El sector de sodas, bares y restaurantes estima que unos 5.000 locales de un total de 19.000 que había en Costa Rica, no lograron reabrir en el 2020, luego de las medidas sanitarias adoptados para enfrentar la covid-19.
A raíz de esta situación se perdieron unos 8.000 empleos el año pasado, con corte a noviembre, una cantidad de plazas que difícilmente se podrá recurperar, según aseguran los empresarios agrupados en la Cámara Costarricense de Restaurantes y Afines (Cacore).
Jorge Figueroa, presidente de Cacore, explicó que las estimaciones se hacen a noviembre porque diciembre fue un mes en el que se presentó algún repunte del sector de comidas y en este enero se produjo una baja con respecto al segundo semestre del 2020.
En el primer mes de la pandemia, en marzo del 2020, un sondeo arrojó que casi 8.000 (7.980) negocios de este tipo habían cerrado, consecuencia del impacto del nuevo coronavirus. Según Figueroa, a noviembre se estimó que 5.000 de ellos no lograron reabrir, pese a la flexibilización de medidas.
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José Francisco Quesada, presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Afines (Asobarest), explicó que el mes de diciembre les trajo un respiro, por el aumento en la demanda.
Con eso, agregó, se logró recuperar alrededor del 26% de las plazas que estaban en suspensión. Pero sostuvo que con las medidas de enero (aforo al 25% para bares y restricción vehicular hasta la 10 p. m. los fines de semana), es de esperar que se volviera a la situación de antes de diciembre, aunque dijo que no tienen datos certeros.
El Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), a noviembre del año pasado, reveló que el rubro de actividades de alojamiento y servicios de comida cayó un -52,3% interanual (respecto al mismo mes del 2019), con lo cual se convirtió en el más afectado por la pandemia.
Este indicador es medido por el Banco Central de Costa Rica, pero incluye datos del turismo.
Gestiones
Según Figueroa, Cacore realiza un sondeo para tener los datos y presentarlos ante las autoridades gubernamentales, como respaldo para gestionar más flexibilización de medidas.
Una de ellas es una eventual ampliación de las horas para circular en vehículo. Los dirigentes gestionarán que se extienda más allá de las 10 p. m., hora fijada para toda la semana a partir del 1.º de febrero.
Figueroa y Quesada dijeron, por separado, que debería ser hasta la medianoche.
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Para Figueroa, la decisión de que no se pueda circular después de las 10 p. m. afecta a un sector de restaurantes que, por sus características, tienen la cena como el tiempo fuerte de ventas.
También explicó que gestionará mayor apertura en cuanto al aforo permitido. Por ejemplo, proponen que las zonas de terrazas y al aire libre no se condicionen a un 50% de ocupación.
En el caso de lo bares, hubo un impacto muy fuerte para enero, cuando se bajó el aforo al 25%, señaló Quesada.
Explicó que Asobarest tiene un documento cuya redacción terminó el lunes 25 de enero, donde piden permitir la circulación hasta la medianoche y aumentar el aforo al 75%.
El sector, explicó Quesada, envió el documento a la ministra de la Presidencia, Geannina Dinarte, y a autoridades del Ministerio de Salud, en la tarde del martes pasado.
En vista de que las nuevas medidas para febrero se anunciaron el mediodía de ese mismo martes, ahora se gestionan los cambios para marzo próximo, detalló Quesada.