazas de protestas y seguridad, por lo cual es el principal reclamo hacia las autoridades costarricenses.
Dijo que el ICT, el Incop y Japdeva capacitan a empleados de empresas privadas y coordinan para mejorar servicios a los cruceros.
Loría recordó que dos de los grandes operadores, Carnival y Royal Caribbean, dejaron de enviar algunas líneas a Limón. La medida, agregó Loría, la atribuyeron a competencia y razones de seguridad.
Según Borbón, el mercado de cruceros se ve afectado por una nueva decisión de los clientes. Los turistas les están dando preferencia a los viajes de periodos cortos de tres y hasta un máximo de siete días, en los cuales abarcan la mayor cantidad posible de lugares.
Eso afecta los viajes de mayor tiempo, cuya demanda cayó en los últimos años, y que eran los de más frecuencia en el muelle Alemán, de Limón, advirtió Borbón.
Reconoció que en el Caribe se está dando, además, una competencia muy fuerte de Colombia, no solo contra Costa Rica sino contra otros destinos de la zona.
En lo relativo al Pacífico, Borbón adelantó que se desarrollará una estrategia conjunta de varios países centroamericanos y México para consolidar la llamada Ruta Mesoamericana.
“Ese plan conjunto –agregó– lejos de ponernos a competir unos con otros, debería permitirnos a partir del próximo año aumentar el número de cruceristas a los países involucrados en esta iniciativa”.