Alberto Franco es un trabajador independiente, es economista y tiene una sociedad con una casa de habitación. Cada año debe presentar 12 declaraciones por recaudación de IVA (impuesto al valor agregado) por la venta de servicios profesionales, una declaración por rentas del trabajo, y una declaración al registro de beneficiarios finales.
“Si el ATV (Administración Tributaria Virtual) está operativo, completar y presentas las declaraciones de IVA, me toma no más de 10 minutos. La de rentas por trabajo (impuesto de renta) me toma quizás un par de horas al año. Actualizar el registro de beneficiarios finales “me come” y, la última vez, tuve que ir a pedir ayuda al quiosco de Hacienda (se me fueron un par de horas entre ir, declarar, y regresar). Una vez presentadas las declaraciones IVA, mi banco me hace el débito automático cerca de la fecha límite para los pagos. Igualmente los pagos parciales de renta, y el impuesto a sociedades inactivas”, comentó Franco.
En el caso de los formularios que hay que completar para declarar, Franco considera que hay muchas secciones y casillas que no aplican en su caso particular, como por ejemplo, juegos de azar, compra y venta de bienes usados en los formularios de IVA.
“Para una persona que no sea muy ducha en computación, y que no utiliza las herramientas de Hacienda regularmente, diría que no son amigables. Y ni qué decir para quienes tienen muy poca o ninguna familiaridad con computación y los sistemas y herramientas de Hacienda”, comentó el economista.
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El sentimiento de Franco, lo respalda también el estudio del Laboratorio Colaborativo de Innovación Pública Innovaap de Escuela de Administración Pública de la Universidad de Costa Rica, que indica que el principal problema respecto de la declaración del Impuesto sobre el Valor Alegregado no resulta directamente en el pago de este, sino más bien, en el proceso para realizar la declaración.
“Los dolores de las personas usuarias se relacionan primordialmente con la plataforma ATV, no son problemas de funcionamiento, estabilidad o accesibilidad, sino más bien obedece a problemas para comprender cómo utilizar y navegar en la plataforma por parte de la persona usuaria. El sistema ha sido diseñado desde el tecnicismo de la persona experta del Ministerio de Hacienda, haciendo uso del lenguaje del derecho tributario y no pensando en la comprensión de la persona usuaria del servicio, es decir, es un problema de usabilidad”, se indica en el documento.
En su Memoria Anual del 2021, la Contraloría General de la República argumenta las dificultades que pasan las personas y empresas. En Costa Rica, apunta el documento, un contribuyente requiere invertir el triple de tiempo que una persona en Estonia para declarar y pagar sus impuestos, según información recolectada del Banco Mundial. Esto implica 100 horas más al año.
La experiencia de Franco muestra que aún profesionales, con conocimientos en el área económica y tributaria, afrontan dificultades para hacer sus declaraciones.
Franco considera que las facturas electrónicas, por ejemplo, proveen mucha información a Hacienda, que podría hacer más expeditas las declaraciones y el pago de IVA y del impuesto de renta. Se espera que con el proyecto Hacienda Digital las declaraciones de impuestos estén prellenadas, lo cual simplificaría la vida al contribuyente.