Cada día son más los trabajadores que ponen en pausa sus intenciones de cambiar de empleo, al punto de que este año, solo un 8,5% se animaría a hacerlo. Antes de la pandemia, el porcentaje llegaba hasta el 11% e incluso a principios de 2021 subió a 12%, revela la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
La explicación es sencilla. La pandemia y, posteriormente, la incertidumbre económica provocada por la guerra entre Rusia y Ucrania, la cual disparó precios de materias primas, más el aumento en tasas de interés para controlar la inflación, serían los factores que desestimulan a cambiar de empleo en Costa Rica. Eso ocurre en momentos en que el mercado laboral aún sigue recuperándose del impacto de la covid-19.
Braulio Villegas González, encargado de la ECE en el INEC, manifestó que si bien la pandemia ya no se ve como antes, la incertidumbre a nivel internacional, la alta inflación y los riesgos de una posible recesión, influyen en las expectativas de las personas, lo que se refleja también en la búsqueda de trabajo.
“Al existir estas condiciones de incertidumbre en la economía, hay situaciones que han hecho que no se espere o visualice una estabilidad en el mercado laboral, lo que afecta las expectativas de las personas y al mismo tiempo su participación activa en una búsqueda de trabajo”, agregó Villegas.
En el mercado de trabajo, los datos muestran que, en el último trimestre del 2021, en términos absolutos, la cantidad de personas que planeaban buscar un nuevo empleo fue de 209.000 (9,9%), y para el primer trimestre del 2022 se redujo a 179.700 (8,6%), es decir, una diferencia de 29.300 personas en el periodo.
Este año esa ha sido la tendencia. En el segundo trimestre pasó a 8,9% y en el tercer trimestre a 8,4%, sin variación significativa, pero por debajo del 10%. Más adelante desarrollaremos la evolución de los números desde 2019.
‘Muchos priorizan la estabilidad’
Karina López Selva, gerente país de ManpowerGroup Costa Rica, manifestó que es normal que los colaboradores cumplan ciclos en las organizaciones y después de cierto tiempo abandonen las empresas. Sin embargo, debido al contexto de la economía, la incertidumbre puede convertirse en un factor que frene las intenciones de un cambio de trabajo.
“Pensar que afuera hay muchas personas compitiendo, provoca que muchos prioricen la estabilidad laboral de la que actualmente gozan”, comentó. Este año, el desempleo ha tendido a estancarse cerca del 12%, y pese a que la cifra de personas ocupadas ha crecido, aún no se alcanzan los niveles de la prepandemia.
Adrián Díaz Meza, fundador de Mensis, plataforma web que une a profesionales que buscan empleo con reclutadores activos, también coincidió en que la incertidumbre es uno de los factores que más incide en cualquier mercado, y el laboral no es la excepción.
Pese a este escenario, Karina López afirmó que para el último trimestre del año el mercado laboral se ha reactivado de forma significativa. Las empresas mostraron una mayor intención de contratación para este periodo pese a que han enfrentado dificultades para encontrar talento, manifestó.
Tanto Díaz como López coincidieron en que, pese a las circunstancias, este año han notado una tendencia generacional en las personas deciden buscar un nuevo empleo. Se trata, sobre todo, de los más jóvenes, quienes están dispuestos a asumir más riesgos en momentos de incertidumbre.
Según estadísticas de Mensis, el 85% de profesionales que ha tenido la intención de cambiar de empleo son de las generaciones Millennials y Z, que agrupa a los nacidos después de 1981, a diferencia de otros grupos que mantienen la tendencia a permanecer en la misma empresa.
López advirtió que la situación implica un reto para las empresas pues deben adaptar sus necesidades a las de ese tipo de trabajadores con el fin de retenerlos.
“Las organizaciones deben conocer bien las planillas. Un aspecto clave es ubicar a cada uno de los colaboradores en su generación, determinar cuáles elementos valoran más y, de acuerdo con esto, definir estrategias de retención más atinadas y personalizadas”, comentó.
La gerente país de ManPower agregó que es vital contar con planes de retención que aporten al desarrollo personal, financiero y profesional de los colaboradores. Díaz resaltó la importancia de contar con flexibilidad de horarios y con planes de carrera que permitan conocer cuál será el crecimiento en el corto, mediano y largo plazo.
La evolución de los datos
Ahora sí. Los datos. En el último trimestre del 2019, pocos meses antes de que entrara la covid-19, 222.000 personas ocupadas, es decir, 10,2% de la fuerza laboral, se plantearon pasarse a otro sitio en los meses siguientes.
El porcentaje creció hasta un punto máximo en el primer trimestre del 2020, cuando alcanzó 11,37% (251.037 trabajadores) de quienes estaban ocupados para ese entonces. La pandemia llegó al país el 6 de marzo, por lo que aún no se reflejaba en ese dato el verdadero impacto en las intenciones de buscar un nuevo trabajo.
El cambio más evidente sucedió en el segundo trimestre del 2020 -abril, mayo, junio-, pues en ese trimestre se sintió el golpe de la pandemia en el mercado laboral. La crisis generada por la covid-19 elevó la tasa de desempleo a un histórico 24% y hubo una disminución estadísticamente significativa en las intenciones de cambiar de trabajo.
Solamente 5,88% (102.677) de la población ocupada en ese trimestre contempló un movimiento de empleo en pandemia. De ellos, 72% hombres y 28% mujeres.
En el 2020, el mercado laboral y la economía nacional sufrieron un duro golpe. Además de la tasa histórica de desempleo, muchos trabajadores tuvieron reducciones en sus jornadas o fueron despedidos, mientras que algunos negocios cerraron sus puertas o debieron reducir sus aforos, lo que provocó una desaceleración de la economía producto de la pandemia.
Braulio Villegas, del INEC, explicó que, a nivel histórico, las variaciones en el indicador sobre intención de cambiar trabajo son estadísticamente representativas cuando la diferencia entre periodos es superior a un intervalo entre 22.000 a 25.000 personas, ya que al ser una encuesta hay un margen de error asociado a cada estadística.
LEA MÁS: ¿Cuándo se paga el aguinaldo en Costa Rica?
LEA MÁS: Desempleo se estanca en el mismo piso donde quedó antes de la pandemia