La política monetaria expansiva del Banco Central y el exceso de liquidez en el sistema financiero han contribuido a una caída histórica en la tasa básica pasiva (TBP) en los últimos meses, síntoma de que los rendimientos para los ahorrantes en colones también se han visto afectados hacia la baja.
La TBP es un promedio ponderado de las tasas de interés brutas de captación a plazo en colones de los distintos grupos de intermediarios financieros, que conforman las Otras Sociedades de Depósito (OSD), donde se agrupan bancos comerciales, cooperativas, financieras y mutuales. El jueves 19 de agosto la tasa calculada por el Banco Central cayó a 2,95%; y este 2 de setiembre bajó a 2,90%.
La reducción del indicador ha sido cercana a 0,6 puntos porcentuales desde el inicio de este año, ya que en la primera semana de enero del 2021 su nivel era de 3,50%.
La economista y gerente de bolsa de grupo Acobo, Adriana Rodríguez, explicó que para los ahorrantes cada vez se hace más difícil acceder a tasas atractivas, principalmente en los instrumentos a corto plazo como los certificados a tres y seis meses, incluso a un año.
“Esto es consecuencia de varios factores, uno de ellos es la enorme liquidez que hay en el sistema financiero y no está fluyendo a la actividad crediticia, lo que ocasiona un exceso de oferta de recursos de ahorro a corto plazo, pero los intermediarios no están demandando esos recursos para prestárselos a la actividad productiva”, explicó la economista.
De varias entidades consultadas, todas señalaron que en el último año sus tasas han disminuido ante el exceso de liquidez del mercado y otros factores coyunturales.
En el caso de un banco como BAC Credomatic, las tasas cayeron entre 0,4 y 1 punto porcentual (p.p.); en Desyfin la variación de las tasas de certificados a plazo en colones, entre agosto del 2020 y el mismo mes del 2021, en promedio es de -1,00 a tres meses y de -1,50 a seis y 12 meses.
Otras entidades, como Coopeande, han visto una menor afectación en sus tasas y las disminuciones oscilan entre e 0,4 p.p. y el 0,6 p.p. En el caso del Banco Nacional, la diferencia entre las tasas brutas de hace un año respecto a las actuales es de 0,25 p.p. para los tres periodos de vencimientos (tres, seis y 12 meses).
En el Banco Popular las tasas se han ajustado en colones en promedio 50 puntos base a la baja en el último año, considerando todos los plazos ofrecidos por la entidad.
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Tanto Rodríguez como el asesor económico de Prival, Vidal Villalobos, afirmaron que si los instrumentos de ahorro comienzan a perder atractivo, los inversionistas podrían moverse a alternativas que les ofrezcan mayores rendimientos, aunque signifiquen más riesgos.
Si se observan los promedios de las tasas básicas pasivas por tipo de entidad. Los bancos públicos reportan una menor TBP al analizar los datos de forma semanal. Para la semana del 18 de agosto, la tasa promedio de estas entidades se encontraba en 2,06.
“Las razones por las cuales las tasas de interés en entidades como el Banco Popular y los bancos públicos se han reducido más que en otros intermediarios se explica por estructura de balance y los objetivos comerciales que se persiguen. En cuanto la estructura de balance, se puede hacer referencia a la mezcla del fondeo y a los segmentos que conforman su base crediticia”, señaló Maurilio Aguilar, director de Riesgo del Banco Popular.
Por su parte, el subgerente general de Riesgo y Crédito del Banco Nacional, Allan Calderón, señaló que también se debe a factores como la amplia base de clientes y la solidez en cuanto activos y patrimonio.
Con retornos ligeramente más altos se encuentran los bancos privados (2,73%), mientras que el promedio para el grupo conformado por cooperativas, mutuales y financieras se encuentra por encima del 4%, es decir, 1,35 puntos porcentuales por encima del cálculo del Banco Central.
