Álvaro Ramos Chaves, doctor en Economía de la Universidad de California en Berkeley, asumirá el próximo 19 de junio las riendas de la Superintendencia de Pensiones (Supén).
Su nombramiento fue anunciado ayer lunes, y desde ahora, Ramos comienza a poner temas sobre la mesa, entre ellos, el que propone que los aportes para las pensiones no estén tan recargados en los salarios.
Entre sus planes, el nuevo superintendente busca un diálogo nacional sobre las pensiones.
¿Cuáles son sus planes para la Supén?
Me interesa mucho tener un diálogo nacional.
”Me parece que el diálogo nacional permitiría exponer los temas de una manera muy transparente y, en particular, me gustaría mucho acercarme a todos esos sectores que están intranquilos, con sus preocupaciones puntuales, como el caso de la Caja Costarricense de Seguro Social, el Poder Judicial, el Magisterio Nacional y los regímenes especiales de pensiones.
”Creo que se tiene que establecer un balance entre la paz social que genera el respeto a los derechos adquiridos. Pero, a su vez, los derechos adquiridos no son absolutos, deben tener algún contacto con la realidad económica”.
Estos temas son polémicos. ¿Lo que plantea es conversar con estos sectores?
Sería lo primero, pero quiero dos niveles. Me gustaría conversar con ellos directamente, entender sus preocupaciones.
¿Cuál es el otro nivel?
A través de un diálogo nacional, pues me parece que se tiene que tener cuidado de no dejar esto únicamente en un plano institucional. Considero que estos son temas país.
Usted habla del diálogo nacional. Sin embargo, a veces en Costa Rica, si se pide la opinión de muchas personas, cuesta que las cosas avancen.
Existen en Costa Rica muchas maneras de dificultar el avance en los procesos y, por eso mismo, un diálogo nacional en pensiones puede parecer una manera de ir más despacio.
”Yo lo veo como una forma de escribir despacio, pero con buena letra; no hay peor intento que el que no se hace.”
El Ministerio de Hacienda presentará el proyecto de pensiones con cargo al Presupuesto; otra área difícil debido a la situación fiscal. ¿Qué espera usted?
Hay algunos esquemas de pensiones (con cargo al Presupuesto) con un crecimiento muy rápido, pero por lo menos están cerrados. A mí lo que me inquieta mucho es la forma como van a crecer los aportes del Estado al régimen de la Caja, porque hay un crecimiento rápido del aporte del Estado y entonces se vuelve fundamental apoyar al Gobierno en todo elemento que ayude a cerrar la brecha fiscal, en el mediano y largo plazo, porque mucha de la sostenibilidad de las pensiones pasa por un aporte estatal.
¿Qué le parece a usted la forma en cómo se invierten los recursos de las pensiones?
Hay varios temas que me interesan. El primero, la preocupación que tengo yo con migrar a la supervisión basada en riesgos. Esto requiere un nivel de sofisticación alto, tanto de las operadoras de pensiones, como de parte de la Superintendencia.
”Si se va a implementar este tipo de supervisión, entonces que tanto los supervisores como los supervisados entiendan muy bien los modelos y los supuestos que se están usando.
”Número dos, tengo la impresión de que tiene que haber una estrategia en el tiempo de migrar a portafolios más diversificados y menos conservadores de los que hay actualmente. Si no, el crecimiento de este portafolio será muy lento y va a requerir de aportes cada vez mayores –y posiblemente hasta insostenibles– de las personas, de los asalariados.
”El tercer punto, que en parte explica por qué quisiera un diálogo nacional, es que me gustaría unificar las bases de cobro, que no estén tan recargadas solo sobre el tema salarial, sino que las bases de cobro todas se vayan asemejando a una renta global.
”Todos los estudios recientes dicen que vamos hacia un mundo donde la proporción de los salarios sobre el ingreso nacional va a ser cada vez menor, en todo el mundo, no solo aquí. Por lo tanto, me preocupa que las pensiones descansen casi excesivamente sobre los salarios. Necesitamos ir planteándonos si no deberían ir a captar parte del ahorro nacional no salarial. Me gustaría ir poniéndolo sobre la mesa, aunque, por supuesto, es muy temprano.
¿Implicaría que personas que trabajan por cuenta propia o tengan otro tipo de ingresos puedan aportar para una pensión?
Correcto. Esa es mi visión.