Más de 200 empresas costarricenses apuran el paso con un solo propósito: actualizar su certificación ISO-9000 antes del 15 de diciembre, plazo establecido mundialmente para alcanzar este fin.
Si una compañía no cumple con la fecha prevista deberá ejecutar acciones correctivas para “ponerse al día” en el corto plazo.
Así lo comprobó La Nación en un sondeo entre 13 empresas dedicadas a actividades tan diversas como alimentos, servicios de mudanzas e industriales. Sus encargados de gestión de calidad confían en lograr a tiempo la nueva certificación, disponible desde el año 2000. Vea recuadro con empresas
Importancia
¿Por qué es tan importante el ISO? De acuerdo con Carlos Rodríguez, director de Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica (Inteco), el ISO es una norma internacional empleada desde 1987 con el objetivo de elevar el nivel de control de calidad de los procesos productivos, productos y servicios de una empresa en beneficio de los clientes.
Actualmente, este instrumento se aplica en más de 150 países en el mundo.
La importancia de estar certificado con esta norma tiene un elemento adicional: es un “sello” de credibilidad y respaldo para las empresas que exportan, según reconoció Jorge Brenes, gerente de ventas y mercadeo de Sardimar, y que obtendrá en octubre la nueva versión, ISO-9001.
Las diferentes empresas reconocen que esta versión es mucho más “amigable” ya que simplifica los procesos para mejorar el control de la calidad, lo cual redunda en un ahorro de tiempo y dinero, comentó Iván Herrera, gerente de calidad y ambiente de C. V. G Alunasa.
Antes, la norma ISO 9000 (año 1994) estaba dividida en tres (9001, 9002 y 9003), las cuales se enfocaban más en los procesos y no en los resultados. La nueva versión (9001, año 2000) busca conciliar ambos aspectos, pero también integra las inquietudes de los trabajadores y los clientes.
“Sin duda, esta situación hace que las empresas generen relaciones mutuamente provechosas. Con el ISO mejoramos continuamente tanto en la calidad como en la productividad”, indicó Denis Astúa, encargado del departamento de calidad integral de la Vidriera Centroamericana (Vicesa).
Los consultados reconocieron que, dada la importancia de ajustarse a los nuevos parámetros, el proceso de transición puede tardar meses.
“La transición requiere de un gran compromiso y un cambio en la cultura de la empresa”, señaló Carlos Salgado, gestor de ISO en Corrugadora de Costa Rica.