El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Costa Rica y China llegó acompañada, hace 15 años, de la polémica provocada por un préstamo mediante la venta de los denominados bonos chinos, por $300 millones.
El cuestionamiento se dio porque las condiciones del financiamiento fueron pactadas en secreto por la administración de Óscar Arias. El Gobierno reveló la información solo cuando la Sala Constitucional le obligó a hacerlo, después de que La Nación presentara un recurso de amparo.
Esta fue la única manera en que se supo que el dinero lo otorgó Pekín mediante la agencia Administración Estatal de Reservas en el Extranjero (SAFE), a una tasa de interés anual del 2%, a un plazo de 12 años y se otorgó en dólares.
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Los desembolsos se hicieron en dos pago. El Ministerio de Hacienda recibió un primer giro por $150 millones en enero del 2008. Mientras que el segundo, por los restantes $150 millones, llegaron a las arcas públicas en febrero del 2009.
En junio del 2007, el Gobierno anunció que volvía a tener relaciones diplomáticas con el gigante asiático. La formalización se concretó el 1. ° de junio de ese año, pero se anunció hasta el día 7, después de que el entonces canciller Bruno Stagno y el ministro de Hacienda, Guillermo Zúñiga, volvieran de su viaje a Pekin.
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Luego de 15 años desde que se giraron estos recursos, ¿qué pasó con la deuda de los bonos chinos? La Tesorería Nacional confirmó que el pago de la deuda colocada se pagó en su totalidad al día del vencimiento de cada una de las dos emisiones adquiridas por el gobierno chino.
El 23 de enero del 2020, Hacienda canceló los primeros $150 millones prestados mediante la agencia SAFE. Mientras que, el 15 de febrero del año pasado, se efectuó el pago de los restantes $150 millones, confirmó la institución. La Tesorería detalló que, durante los 12 años del plazo del financiamiento, en cada una de las dos colocaciones, los intereses se le pagaron al inversionista de manera semestral.
En el 2015, durante la Administración de Luis Guillermo Solís, se volvió a tocar la puerta del Gobierno de China en este caso para obtener un financiamiento por $1.000 millones para contar con los recursos para pagar gastos como salarios, pensiones e intereses de deuda. Sin embargo, esta opción no llegó a concretarse.