
La calidad del sistema educativo, la estabilidad política y la innovación son los fuertes que tiene Costa Rica para atraer la inversión de empresas del extranjero, según confirman mediciones internacionales, empresarios y miembros del sector de promoción de inversión.
Esas cualidades le permiten al país mantenerse competitivo, pese a la cercanía de fuertes contendientes, como por ejemplo Panamá, que se destaca por su menor tramitomanía y mejor infraestructura.
En el Índice de Competitividad Global de 2013-2014 elaborado por el Foro Económico Mundial, que se presentó a inicios de setiembre , Costa Rica ocupó la posición 54 entre 148 países. En esta medición el país aparece en el primer lugar de América Latina en innovación, educación superior y capacitación y sofisticación empresarial.
“Cada país desarrolla su propia propuesta valor de acuerdo con sus propias ventajas competitivas. En el caso de nuestro país, la gran diferencia la ha hecho la capacidad y preparación del recurso humano”, comentó Gabriela Llobet, directora de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde).
Esto ha permitido la instalación de empresas multinacionales en sectores de alta tecnología.
“La política del país de incrementar el nivel educativo de sus habitantes es una ventaja, hay mucha gente que tiene una escolaridad que le permite aprender procesos productivos más elaborados y eso facilita que las empresas encuentren un ambiente positivo”, agregó Jorge Brenes, presidente de la Asociación de Empresas de Zonas Francas de Costa Rica (Azofras).
Por su parte, según el Índice Doing Business del 2013 , que evalúa cuan difícil es abrir y administrar empresas de tamaño medio en relación con la legislación vigente en cada país, Costa Rica se ubica en el puesto 110 de 185 países. Esto representa una escalada de 12 puestos en comparación con el 2012.
De acuerdo con este indicador del Banco Mundial, Panamá, en el puesto 61, supera al país en todos los aspectos menos en registro de propiedades y pago de impuestos.
Rezagos. La burocracia para hacer trámites y la mala infraestructura son los principales rezagos del país en materia de competitividad para atraer inversión. Por ejemplo, para abrir un negocio en el país es necesario realizar 12 trámites que duran en promedio 60 días, mientras que en Panamá, esto se hace con seis trámites en siete días.
Al problema de tramitomanía se suma el deficiente desarrollo de la infraestructura. En el Índice de Competitividad Global el país ocupa lugares bajos en la calidad de las carreteras (125) y de los puertos (128), a pesar de haber mejorado en comparación con el año anterior.
Esta ineficiencia se traduce en un alza de los costos de transporte y del tiempo de desplazamiento.

A su vez, Jorge Brenes, de Azofras, manifestó que el costo de la energía eléctrica ha aumentado de manera significativa en los últimos años, lo cual perjudica a las empresas. “Tenemos un problema en la pérdida de competitividad por el costo de la energía. En los últimos tres años ha subido cerca de un 70%”, comentó Brenes.
Mejoras. “Tenemos que seguir muy claros en que la burocracia es un tema que afecta la competitividad y por eso hay que mejorar”, resaltó Marvin Rodríguez, viceministro de Economía y Comercio.
A raíz de esto, dicho ministerio, en conjunto con otras instituciones, han impulsado reformas con el fin de elevar la competitividad y mejorar en los índices.
Por ejemplo, la creación de la plataforma www.crearempresa.go.cr , que funciona desde el año pasado, ha permitido reducir el plazo para inscribir un negocio a 20 días, aseguran en el Ministerio de Economía. A su vez, la digitalización de los permisos de construcción, permitió disminuir los tiempos de aprobación.
Para Gabriela Llobet a dicho reto se suma otro. “El principal desafío del país se encuentra en el fortalecimiento de su mayor ventaja competitiva: su recurso humano. Es necesario continuar fomentando la preparación en áreas relacionadas con las ciencias y la tecnología, mientras se mejoran los programas de estudios”, comentó.