Santiago de Chile, 9 may (EFE).- Juan Claro, presidente de la Confederación Nacional de la Producción y Comercio, la principal patronal chilena, considera que la "integración económica entre Chile y Argentina hoy está en jaque por la situación del gas".
"A corto plazo, nos interesa que el Gobierno chileno reinstale un ambiente político que permita resolver el problema", indicó en una entrevista que publica hoy el diario chileno "El Mercurio".
Claro advirtió que la solución al conflicto que mantiene su país con Argentina, debido a las restricciones aplicadas al envío de gas a Chile desde el mes pasado, pasa por un tema político.
Argentina endureció el martes pasado el racionamiento de gas natural a Chile, que ahora llega a cerca del 25 por ciento de las necesidades diarias del país, y por primera vez desde que está vigente resultó afectado el suministro eléctrico de Santiago.
Sin embargo, tras el anuncio del presidente chileno, Ricardo Lagos, de que a partir del 2007 su país diversificará sus fuentes energéticas al comprar gas licuado a países como Indonesia para no depender de Argentina, el viernes pasado el Gobierno argentino aseguró a Chile que incrementará sus exportaciones de gas.
El presidente de la patronal afirmó que en una par de reuniones no se puede tener una "solución mágica" al problema, porque el origen de todo está en la política de precios de Argentina, al subsidiar un recurso haciendo explotar la demanda interna.
"No habrá cortes", agregó Claro, al descartar un racionamiento eléctrico en Chile, "pero sí" un daño la inversión chilena en Argentina.
"En resumen, la solución a corto plazo pasa porque los gobiernos de Chile y Argentina le den un paraguas político a la solución técnica", reiteró el también titular de la empresarial Sociedad de Fomento Fabril.
Eso se debe hacer "reinstalando el compromiso de integración económica y restableciendo el compromiso de que así como nosotros no descriminamos respecto a los productos argentinos, ellos no discriminen en contra de los consumidores chilenos", precisó.
El Gobierno chileno considera que las restricciones impuestas por Argentina suponen un incumplimiento del protocolo de suministro de gas, pero su par argentino lo niega y señala que la ley del país obliga a atender la demanda interna antes que las exportaciones si hay un déficit energético.
A juicio de Claro, el asunto del gas "ha erosionado fuertemente las confianzas" con el empresariado chileno y también tendrá un alto costo internacional.
El empresario sostiene que de no solucionarse el conflicto Chile se verá obligado, porque "puede y debe", a hacer valer sus derechos en las instancias contenidas en el protocolo de integración de gas.
"Uno puede imaginar -indicó- distintos mecanismos para tomar represalias, toda vez que se están exportando a Chile desde Argentina productos con un gas subsidiado, entre otras cosas por el propio consumidor chileno".
No obstante, advierte que lo que está en juego es la integración de los dos países y que, por este motivo, es fundamental buscar una solución política que satisfaga a las naciones.
"La verdad -agregó- es que estamos esperanzados en que el Gobierno resuelva el problema".
Consultado acerca de qué medidas adoptará el empresariado chileno si ello no sucede, dijo que no se descarta acusar de competencia desleal a los productos argentinos en cuya fabricación se usa gas natural y que son exportados a Chile.
"Es políticamente difícil pensar que no vamos a discriminar contra los productos argentinos si Argentina discrimina en contra de los consumidores chilenos en el sistema integrado de gas", precisó.
Pero matizó: "La economía interna argentina está pasando por un momento bastante crítico y esperamos que el presidente (Néstor) Kirchner mantenga esa política de Estado de integración con Chile. (...) Esperamos que el Gobierno chileno use los instrumentos para que ello ocurra".
Chile importa desde ese país el 90 por ciento de su consumo de gas natural y el 37 de su energía eléctrica es generada a partir de ese producto.
Con el nuevo recorte, el volumen de gas que Chile dejó de recibir de Argentina se situó en unos cinco millones de metros cúbicos diarios, informó el jueves pasado la Comisión Nacional de Energía de Chile. EFE
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