El Instituto Nacional de Seguros (INS) registró, en el 2024, pérdidas récord en el negocio de seguros, al grado de que la Superintendencia General de Seguros (Sugese) encendió las luces de alerta.
El superintendente Tomás Soley advirtió de que la situación es preocupante por la “magnitud de los resultados”. Al cierre del año pasado, la pérdida en la cuenta técnica del INS alcanzó los ¢29.360 millones.
Este resultado negativo en el negocio de pólizas fue el peor de los últimos siete años.
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Sugese señala ‘descalabro’ en gestión de un seguro
Cinco de las seis principales pólizas que vende el INS “fueron impactadas por alta siniestralidad, pérdida de mercado y elevados gastos de explotación y otros gastos técnicos”.
Se trata del seguro obligatorio de Riesgos del Trabajo (RT) y los voluntarios para Automóviles, Vida, Salud e Incendio.
Por ejemplo, la Superintendencia calificó como “un descalabro” la evolución del seguro voluntario para Automóviles, al criticar la diferencia entre los ingresos por venta de pólizas y los pagos por accidentes.
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Así lo expuso el superintendente de Seguros en un documento dirigido a Gabriela Chacón Fernández el pasado 12 de febrero (oficio SGS-0204-2025).
En su oficio, Soley recriminó que una aseguradora debe usar herramientas actuariales para obtener réditos positivos en sus diferentes líneas de seguros, como medida preventiva y de gestión de riesgos.
No es la primera vez que el INS finaliza en rojo en su operación de seguros. En los años 2019, 2020 y 2022, tuvo pérdidas técnicas por ¢2.549 millones, ¢1.478 millones y ¢1.215 millones, respectivamente. Sin embargo, ninguno de esos casos fue tan severo como el actual.
El superintendente calificó de inexcusable que el INS no se apegue a las mejores prácticas y gestiones, considerando su naturaleza y tamaño.
“La cartera de valores es un soporte para el resultado de la cuenta técnica, pero no la sustituye“, destacó la Sugese en referencia al uso de las ganancias por inversiones bursátiles para equilibrar las finanzas del Instituto el año pasado.
La aseguradora pública envió a La Nación la respuesta dada a la Superintendencia, el pasado 27 de febrero, en la cual reconoce el declive de algunas líneas de seguros. Sin embargo, rechazó que exista un “descalabro”.
“El término descalabro es un calificativo muy fuerte que se debería revisar para identificar a qué se refiere o qué consideraciones abarca, debido a que puede generar al Instituto un riesgo sistémico por falta de claridad en la comunicación", afirmó Luis Fernando Monge Salas, gerente general, en el oficio G-00654-2025.
Monge explicó en la respuesta que se iniciaron una serie de correcciones en las pólizas impactadas, en algunos casos desde el 2021, y se espera que el punto de equilibrio técnico se alcance en el 2026.
La Sugese define el análisis de la cuenta técnico-financiera como la evaluación de cada aseguradora en su actividad de seguros (desempeño técnico) y de sus inversiones en bonos y acciones (desempeño financiero).
Las ganancias financieras del INS ascendieron a ¢42.811 millones el año pasado. Sin embargo, al sumarle la pérdida técnica de la operación de seguros (-¢29.360 millones), el monto final fue de ¢13.451 millones. Este es el peor dato de la aseguradora pública desde 2017, cuando se empezó a realizar este análisis en el mercado de seguros.

Debido a la situación de desequilibrio, Soley recordó a la jerarca del INS que, a partir del 2026, nuevas reglas contables obligarán a la entidad a que el negocio de seguros tenga un efecto directo en los estados financieros.
Este análisis se hace de forma trimestral, desde el 2017, a las 12 aseguradoras con operación en el país. El año pasado, BMI Costa Rica y MNK también registraron una pérdida técnica -¢886 millones y -¢2.064 millones, respectivamente.
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La Junta Directiva del INS conoció, el pasado 21 de febrero, el oficio de la Sugese. Sin embargo, los directivos de la entidad no entraron a conocer el fondo de las advertencias de la entidad fiscalizadora sobre el mal desempeño, pues esperaban una nueva comunicación de la Superintendencia, según consta acta N.º 9891 de la sesión ordinaria, cuya copia obtuvo La Nación.
Pólizas claves
En la revisión hecha por Sugese, se señaló que la gestión de cinco pólizas, las cuales representan el 77% de las primas del INS, empeoró el año pasado con respecto al 2023.
El seguro de Riesgos del Trabajo tuvo, en 2024, una pérdida técnica de ¢33.343 millones. Las estadísticas de la Superintendencia muestran que, en los últimos siete años, solo en el 2021 esta póliza no requirió el uso de las ganancias de inversiones para equilibrarse.
“En el caso de Riesgos del Trabajo, los resultados reflejan que la cuenta financiera no cubrió la pérdida de la cuenta técnica, con lo cual la sostenibilidad financiera el ramo se compromete“, subrayó el superintendente en su oficio.
Pese al argumento de la entidad fiscalizadora, el INS aseguró que la póliza obligatoria debe medirse a nivel de la cuenta técnico-financiero. "En ese sentido, el Seguro de Riesgos del Trabajo sigue mostrando resultados positivos“, recalcó el Instituto por escrito.
Por otra parte, en cuanto al seguro voluntario para Automóviles, la diferencia entre los ingresos por venta de primas y el pago por accidentes cerró con un déficit de ¢141 millones el año pasado, pero en el 2023 hubo un excedente de ¢11.163 millones.
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El INS explicó, por escrito, que en el 2024 modificó la vigencia de la emisión de esta póliza, pues de semestral pasó a anual, lo cual tuvo un efecto. “Se genera un cambio en el monto que se registra como primas ya que, aunque el cliente no la pague anual, el Instituto sí hace la emisión completa.
El pasado 13 de febrero, Tomás Soley, jerarca de la Sugese, afirmó que para algunas aseguradoras la práctica de establecer pólizas colectivas ligadas a créditos, como es el caso de vehículos, no está siendo conveniente.
“Si el seguro que usted vende no está dando negocio, no es adecuado estar respaldado solo en la parte financiera”, dijo el funcionario en conferencia de prensa.
En el caso de los seguros de Salud e Incendio, finalizaron el 2024 con pérdidas técnicas por ¢9.586 millones y ¢5.878 millones, respectivamente. La Superintendencia destacó que estas actividades experimentan números rojos desde hace varios años.
“El ramo de Salud (...) denota que las medidas que han sido aprobadas en el seno de la Junta Directiva no han dado resultado", se subrayó en el oficio.
Para las pólizas de Incendio, la Superintendencia recomendó que los directivos analicen la estrategia en la atención de este ramo y el esquema de reaseguro.
En la revisión del negocio del INS, la Superintendencia resaltó el avance positivo en el Seguro Obligatorio de Automóviles (SOA) que registró un excedente técnico de ¢1.825 millones y revirtió una tendencia negativa desde 2021.
El cambio ocurrió, según la aseguradora pública, por la combinación de mayores primas, las cuales crecieron un 11%, y una disminución del 1% en la siniestralidad promedio.