Pasar de manera abrupta a teletrabajar, a raíz de la pandemia de la covid-19, implicó una serie de gastos para 209.000 asalariados que al tercer trimestre del año pasado aún continuaban en esta nueva modalidad laboral.
Por ejemplo, tres de cada 10 teletrabajadores aseguran que se vieron obligados a costear de su bolsillo la ampliación de la velocidad de Internet en su vivienda para poder cumplir con las tareas de su empleo.
Además, el 25,1% tuvo que comprar muebles de oficina, es decir, 52.000 personas, y el 21,8% (45.000 trabajadores) adquirió equipo tecnológico para poder efectuar sus labores diarios, así se detalla en el estudio El teletrabajo y uso de plataformas digitales en Costa Rica: una nueva modalidad laboral, efectuado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Esta investigación es la primera realizada por el Instituto que profundiza en las características de esta modalidad laboral y se efectuó con base en la información recopilada en la Encuesta Continua de Empleo (ECE).
María Luz Sanarrusia, coordinadora de la ECE, explicó que antes de la emergencia sanitaria, el teletrabajo había pasado casi desapercibido en el mercado laboral costarricense. La investigadora dijo que, en el proceso de recopilación de la información, no se consultó a los entrevistados el costo promedio incurrido, dada la diversidad de gastos efectuados.
“La principal dificultad que tuvieron los teletrabajadores fue la falla frecuentes de Internet o electricidad, así como los problemas de salud como los dolores de cabeza y de espalda”, comentó la investigadora.
Precisamente, estas fueron parte de las razones por las cuales algunos asalariados en teletrabajo incurrieron en gastos personales para efectuar las labores desde el hogar.
“Las empresas, en su momento, lo que proporcionaron mayormente fue el equipo de cómputo”, detalló Sanarrusia. Precisamente, el 57,7% de las personas en la modalidad de trabajo a distancia, es decir, 120.593 asalariados, recibieron de su patrono la computadora, mientras que el 42,3%, o sea, 88.407 personas, tuvieron que hacerlo con sus propios medios, según el estudio.
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Las empresas que dotaron a sus trabajadores de equipo de cómputo fueron principalmente del sector financiero y seguros; servicios administrativos; e información y comunicación.
El estudio mostró que la mayoría de empleadores sí brindó, en los últimos 12 meses, capacitación, cursos o herramientas tecnológicas para mejorar las destrezas de sus colaboradores. Las mujeres fueron las que más recibieron capacitación pues representaron el 58,4%. En el caso de los hombres fue el 54,6%.
Uso de plataformas
La investigación del INEC también efectuó una indagación de los asalariados que no están en la modalidad de teletrabajo, pero utilizan aplicaciones digitales para realizar sus labores.
Al tercer trimestre del año pasado, el 5,1% del total de asalariados, es decir, 78.000 personas, usó alguna plataforma de servicios o ventas como medio para conseguir clientes y realizar su trabajo remunerado. De esa cantidad de trabajadores, el 55,3% son hombre y, el 44,7%, son mujeres.
“En este grupo de personas hay agentes vendedores o ventas por catálogos. Por ejemplo, son profesionales en el área de comercio, transporte o actividades financieras”, dijo Sanarrusia.
La investigación detalla que, en su mayoría, se trata de profesionales de un nivel educativo medio quienes más utilizan estas aplicaciones tecnológicas.