Costa Rica destaca como el país donde el desempleo subió más con la pandemia y llegó más alto en el segundo trimestre del 2020, en una comparación de nueve naciones de América Latina que realizó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Así lo muestra el informe de este organismo Panorama Laboral en tiempos de la COVID-19: Impactos en el mercado de trabajo y los ingresos en América Latina y el Caribe, publicado este 30 de setiembre.
La crisis laboral provocada por la covid-19 ha causado la pérdida de al menos 34 millones de empleos en América Latina y el Caribe, señala el reporte.
Gran parte de las personas que perdieron el empleo se salieron de la fuerza laboral, es decir, no buscan más trabajo y por ello las caídas en empleo no se reflejan completamente en aumentos en la tasa de desocupación.
Esas salidas de la fuerza de trabajo o transiciones a la inactividad se reflejaron en que la tasa de participación laboral también registró una caída sin precedentes al reducirse del 61,3% al 52,6% entre el primer y segundo trimestre de este año. Ello implicó que 32 millones de personas dejaran de ser económicamente activas, detalla el informe.
“Si la población que perdió su empleo hubiera permanecido dentro de la fuerza de trabajo (como desocupada) el impacto sobre la tasa de desocupación hubiera sido significativamente más elevado”, dice el estudio de la OIT.
En relación con la tasa de desocupación, el informe señala que este indicador promedio para nueve países con la información disponible fue de 11,5% durante el segundo trimestre, 2,2 puntos porcentuales más elevado que en el primer trimestre de este año. Ello implica que alrededor de dos millones de personas adicionales perdieron el empleo y continuaron buscándolo.
En el caso de Costa Rica, la tasa de desocupación alcanzó un 24%; 11,5 puntos porcentuales más respecto al primer trimestre. En incremento en puntos porcentuales le siguió Colombia, país en el cual el indicador subió de 12,6% a 20,3% y Chile con un aumento de 8,2% a 12,2%.
Los menos afectados fueron Paraguay, que tuvo un descenso en el desempleo y Uruguay con un incremento de apenas 0,3 puntos.
“Enfrentamos un desafío sin precedentes, el de la reconstrucción de los mercados laborales de la región, lo cual implica enfrentar fallas estructurales que se han agudizado con la pandemia, como son la baja productividad, la alta informalidad y la desigualdad de ingresos y de oportunidades de trabajo decente”, dijo el director de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro.
Esperanza para el tercer trimestre
La buena noticia es que el informe destaca que a partir del tercer trimestre del 2020 se detecta una recuperación en los niveles de actividad económica y que los primeros datos revelan una incipiente recuperación del empleo y un retorno a la fuerza laboral.
“Los indicios preliminares de recuperación son una noticia positiva, pero el impacto de la covid-19 en el trabajo y en las empresas fue enorme, y el camino por recorrer es largo". dijo Pinheiro.
Para este especialista es fundamental relanzar las bases para la reactivación de la economía con seguridad sanitaria asegurando condiciones favorables el funcionamiento de los negocios y para la creación de más y mejores empleos.