Los animales con fines productivos y las mascotas pueden verse afectados por los efectos de una intensa actividad volcánica como la que muestra el volcán Poás durante esta semana.
El pasado 21 de abril, una explosión de gran magnitud generó una columna eruptiva que alcanzó los cuatro kilómetros de altura. Este miércoles ocurrieron dos eventos similares, aunque de menor escala, según reportó el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) estableció el nivel de alerta roja en el Parque Nacional Volcán Poás, el cual permanece cerrado por prevención desde el 26 de marzo.
En las inmediaciones del volcán, que alcanza los 2.697 metros de altura, se ubican varias comunidades de la provincia de Alajuela dedicadas a actividades productivas como la ganadería y la avicultura. Además de poblaciones que tienen mascotas domésticas.
Los cantones bajo prioridad de vigilancia son Zarcero, Sarchí, Grecia y Poás, confirmó el jerarca del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Víctor Carvajal.
Hasta la fecha, el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) no ha recibido reportes oficiales de muertes en animales derivadas de la actividad volcánica. Un caso reportado de dos decesos de bovinos en la zona, no tiene relación con el fenómeno natural, indicó la entidad.
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Las principales afectaciones en los animales incluyen irritación ocular, que puede dañar la córnea y provocar conjuntivitis. Como tratamiento, Luis Molina, jerarca de la dirección regional central occidental del Senasa, recomendó el uso de colirios. Además de afectación en la piel, conocida como dermatitis o salpullido.
Silvia Coto, presidenta del Colegio de Médicos Veterinarios, explicó que la exposición a ceniza volcánica representa un riesgo significativo para la salud de los animales, tanto domésticos como de producción. “Esta sustancia fina y abrasiva puede ser inhalada o ingerida fácilmente, causando una variedad de afecciones”.
Otras afectaciones son la irritación de las vías respiratorias, provocando tos, estornudos, dificultad para respirar e incluso ataques de asma. Coto añadió que al ingerir ceniza junto con agua o alimento contaminado, los animales pueden sufrir enteritis, lesiones en la boca y problemas digestivos graves.
Recomendaciones
Entre las principales recomendaciones emitidas por especialistas se encuentran:
- Resguardar el ganado y trasladarlo a otras zonas.
- Proteger los alimentos y las fuentes de agua. Si percibe mal olor, reemplazarlos inmediatamente.
- Alimentar el ganado con forraje.
- Mantener las mascotas dentro de las casas.
- Estar atentos a signos de intoxicación o estrés (jadeo, vómitos, temblores) y en caso que se presenten, acudir al veterinario de inmediato.
- Lavar los ojos, la nariz, la boca y la piel tanto del ganado como de las mascotas.
- Proteger a los animales y a las familias de la exposición a las cenizas.
- Preparar de antemano un kit de emergencia para su mascota con comida, agua, medicinas, historial médico, su correa, e incluso sus mantitas o juguetes.
- En caso de evacuación no dejar a las mascotas amarradas. Deberán viajar con usted y su familia.
- Ponga un distintivo identificador a sus mascotas para facilitar su recuperación si se pierden o son evacuados.
- Ante cualquier síntoma de afectación en los animales de producción, acudir a un médico veterinario o reportarlo a la oficina más cercana del Senasa o del MAG.
- No interrumpir el ordeño.
Monitoreo de la zona
Por otro lado, Molina afirmó a La Nación que mantienen el monitoreo en la zona, especialmente en un radio de dos kilómetros al suroeste del volcán, en la parte alta de los cantones de Grecia y Sarchí, hacia dónde se dirigen los químicos y las cenizas.
El Senasa estima que en la zona hay aproximadamente 350.000 aves destinadas a la producción avícola, que no han presentado afectaciones, y unos 500 bovinos. Molina instó a los productores a reportar cualquier daño en el ganado o en las mascotas al número telefónico 2587-1884.
Hasta este jueves, se ha comprobado una afectación leve en la producción de hortalizas y en los pastos destinados a la ganadería, indicó el jerarca del MAG.
Luis Matamoros, director general del Senasa, señaló que los productores reportan daños en los pastos y la necesidad de trasladar el ganado hacia otras zonas. Confirmó que no existe evidencia de muertes en el ganado vinculadas a la actividad volcánica.