Hace tres años el precio de una cerveza mexicana era un 35% más caro que el de una nacional. Ahora, esa diferencia es de aproximadamente el 15% y, a veces, la brecha desaparece durante algunas ofertas.
Los importadores señalan que la ventaja de no pagar aranceles por el Tratado de Libre Comercio (TLC) con México y una mayor demanda son dos factores que inciden en la baja de los precios.
Sin embargo, a pesar de esa reducción, las importaciones totales de la bebida muestran una tendencia decreciente desde el 2001, originada –según los importadores– por fuertes campañas publicitarias de las marcas nacionales.
Para Florida Bebidas –costarricense–, la baja obedece más al alto contrabando en el país.
Entre el 2001 y el año pasado las compras por ese concepto mermaron en un 15 por ciento: disminuyeron de $2,17 millones a $1,84 millones, mientras que el peso del producto medido en kilogramos por el Banco Central bajó en un 17 por ciento.
Efecto TLC
Amparo Pacheco, asesora del Ministerio de Comercio Exterior (COMEX), explicó que desde el 2001 la cerveza mexicana dejó de pagar aranceles, por efecto del TLC que está vigente desde el 1.° de enero de 1995.
La cerveza de países con los que no se tiene un TLC o ese producto está excluido paga un 15% de impuesto.
Según explicó Pablo Carnevale, gerente general de la distribuidora de licores Grupo Pampa, el fin de semana anterior –producto de una oferta, la lata de cerveza mexicana Tecate se vendió en algunos supermercados a ¢244 en su presentación de 340 militros (ml).
La Imperial –de 350 ml.– se ofrece en ¢294, lo que representa por cada ml un costo de ¢0,84, mientras en la mexicana el fin de semana rondó los ¢0,71 por ml.
Otras, como la Sol y Dos Equis, también bajaron la diferencia de precios con las nacionales.
La reducción de precios no se refleja en la presentación de botella, debido a que los envases de las importadas no son retornables.
Tendencia
Según Pablo Carnevale, existe una tendencia a que la cerveza importada y la nacional igualen sus precios, especialmente la mexicana, debido a que los volúmenes que producen las empresas extranjeras permiten ofrecer menores precios.
Gerardo Lizano, de Holtermann y Compañía, que importa la cerveza irlandesa Guinness desde hace 10 años, señaló que no todas las marcas reducen la diferencia de precios, debido a que son consumidas solo por nichos de mercado como bares o por extranjeros.
Carlos Francisco Echeverría, gerente Corporativo de Florida Bebidas, aseguró que el grado de contrabando de cerveza mexicana en el país obliga a importadores legales a reducir el precio para mantenerse en el mercado.
Criticó que mientras las importaciones totales bajaron en los últimos años, el mercado local con marcas extranjeras sigue creciendo con base en la evasión de impuestos.
La empresa no planea hacer una denuncia formal.