Los costos de los materiales de construcción continuaron su senda al alza para agosto si se comparan con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, la mayoría de los aumentos se caracterizaron por ser más ligeros respecto a meses anteriores, lo que ha permitido desacelerar el comportamiento al alza de los índices de precios de la construcción, publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Dicho indicador se divide en dos: edificios y vivienda de interés social. Para el mes anterior (agosto), la variación interanual para el primero fue de 15,53% mientras que en vivienda social alcanzó el 12,12%; cifras menores en 2,7 y 1,3 puntos porcentuales (p. p.), respectivamente, si se comparan con las variaciones del mes de julio.
Así, aunque muchos materiales como el acero estructural, el acero de refuerzo e incluso los asfálticos sufrieron un aumento de precio respecto a hace 12 meses, fue mucho menor que en las mediciones anteriores. Por ejemplo, el acero estructural tuvo un aumento internanual en su costo del 12,95% para el octavo mes de este año, pero dicha cifra es 6,6 p. p. menor que la que se registró en julio.
Esto sucede también con el cable eléctrico, que incluso registró su variación al alza más ligera de todo el año, con solo un 4,1% en contraste con hace 12 meses.
Caso contrario viven los combustibles, que sí aumentaron en niveles mayores hasta alcanzar una variación interanual del 64,63%, es decir, 17,22 p. p. más que el mes anterior.
Por otro lado, en términos mensuales, ambos índices, edificios y viviendas sociales, registraron descensos de 1,08% y 0,74%, respectivamente, en comparación con julio.
Nelson Murillo, coordinador de la Unidad de Índices de Precios del INEC, explicó que en el caso de los edificios la disminución se dio por las rebajas en varilla grado 60, varilla grado 40 y formaleta metálica, mientras que en el caso de vivienda de interés social el efecto responde, principalmente, a la rebajas en costos de la varilla número cuatro grado 60, azulejos, maquinaria, bloques e instalación eléctrica.
“Esto no se presentaba desde el año 2020 y un factor que afectó las disminuciones de precios en varios elementos de construcción fue la baja en el tipo de cambio que se presentó en el mes de agosto, esto porque varios materiales y servicios incluidos en estos indicadores tienen sus precios fijados en dólares”, explicó Murillo.
Sector en apuros
El aumento en el costo de los materiales de construcción han afectado sensiblemente la recuperación de la actividad en el país tras la pandemia, que para abril de este año cayó nuevamente a números negativos. Según el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) publicado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), la actividad del sector cayó en 25,9%, si se observa la tendencia ciclo.
Se trata de la caída más fuerte desde febrero de este año, cuando la construcción luchaba por su recuperación y mantener la senda de crecimiento. Sin embargo, factores externos como la guerra entre Rusia y Ucrania (que aumentaron los costos de los aceros, por ejemplo) truncó el esfuerzo del sector por levantarse.
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Pese a que en enero de este año la estimación del BCCR era cerrar el año con un crecimiento del 2,4% para la construcción, en abril la previsión bajó a 0,8% y para julio se ubicó en -3,8%.
El informe de Política Monetaria de la institución, publicado en julio, señala que para el segundo trimestre la construcción también disminuyó debido a la caída en el gasto en obras privadas, principalmente de edificios (viviendas y oficinas), así como de naves industriales y de locales comerciales. Asimismo, la ejecución de la inversión con destino público también se contrajo.
El panorama no es alentador en cuanto al último elemento, ya que las inversiones en obras del Gobierno Central se estrujarán un poco más en el 2023 para poder cumplir con la regla fiscal. Esto, porque en el proyecto de Ley de Presupuesto Ordinario de la República para el próximo año se incluye un gasto de capital por ¢532.026 millones. Si bien esta cifra es 1,8% más respecto al presupuesto del 2022, con una inflación prevista de 4,9% para el próximo año, esta erogación caería en términos reales.
Incluso, señala una nota de este medio publicada el pasado 12 se setiembre, para el economista y exviceministro de Hacienda, José Francisco Pacheco, tal y como está contemplado el panorama fiscal en la actualidad todo supondría que por esta década el gasto de capital continuará estrujado.