Juan R. Wong
Decano de Ulacit
Los cambios económicos, tecnológicos y sociales son determinantes en la definición de la posición futura deseada por las empresas. Reaccionar lenta e intuitivamente ante esos cambios, provoca desequilibrios.
Por lo tanto, se requiere un análisis exhaustivo del mercado, a fin de establecer un plan de negocios que coadyuve y rime con las fluctuaciones del mercado meta.
Las oportunidades de negocios no solo son referencias para inversionistas, sino que también representan fuentes de información viables para firmas en marcha, que buscan obtener una mejor posición. Estas oportunidades son las que deben ser analizadas en el mercado actual o en uno nuevo.
Los planes de negocios se alimentan de los procesos de innovación y se fundamentan en la existencia de una necesidad real y, por ende, de una demanda potencial.
No se pueden formular planes de negocios ajenos a un contexto de necesidades reales; el principio económico es muy claro: para que exista oferta, debe haber demanda.
Para elaborar un plan de negocios es necesaria una estrategia simple, concisa, objetiva y veraz, que se pueda medir.
Una vez concebida esa estrategia, se analiza el plan desde una perspectiva financiera, operativa y de mercadeo. Luego se formulan los planes para cada una de esas perspectivas. Las fuentes de información como apoyo al proceso de formulación están relacionadas con la naturaleza del plan, pero las universidades, cámaras de empresas e instituciones estatales vinculadas directamente con la gestión de las empresas, pueden convertirse en fuentes de información muy útiles.
En concordancia con ese punto, la banca de desarrollo deberá jugar un papel protagónico, y convertirse en un socio estratégico de aquellas empresas que busquen financiamiento a la luz de un plan de negocios, para que muy pronto el sistema bancario costarricense sea percibido por la mayoría de los empresarios como el principal gestor del desarrollo nacional.