El porcentaje de empleados que realiza teletrabajo se disparó de un 1,6% en el primer trimestre del 2020 a un 16,1% durante la pandemia y, según un estudio de la Universidad de Costa Rica (UCR), el país tiene potencial para alcanzar un 34%.
Así lo revela un trabajo realizado por la Escuela de Economía de este centro de estudios, llamado: ‘Pandemia del Covid-19 un Empujón al Teletrabajo en Costa Rica’.
En la investigación participaron Anabelle Ulate, Luis Hall, Brayan Segura, Guillermo Pastrana y André Araya.
Según la investigación, el porcentaje de implementación del teletrabajo varía según las actividades productivas, sector institucional y regiones del país.
En el tercer trimestre, según la información tomada de la Encuesta Continua de Empleo, un 88,6% de quienes realizan teletrabajo se concentra en el sector de servicios, mientras un 8,8% se encuentra en el sector secundario y menos del 1% en agricultura.
Si se analiza por región, el 82,8% de quienes realizan trabajo remoto se ubican en la Región Central, un 4,6% en la Región Brunca, un 4% en la Región Huetar Caribe, un 3% tanto en la Región Chorotega como en la Región Huetar Norte, y solo un 2% en la Pacífico Central.
Costa Rica tiene la particularidad de que seis meses antes de la pandemia, en setiembre del 2019, se aprobó la ley número 9.738, Ley para Regular el Teletrabajo en Costa Rica.
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“Ni sus impulsores, ni detractores imaginaron nunca que seis meses después, el 16 de marzo del 2020, el Gobierno de la República estaría emitiendo la Declaratoria de Estado de Emergencia por la pandemia del covid-19”, indica el estudio.
La investigación destaca que Costa Rica es uno de los países de América Latina que realizó más descargas de aplicaciones para teletrabajo por 100.000 habitantes durante los meses de abril y mayo.
“Precisamente, el uso de esas tecnologías digitales le permitió al mercado laboral un ajuste inédito en su historia económica, a saber, la posibilidad de combinar el confinamiento y las tareas laborales realizándolas desde el hogar o fuera de su lugar de trabajo”, indica el reporte.
Desagregación del potencial
El estudio de la UCR también determinó cuáles podrían ser los sectores, regiones y cantones con más probabilidades de intensificar el teletrabajo.
“El sector productivo con mayor potencial de realizar trabajo remoto es el de servicios, un 48% en aquellos servicios con una mayor demanda externa (servicios transables), un 43% en los servicios cuya demanda es principalmente doméstica (servicios no transables), un 22% en el sector secundario y un 8% en el sector primario”, indica el estudio.
Por región, el mayor potencial lo tiene la Región Central con un 35%. En el resto de las regiones oscila entre un 28% y 27% en la Chorotega y Pacífico Central, respectivamente; un 25 % en la Brunca, y un 24%, tanto en la Huetar Atlántica como en la Huetar Norte.
Este potencial o “factor técnico” también varía entre los cantones del país. Mientras Montes de Oca muestra el mayor potencial del país con un 54%, Alvarado y Matina solo alcanzan un 20% y 19%, respectivamente.
“Entre las regiones del país, la Central es la que revela una mayor dispersión en el valor de ese potencial, precisamente tanto Montes de Oca como Alvarado forman parte de esta Región Central.
“En las demás regiones, el mayor potencial se encuentra en el cantón central, a saber, Liberia, San Carlos, Limón, Pérez Zeledón y Esparza, con poca diferencia con Puntarenas y Garabito” señala el documento.
Por otra parte, el estudio también calcula la tasa de aprovechamiento del potencial de teletrabajo, la cual compara el potencial o factor técnico con el número de ocupados que, según la Encuesta, estaban realizando teletrabajo.
Al tercer trimestre, la tasa promedio de aprovechamiento alcanzó un 41,27%, a nivel nacional, pero se observan diferencias entre las actividades y regiones del país.
El sector con la tasa de aprovechamiento más alta es el de los servicios transables, la cual alcanzó un 52,17% .
El segundo lugar lo ocupan los servicios no transables con aproximada un 38%. Dentro de este sector destacan actividades como la Enseñanza, y la Información y Comunicaciones, cuyas tasas de aprovechamiento alcanzaron superaron el 100%.
“Es imperativo evaluar los cambios en el mercado laboral, los lugares de trabajo, la movilidad, el transporte y por ende el diseño urbano y particularmente la infraestructura digital del país a la luz de la experiencia que la pandemia nos ha dejado con el teletrabajo”, concluye la investigación.