A un año de que empiecen a regir las nuevas reglas de jubilación del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), un grupo de al menos 94.171 trabajadores serán los últimos en pensionarse con las actuales condiciones más favorables en el cálculo del monto mensual del beneficio y la edad.
La Gerencia de Pensiones de la Caja Costarricense de Seguros Social (CCSS) confirmó que actualmente hay 75.000 personas quienes ya cumplen con los requisitos de jubilación y pueden solicitar su pensión cuando lo deseen. Otros 19.171 cotizantes se prevé alcancen la edad necesaria de retiro anticipado, durante los próximos 12 meses, según las estimaciones de la institución.
Ubaldo Carrillo, director de Pensiones de la CCSS, enfatizó que todo cotizante que cumpla con las condiciones de adelanto de jubilación previo a la entrada de vigencia de las nuevas reglas, el próximo 11 de enero del 2024, conservarán las condiciones actuales de cálculo de la cuantía.
“Quienes cumplan los requisitos de jubilación por edad y cotización, antes del 11 de enero del 2024, se podrán jubilar con las reglas actualmente vigentes, aunque no materialicen el retiro (...) La gente debe tener tranquilidad, no es que obligatoriamente deben jubilarse el 11 de enero. Pueden postergar y se les mantendrán las reglas con las que cumplió el derecho”, subrayó el funcionario.
Carrillo reconoció que, desde el 2021, empezó un proceso de aumento en la cantidad de jubilados por vejez, como consecuencia de las modificaciones hechas al régimen. Para el 2023, el tema cobró más relevancia a falta de un año para que la reforma al IVM entre en vigencia.
El jerarca añadió que adicionalmente se deben agregar los nuevos beneficios por invalidez y muertes, lo cual sube la presión financiera al régimen. En el 2022, la Caja entregó 29.924 nuevos beneficios y, para el 2023, proyectan 31.843.
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La Junta Directiva de la CCSS aprobó, el 12 de agosto del 2021, cambiar la edad de retiro y la metodología de cálculo de la cuantía mensual. Esto implica que los trabajadores deberán trabajar por más años y recibirán al menos un 8%.
La decisión de los directivos eliminó el adelanto de pensión para los hombres a los 61 años y 11 meses, con 462 cuotas; y solo podrá hacerse cuando cumplan 65 años y con 300 cotizaciones.
En las mujeres el beneficio se mantiene, pero la edad para anticipar el retiro se eleva de 59 años y 11 meses, con 450 cuotas actuales, a 63 años con 405 cuotas.
“Quienes cumplan los requisitos de jubilación por edad y cotización, antes del 11 de enero del 2024, se podrán jubilar con las reglas actualmente vigentes, aunque no materialicen el retiro (...) La gente debe tener tranquilidad, no es que obligatoriamente deben jubilarse el 11 de enero”.
— Ubaldo Carillo, director de Pensiones de la CCSS.
El otro cambio relevante es la fórmula de cálculo de la cuantía de la jubilación. Actualmente el monto de la pensión es el equivalente a un promedio de los últimos 240 salarios reportados a la Caja, traídos a valor presente, es decir, 20 años de cotización.
Pero, a partir de enero próximo, el sueldo de referencia serán los mejores 300 salarios reportados, o sea 25 años, de toda la carrera laboral de la persona, traídos a valor actual.
Al cierre del 2022, el IVM contaba con 330.670 pensionados de los cuales el 57% eran por vejez. A este régimen, el más importante de Costa Rica, los 74.000 patronos inscritos aportan el 5,42% del salario de sus empleados, los 1,7 millones de trabajadores contribuyen con el 4,17% de su sueldo, y el Estado con el equivalente al 1,57% de toda la masa cotizante.
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Tercer grupo
El director de Pensiones dijo que hay un tercer grupo de cotizantes quienes pueden anticipar el retiro con las actuales reglas pagando, aunque no cumplan las condiciones de jubilación previo a la entrada en vigencia de la reforma al IVM, el próximo año.
El requisito, apuntó Carrillo, es que estas personas tengan 57 años o más y contar con un fondo voluntario de pensión complementaria, pues los recursos acumulados ahí son los que se utilizarán para pagar el adelanto de pensión.
Quienes cumplan con tal condición deben solicitar el retiro anticipado a más tardar el 10 de enero del 2024, último día en que aún estarán en vigencia las actuales reglas más beneficiosas del régimen.
Hasta noviembre anterior, había 36.000 personas mayores de 57 años afiliadas a un fondo voluntario de jubilación, según datos de la Superintendencia de Pensiones (Supén). Ellos tendrían la opción de adelantar su retiro, siempre y cuando, paguen su anticipo.
Por ejemplo, si un trabajador cumple el requisito de edad de retiro en marzo del 2024 –sean 60 años en mujeres, y 62 años en hombres–puede adelantar su jubilación para lo cual debe pagar el equivalente a los tres meses de pensión a recibir y el aporte al Seguro de Salud.
Carrillo agregó que entre más meses tenga una persona que adelantar, mayores serán los recursos a pagar al IVM.
La Ley de Protección al Trabajador es la que establece la posibilidad de este tipo de retiro, pero utilizando únicamente los recursos acumulados en un fondo voluntario. De hecho, es la Operadora de Pensión Complementaria (OPC) en la que el trabajador esté afiliado la que debe transferir los recursos a la Caja.
Presión financiera
La acelerada incorporación de nuevos jubilados en el IVM provocó, en los últimos cinco años, un ascenso en los egresos del régimen de jubilaciones en especial por el pago de pensiones.
En el 2022, el fondo tuvo gastos totales vinculados al pago de jubilaciones por ¢1.477.199 millones lo cual significó un incremento del 11% comparado con el 2021, cuando fueron de ¢1.333.328 millones, según los datos de la Gerencia de Pensiones.
El gasto en el pago de las pensiones y aguinaldo de los 330.670 del sistema aglutinó el 87% del total de los egresos en el 2022. En relevancia siguió el pago al Seguro de Salud, para la atención de los jubilados, que ascendió a ¢162.540, es decir, el 11%. El resto de los recursos fueron el costo por administrar el IVM y las remuneraciones de los funcionarios de la Gerencia de Pensiones.
Carrillo comentó que, durante el año anterior, tuvieron que solicitar un presupuesto extraordinario a la Junta Directiva para incorporar ¢20.300 millones adicionales a raíz de la incorporación de un mayor número de pensionados, a lo previsto a comienzo al 2022, y por dos ajustes al monto de la pensión por el incremento en la inflación.
Para el 2023, la proyección de la entidad es que el gasto del IVM crezca un 10%, es decir, ascienda a ¢1.624.918 millones.
Un estudio actuarial del año pasado, hecho para calcular el crecimiento del presupuesto, prevé que el número de nuevos pensionados por vejez ralentice su evolución, en los próximos años, a raíz de la reforma aprobada en el 2021.