Las nuevas regulaciones que apuntan a evitar escándalos corporativos en Estados Unidos, como los que llevaron a la ruina a Enron Corp. y WorldCom Inc., podrían ser excesivas al impedir que los gerentes asuman riesgos, dijeron varios ejecutivos.
Muchos presidentes ejecutivos que acudieron a los encuentros del Consejo Empresarial en el centro de descanso Greenbrier entablaron una discusión de dos horas sobre cómo lidiar con el tema de la buena dirección empresarial.
Aquellos que hablaron con los periodistas coincidieron en que las juntas directivas de las empresas tienen que mejorar sus regulaciones. Pero también reiteraron las quejas de que las nuevas reglas podrían ser excesivas, y que nunca podrán evitar las infracciones.
El presidente ejecutivo de Delta Air Lines Inc., Leo Mullin, dijo que había cuestionamientos sobre el equilibrio de los cambios que se introdujeron tras los escándalos contables de la comercializadora de energía Enron y la compañía de telecomunicaciones WorldCom, que recientemente cambió su nombre a MCI.
Pecados clásicos
“Donde tenemos que ser cuidadosos es en que el riesgo no esté asociado con los clásicos pecados empresariales, como el fraude, la manipulación o lo que sea. Tomar un riesgo y un fracaso potencial no es un pecado”, dijo Mullin.
El Congreso y la Comisión de Valores han actuado para mejorar la supervisión de los auditores y han presionado a las juntas directivas de las compañías para que cumplan un papel más activo en la supervisión de la alta gerencia.
Las quejas empresariales sobre las reformas a la Ley no son nuevas.