Rodríguez explicó que es usual que, a diferencia de los bancos públicos o privados, otras entidades ofrezcan tasas más altas porque poseen menores recursos en cuentas de ahorro o cuentas corrientes, por lo que deben ofrecer tasas más atractivas para captar.
Si las tasas básicas pasivas ofrecidas en el sistema financiero nacional se convierten a tasa real (descontando la inflación) con una proyección del 2% para la inflación en los siguientes meses, las cifras se acercan al cero en algunos grupos de entidades. Es decir, el retorno actual por ahorro es bajo.
Los economistas señalaron que si bien las tasas de interés son un aspecto importante para la decisión de ahorrar en una u otra entidad, también deben tener en cuenta otros aspectos como la robustez financiera, las condiciones de periodicidad y las garantías ante diversos riesgos.
¿Por qué baja la TBP?
Este jueves 2 de setiembre, la TBP alcanzó un 2,90%, el valor más bajo de su historia, influenciada en gran parte por el comportamiento en los bancos públicos, que mantienen un peso relativo significativo en el cálculo (alrededor de 48%).
Las razones detrás de la disminución de esta tasa son varias y se conjugan para mantener condiciones favorables para los deudores pero poco atractivas para los ahorrantes.
Rodríguez explicó que el contexto de bajas tasas de interés se da, en parte, por el accionar del Banco Central que ha mantenido la tasa de política monetaria en 0,75%, un mínimo histórico.
Esto, aunado a la alta liquidez que mantiene el sistema financiero nacional por la coyuntura actual y la disminución del encaje mínimo legal.
Sobre esto, el presidente del Central, Rodrigo Cubero, afirmó que el comportamiento de la TBP refleja la política expansiva que ha adoptado la entidad desde el 2019 así como otras acciones como la inyección de alrededor de ¢820.000 millones al sistema financiero a través de operaciones diferidas a plazo (ODP) o facilidades especiales de crédito.
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“Todo esto contribuye en conjunto a una reducción en los costos de captación de recursos por parte del sistema financiero y esto sistemáticamente ha venido incidiendo en una reducción a las tasas pasivas y también de las tasas activas como consecuencia”, explicó Cubero.
En el comportamiento de estos indicadores también incide una baja inflación que aún se encuentra por debajo del mínimo del rango meta del Central (3%±). Villalobos explicó que una tasa de interés es un indicador de la salud de una economía y está ligada al índice de precios al consumidor. Por ello, de presentarse en el futuro una mayor inflación, las tasas de interés podrían aumentar.
No obstante, desde el Banco Central han reiterado que la tasa de política monetaria se mantendrá baja mientras la inflación se mantenga por debajo del 3%.
Otro de los factores que influencian las tasas a la baja de interés es la mejora de las cifras fiscales del país y una menor presión del Ministerio de Hacienda en el mercado doméstico, al reducirse las necesidades de financiamiento del Gobierno con recursos externos (préstamos con organismos multilaterales).
Desde los tres bancos públicos indicaron que la disminución de los rendimientos por parte de Hacienda como estrategia para mejorar el perfil de deuda y en aprovechamiento de la coyuntura actual, tiene influencia en el comportamiento de las tasas.
“La captación es parte del negocio de la intermediación y si los rendimientos del activo productivo disminuyen se requiere ajustar los costos de fondos para reflejar dicho ajuste en la parte activa y mantener el margen financiero deseado”, señalaron desde el BCR.
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Por otra parte, la demanda de crédito continúa deprimida, aunque para julio de este año presentó un leve repunte de 0,6% respecto al mismo mes del año anterior.
Si bien es de esperarse que a menores tasas aumente la demanda por crédito, aún persisten varios elementos que afectan esta dinámica, entre ellos el elevado desempleo y la incertidumbre en torno a un posible incremento en las restricciones de movilidad ante una aceleración en los contagios de coronavirus, comentó Amedeo Gaggion, director de Tesorería de Scotiabank.