La recuperación que venía mostrando el empleo a partir del trimestre, que concluyó en julio del 2021 se frenó en el que cerró en octubre del 2021, según la información que surge de la Encuesta Continua de Empleo que publicó este 2 de diciembre el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
En el trimestre que terminó en julio, el número de ocupados subió en cerca de 31.000 respecto al que acabó en junio; en agosto el aumento fue de 47.000 y en setiembre de cerca 46.000, pero en octubre se registró una caída de 10.000 puestos.
Todos estos datos provienen de la encuesta, por lo que no son registros exactos, sino que tienen un margen de error.
Estas mediciones se hacen con trimestres móviles, de manera que en cada uno se añade el nuevo mes y se elimina el más antiguo de ese periodo.
Por ejemplo, un trimestre es julio, agosto y setiembre y el siguiente es agosto, setiembre y octubre.
Pese a ello, el desempleo bajó, pero según el economista Ronulfo Jiménez, no fue porque se crearan más puestos de trabajo, sino porque más personas se retiraron de la fuerza de trabajo.
Los desempleados son las personas que están sin laborar, pero que además se esfuerzan por encontrar uno. Si dejan de hacer esos esfuerzos, salen de la fuerza laboral, la cual incluye a los ocupados y los desocupados.
En el trimestre agosto, setiembre y octubre, el desempleo fue de 15%, con lo que se mantiene la tendencia a la baja que se presenta desde el trimestre que terminó en julio del 2020, cuando llegó a un 24,4%.
En números absolutos, son casi 368.000 personas las que buscan un empleo.
Por su parte, quienes están fuera de la fuerza de trabajo aumentaron en cerca de 23.000 en el trimestre, que concluyó en octubre respecto al finalizado en setiembre.
“Cuando uno observa la cantidad de personas ocupadas, ve que octubre no aumentó, más bien disminuyó en 10.000, probablemente si uno ve la parte de significancia estadística, eso lo que diría es que se estancó y si bien no aumentó el número de desempleados, si creció el número de personas que están fuera de la fuerza de trabajo”, detalló Jiménez.
“Lo que uno puede decir frente a esto, es que los resultados fueron decepcionantes, son malos en generación de empleo, se interrumpe una tendencia que habíamos tenido en los últimos meses de generación de empleo”, añadió el experto.
El economista consideró que también es un mal resultado si se toma en cuenta que nos estamos acercando al fin de año cuando hay un incremento estacional en el empleo.
María Luz Sanarrusia, encargada de la encuesta, aseveró que ella interpreta que el empleo crece ahora más lentamente y pueden influir también factores estacionales.
“Se está desacelerando el empleo, como llegando a un tope la ocupación”, acotó.
Los datos de ocupados por actividad muestran que, en el trimestre que terminó en octubre, hubo una reducción cercana a los 13.000 puestos en empleo doméstico respecto al trimestre que cerró en setiembre. Y en enseñanza alrededor de 10.000. También se contabilizaron caídas en construcción y administración pública.
Hubo un incremento importante de cerca de 10.000 puestos en comercio, congruente con la cercanía de fin de año, de unos 5.000 en actividades profesionales y administrativas de apoyo y de unos 4.600 en la industria manufacturera en el mismo periodo.
En hoteles y restaurantes, la actividad más golpeada por la pandemia, registró una mejora importante en el trimestre que terminó en setiembre (de casi 14.000 puestos), pero se mantuvo estable en el trimestre que terminó en octubre.
El número de ocupados todavía se mantiene por debajo del nivel prepandemia, que rondaban los 2,2 millones pese a que la producción ya superó dicho nivel. Esto es un fenómeno que se ha visto en otros países de latinoamérica, según indicó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en su informe de perpsectivas económicas publicado esta semana.
Sanarrusia considera que en los próximos dos trimestres que incluirán noviembre y diciembre el empleo podría aumentar, aunque depende también de las medidas de restricción.
La encargada de la encuesta consideró además que hay mejoras en la calidad de empleo, lo cual se ve en indicadores como subempleo, las horas trabajadas y la presión general.