La empresa Energías Biodegradables de Costa Rica suministrará a finales de mes 500.000 litros de biodiésel, para 133 autobuses que cubren rutas en Zapote, Sabanilla, Curridabat y Tres Ríos.
La compañía Consorcio Operativo del Este utilizará en los tanques de sus autobuses un 30% de biodiésel y el resto en diésel.
En tres meses, los vehículos circularían solo con el combustible de origen vegetal, explicó uno de los propietarios de la planta de biodiésel, Orlando Ramírez.
Otras once empresas de autobuses, dos de transporte de carga, un fabricante de asfalto y varios hoteles manifestaron su interés por negociar un eventual suministro para sus flotillas y actividades.
La planta de 800 metros cuadrados localizada en el Alto de Ochomogo, Cartago, puede producir un máximo de 3 millones de litros de biodiésel al mes.
El combustible fabricado allí cumple las normas de calidad internacional en Europa y Estados Unidos, afirmó el gerente de la planta, Eladio Madriz.
La presidenta de la Cámara Nacional de Transportes, Maritza Hernández, dijo que otras dos plantas de biodiésel –en Limón y al sur del país– podrían funcionar en un plazo de tres a seis meses.
Buena perspectiva. La operación de Energías Biodegradables tiene “un futuro muy prometedor”, señaló Alex Álvarez, de la empresa Autotransporte Moravia.
Autotransporte Moravia invierte al mes más de ¢9 millones en los 110.000 litros de diésel empleados por sus 50 buses, según Álvarez.
Si la flotilla utilizará un 20% de biodiésel al mes, podrían tener ahorros significativos en futuros aumentos del precio del carburante.
“Si el diésel sube ¢20, podríamos ahorrarnos ¢440.000 por ese 20%; unos 22.000 litros de biodiésel cuyo precio no está sujeto a las alzas tradicionales”, explicó Álvarez.
Otra ventaja del biodiésel, añadió el empresario, es que contiene mucho menos azufre respecto al combustible tradicional, lo cual disminuye el desgaste del motor.
Hernández dijo que esos proyectos también revisten de interés para el sector por su efecto en las emisiones contaminantes.
El humo negro de los autobuses afectan la salud pública y ensucian edificios lo cual deriva en quejas de comerciantes y autoridades de salud.
El biodiésel podría ayudar a minimizar estos problemas, manifestó Hernández.