Los trabajadores informales están sufriendo más la pérdida de puestos de trabajo con la pandemia.
Según los resultados de la Encuesta Continua de Empleo, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, en el segundo trimestre de este año el país sufrió una drástica caída de cerca de 463.000 puestos de trabajo respecto al primer trimestre del 2020, y de ellos cerca de 346.000 (tres de cada cuatro) fueron trabajos informales.
Los trabajos informales, según detalla el Instituto, son aquellos que cumplen las siguientes características: personas asalariadas que no están inscritas en la seguridad social por medio de sus patrones; ayudantes no remunerados, trabajadores por cuenta propia y empleadores que tienen empresas que no están inscritas en el Registro Nacional de la Propiedad y no llevan una contabilidad formal.
Para el economista y profesor universitario, Pablo Sauma, la caída en el empleo informal entre el primer y segundo trimestre del 2020 es muy elevada y refleja el enorme impacto en esta población, lo cual muestra la muy difícil situación económica para estos trabajadores, muchos de los cuales apenas obtenían ingresos de subsistencia.
Ejemplos de trabajadores informales son los vendedores ambulantes, los cuidacarros, algunas trabajadoras domésticas, jardineros, o personas que venden pan, tortillas, cajetas o algún otro bien en las calles o desde sus casas.
FUENTE: ENCUESTA CONTINUA DE EMPLEO || INFOGRAFÍA/ LA NACIÓN.
Bajó porcentaje, pero se agravó situación
En Costa Rica, hasta el primer trimestre de este año, el sector informal representaba el 47% del total de la población ocupada (aquellos que tienen un empleo), eran casi un millón de trabajadores.
Según el documento Estudios Económicos de la OCDE: Costa Rica 2020, la informalidad en Costa Rica es alta y la organización preveía que aumentaría más después del impacto de la covid-19.
“Afecta particularmente a mujeres y trabajadores poco calificados. Los migrantes, las personas con discapacidad y la población indígena también enfrentan dificultades particulares para acceder al mercado laboral. Los trabajadores informales se verán afectados particularmente por la pandemia”, indicó la organización en su informe.
No obstante, en el segundo trimestre del año la informalidad bajó a un 39,8%; lo cual parece contradictorio, pero eso no se debió a que trabajadores pasaron de la informalidad a la formalidad, sino a que la reducción en los empleos informales fue mucho mayor que en los segundos.
En el primer trimestre del 2020, había un aproximado pues se mide con encuesta, de 1.040.025 trabajadores informales, de cerca de 2.208.175 ocupados (47%) y en el segundo trimestre los empleos informales bajaron a unos 693.773 de un total aproximado de 1.745.257 ocupados (39,8%).
María Luz Sanarrusia, encargada de la Encuesta Continua de Empleo, explicó que, además, entre los informales ocupados que permanecen, el 61% informó estar afectado por la pandemia.
“En cuanto al empleo informal que presentaron afectación en su trabajó fue el 61,2 % del total de personas ocupadas afectadas por las medidas impuestas ante la propagación de la covid-19”, indicó el Instituto en el documento Resultados Generales.
Para Sauma, entre los retos prioritarios del país está mantener la estructura productiva.
“Si bien al segundo trimestre del 2020 había aumentado el desempleo, un hecho positivo es que aún había 1.745.257 ocupados, pero ojo: 1.051.484 de ellos son formales (cerca de 320.000 son empleados públicos) y 693.773 informales. Un deterioro mayor en esa situación nos afecta mucho”, indicó el economista.
Entre menos ocupados tengamos, añadió, menos producimos, menos ingresos, menos consumo, menos exportaciones, menos recaudación de impuestos y más pobreza.