Trabajar en Intel Costa Rica puede ser la aspiración de muchas personas amantes de la tecnología. Desde el territorio nacional, los involucrados en las áreas de manufactura y prueba son testigos de la producción de millones de microprocesadores destinados al mercado mundial.
La Nación conversó con Max Ramírez y Javier Pérez, directores de la fábrica de Ensamblaje y Prueba de Intel en Costa Rica; e Iván Flores, director de Manufactura e Ingeniería de Producto y gerente del Laboratorio de Pruebas de Ingeniería, para conocer las carreras y habilidades adecuadas para trabajar en estas áreas de la empresa.
Pérez explicó que en la planta de Ensamblaje y Prueba de Intel en Costa Rica hay tres tipos de puestos: operarios, técnicos de mantenimiento e ingenieros. No todas estas posiciones requieren un título universitario.
Por ejemplo, el puesto de operario solo requiere un diploma de secundaria, mientras que para los técnicos puede ser útil un título de colegios vocacionales o ser estudiantes de ingeniería. Destacó que la empresa fomenta el crecimiento profesional, lo que permite a las personas en estos roles adquirir habilidades con el tiempo y aspirar a cargos más altos.
En cuanto a las posiciones de ingeniería, las áreas de enfoque más convenientes son las de electrónica, eléctrica, electromecánica, industrial, así como ingeniería química o de materiales, ya que son las áreas en las que la empresa suele buscar más profesionales.
Ramírez resaltó la importancia de las habilidades blandas para los puestos en la planta, como la capacidad para resolver problemas de manera eficiente y tener habilidades de comunicación técnica y bilingüe.
“Nosotros tenemos una fábrica en donde un problema nunca se resuelve en forma aislada, por un grupo en específico, siempre, en la mayor parte de los casos, hay interacción verbal, escrita, y bilingue, porque cuando tenemos un problema que no se resuelve localmente, acudimos a fábricas hermanas”, añadió.
Ramírez también enfatizó la importancia de tener buenas relaciones interpersonales y habilidades de trabajo en equipo para gestionar conflictos de manera eficaz durante el proceso de resolución de problemas.
Por otro lado, Flores, responsable del Laboratorio de Pruebas, que se encarga, entre otras cosas, de probar los productos de Intel antes de que salgan a la etapa de producción masiva, señaló que es esencial tener un perfil técnico o profesional en áreas como electrónica, eléctrica, mecánica, computación, sistemas e ingeniería industrial, para trabajar en esta área.
Actualmente, el 48% del personal en este departamento tiene más de 15 años de experiencia. Entre las cualidades que señaló se encuentran el trabajo en equipo, debido a que en los procesos que desarrollan se comunican constantemente a nivel interno y externo; y la capacidad para resolver problemas de manera estructurada, por medio del método científico.
Esta empresa multinacional cuenta con más de 3.300 empleados en diferentes segmentos en los que tiene presencia en Costa Rica. En la planta de ensamblaje y prueba de Intel Costa Rica trabajan más de 700 personas, mientras que en el Laboratorio de Pruebas de Ingeniería laboran 130 individuos.
Curva de aprendizaje
Con el regreso de su área de manufactura a Costa Rica, la cual había salido del país en el 2014 después de 17 años de operación, Intel aceleró sus inversiones en el país para mantener su competitividad en el desarrollo de tecnologías de vanguardia, mediante la actualización constante de sus procesos.
Además, la complejidad de los diferentes procesos de manufactura que se llevan a cabo en esta fábrica de ensamblaje y prueba requiere un conocimiento técnico en el manejo de equipos y maquinaria específicos.
Por lo tanto, existe una curva de aprendizaje que dura varios meses para las personas que ingresan a estas áreas de la empresa. Durante este período, reciben capacitación constante para dominar los procesos.
“Nosotros tenemos un programa de integración muy robusto. En las primeras semanas les enseñamos la cultura que queremos tener en Intel. Cada persona tiene un plan individual de desarrollo, donde ya vienen las pautas de todo lo que tiene que aprender técnicamente”, comentó Pérez.
Los operarios y técnicos de la firma deben certificarse para operar o reparar las máquinas. Los procesos de integración, que combinan teoría y práctica, pueden tardar un año o más para garantizar que los empleados comprendan completamente sus tareas.
Ramírez agregó que uno de los principales desafíos para los colaboradores que trabajan en Intel es el desarrollo técnico, ya que es difícil para alguien de fuera de la empresa dominar los procesos y equipos utilizados en sus operaciones locales.
Por su parte, el gerente del Laboratorio de Pruebas indicó que brindan orientación a los nuevos empleados, resaltando los valores y la cultura de la compañía. En este ámbito, el plan de desarrollo incluye cursos, capacitaciones y recorridos, con una duración estimada de seis a nueve meses.
Finalmente, los tres ingenieros resaltaron las ventajas de tener el laboratorio y la planta de ensamblaje y pruebas en un mismo sitio, ya que esto facilita la transferencia de conocimientos entre ambos departamentos.