Cerca de tres millones de trabajadores mueren cada año debido a accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que advierte persisten desafíos para salvaguardar la seguridad de los trabajadores en todo el mundo.
Basándose en datos de 2019, la OIT calculó que 2,93 millones de trabajadores perdieron la vida a causa de factores laborales, una cifra que supera en más del 12% la registrada en el año 2000.
La OIT atribuyó el “considerable” aumento en el número absoluto de víctimas mortales a varios factores, incluyendo una mayor exposición desprotegida a riesgos laborales y cambios sociodemográficos.
La organización recordó que la población activa mundial aumentó un 26% entre 2000 y 2019, pasando de 2.750 millones a 3.460 millones de personas.
Además, la OIT destacó que las herramientas de diagnóstico mejoraron “significativamente” en las últimas dos décadas, lo que contribuye a la detección de un mayor número de casos.
De las muertes relacionadas con el trabajo, 2,6 millones se deben a enfermedades profesionales, mientras que 330.000 son resultado de accidentes laborales. Las enfermedades circulatorias, neoplasias malignas y enfermedades respiratorias son las principales causas de mortalidad laboral, representando más del 75%, según la OIT.
El informe de la OIT, presentado en el 23° Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo en Sídney, Australia, revela que las muertes laborales afectan más a hombres (51,4 por cada 100.000 adultos en edad laboral) que a mujeres (17,2 por cada 100.000).
Además de las muertes, la OIT estimó que 395 millones de trabajadores sufrieron lesiones laborales no mortales en 2019, afectando la salud y generando ausencias laborales.
Para fortalecer los esfuerzos globales en seguridad y salud laboral, el consejo de administración de la OIT adoptó la nueva ‘Estrategia Mundial de Seguridad y Salud en el Trabajo para 2024-2030′.
Esta estrategia insta a los países miembros a mejorar los marcos nacionales de seguridad y salud en el trabajo, fortalecer la coordinación y asociaciones, e impulsar la gestión de la seguridad y salud en el lugar de trabajo.
El informe también destacó que más del 60% de los trabajadores del mundo laboran en la economía informal, careciendo de ingresos estables y protección legal o social. Estos trabajadores son prácticamente invisibles en términos de regulación y supervisión de la seguridad y salud en el trabajo, según la OIT.